En estos días la cuarentena que obliga a los ecuatorianos a permanecer en casa para reducir la posibilidad de contagio comunitario del coronavirus ha afectado duramente a los gestores culturales y artistas que ven reducido a cero el ejercicio de su profesión y no obtienen recursos para su sobrevivencia. Frente a esta dura realidad el Ministerio de Cultura y Patrimonio hizo una convocatoria denominada Desde mi casa, dirigida a gestores en capacidad de generar “contenidos artísticos y culturales para difusión masiva”. La presente convocatoria cuenta con un monto total de 40 mil dólares gestionados a través de patrocinios de la banca pública. Con ese monto se pretende financiar la participación de 200 gestores culturales remunerándolos por una sola vez, con 200 dólares cada uno por su intervención artística desde sus domicilios.
La convocatoria invita a los gestores culturales a participar en la producción audiovisual de contenidos que serían emitidos en una franja horaria de 15h00 a 16h00. El contenido consiste en “una producción realizada por un artista o gestor cultural a modo de presentación de su trabajo”, en un video de hasta 15 minutos de duración. El video sería producido por un equipo de producción del Ministerio de Cultura que visitaría el domicilio de cada participante. El plan tiene previsto emitir cuatro participaciones de máximo 15 minutos en cada franja horaria de una hora.
Pueden participar solamente quienes constan en los registros del RUAC, que deben cumplir con una serie de requisitos estipulados en la convocatoria. Los interesados deben llenar un formulario digital de postulación y enviarlo con los respectivos anexos y links requeridos. Habrá un comité de aprobación integrado por representantes del MIES, Ecuador TV, Ministerio de Educación y Ministerio de Cultura. Los contenidos deben cumplir con algunos requisitos: “remitirse a mensajes contra la violencia de género e intrafamiliar, cuidado y respeto a los derechos sexuales, no serán admitidos contenidos que contengan lenguaje inapropiado o divulguen mensajes de violencia”. Deben estar considerados para un público masivo, ser autoconcluyentes, en un solo episodio. No podrán repetir o iniciar acciones administrativas y/o jurisdiccionales en contra de la cadena televisiva o el Ministerio de Cultura y Patrimonio. Deberán cumplir con los lineamientos de contenido de conformidad a lo dispuesto en la Ley Orgánica de Comunicación”.
Reacciones de los gestores culturales
La medida ministerial de la convocatoria ha provocado una polémica entre sectores culturales por considerarla un reflejo de lo que es “un Estado asistencialista, inmediatista, sin políticas culturales a largo plazo”. Se cuestiona por ejemplo, “una burocrática introducción de Antecedentes que contiene considerandos legales» que solo interesa a los leguleyos que un gestor cultural difícilmente va a leer. Se pone en duda la verdadera intencionalidad de la convocatoria que establece «censura previa» a los contenidos a ser producidos por los gestores culturales convocados, limitándolos a lo que se considera una solapada campaña de apoyo al gobierno en momentos en que se deben posponer los proselitismos políticos. No obstante, algunos artistas y gestores culturales impulsados por la necesidad, responderían a la convocatoria y se acogerían a su beneficio. Mientras que otros han expresado su cuestionamiento.
En una dura crítica algunos sectores intelectuales han manifestado que “La convocatoria es un bodrio lleno de requisitos jurídicos. De todos modos, es “la cultura de la caridad”, cuyo objetivo ha sido sanear la economía de los artistas con apenas 40 mil dólares que tiene el proyecto como gran aporte para al sector cultural. La poca consideración que tienen con el artista es increíble. Primero expresa el espíritu burocrático, ahí está reflejado lo que es el Estado mismo, pasa el tiempo en cosas pequeñas porque no puede pensar en grande. Es el colmo. Esta sería una razón para que cierren el Ministerio de Cultura”.
Si son cuatro videos de 15 minutos por franja se necesitarán 50 días para que se presenten los 200 artistas seleccionados. La convocatoria también señala un largo proceso de facturación y cobro.
Una reacción que circuló en redes sociales, manifiesta como sugerencia lapidaria: «Por las consideraciones expuestas, por el alto espíritu burocrático y caritativo, y por la burla que representa, se suprime definitivamente el Ministerio de Cultura y Patrimonio, se ordena al ex ministro permanecer cantando solo en su casa y se le autoriza a iniciar el trámite de facturación de doscientos dólares por el pago de sus conciertos, tal cual lo estipula el acta de defunción de su convocatoria».
La convocatoria es vista como una medida desesperada insuficiente, implementada por el gobierno bajo la presión social de gestores culturales que ante la crisis se sienten desamparados por el Ministerio de Cultura y se lo hicieron sentir.