Una de las explicaciones más claras y concretas sobre el tema del coronavirus la dio el doctor Alfredo Miroli, inmunólogo argentino, en una entrevista para un canal de televisión de su país. El especialista señaló que cuando enfrentamos un desafío infeccioso, como el Sida, como el cólera en 1991, o la gripe española en 1918, hay varias formas de reaccionar: con “prudente temor” que mueve a la prevención y uno se cuida o con “patológico terror” que paraliza, y además genera discriminación. El miedo nos hace reprimir a los otros en defensa propia.
Frente al coronavirus es preciso saber que “es un virus grande y pesado”, de 200 nanómetros, tiene una serie de proteínas con azúcar que lo hacen pesado. Cuando una persona estornuda o tose, emite gotitas de saliva que pueden volar hasta 12 metros. El virus del sarampión vuela hasta 10 metros, porque es pequeño y liviano. El coronavirus lo hace hasta un metro y medio de distancia y cae al suelo por su propio peso. Si una persona está a dos metros de alguien infectado no recibe el virus porque éste no tiene como llegar por vía aérea. Esas mismas características que lo hacen pesado al coronavirus le permiten resistir en el ambiente un tiempo más prolongado que otros virus, sobre el suelo o superficies de diverso material, por ejemplo un pasamano, el tubo en un bus, etc. Por eso la medida preventiva más importante es lavarse las manos antes de llevarlas a la boca, a los ojos o a la nariz porque el virus no penetra a través de la piel, sino por medio del contacto con la mucosa de la boca, de la nariz o los ojos.
El coronavirus es un virus de ácido ribonucleico de una sola cadena -que gira en el sentido positivo de las agujas del reloj- y está rodeado de una proteína con fósforo que cuando se ve desde arriba tiene el aspecto de una corona, por eso su nombre. Externamente está envuelto por una membrana de proteínas con azúcar que permite al virus reconocer las células de la mucosa respiratoria y penetrar a través de la nariz y luego producir faringitis o neumonía.
Esa glicoproteína se disuelve con jabón, por eso el mejor antiséptico no es el alcohol o el gel, sino el jabón común. Si se quiere tener un buen desinfectante contra el coronavirus se preparará una mezcla de agua con jabón y se guarda en un frasco con sistema de spray para fumigar superficies que tocamos con frecuencia como una mesa, un pasamano, teclado de computadores, etc., y con ese mismo spray nos lavamos las manos. Cuando un virus es de ácido ribonucleico no se queda en nuestro cuerpo para siempre. Si una persona adquiere un virus de esa naturaleza, el virus hace el ciclo que tiene que hacer, provoca una enfermedad o no, y si el paciente sobrevive, queda con anticuerpos contra el virus y no tiene más el riesgo de volver a ser infectante. Al cabo de 12 días deja de ser infectante y nunca más lo tendrá, se inmuniza y adquiere anticuerpos contra el virus. Ese es el caso del coronavirus. Por esto es importante quedarse en casa 15 días. La bacteria que producía la peste bubónica se quedaba en el cuerpo durante 39 días, por eso se habló de hacer cuarentena, 40 días. Con el coronavirus solo hay que hacer “quincena”, 15 días.
La probabilidad de enfermar una vez adquirido el coronavirus es de un 20%. Una cosa es estar infectado, otra es estar afectado. Es decir, existe un 80% de posibilidades de portarlo sin molestias. La probabilidad de morir por efecto del coronavirus, es de un 3% de promedio mundial. Es decir, existe un 97% de posibilidades de sobrevivir, quedarse sin el virus y con anticuerpos. Por lo tanto, es un virus que hasta el momento de los 7.530 millones de habitantes del planeta ha infectado hasta hoy 143 mil personas. Es decir, hay 17 personas con virus, por cada un millón de personas en el planeta. Los virus de gripe común infectan al 1% de la población, es decir 10 mil personas por cada un millón. El virus de la gripe española mató a 1 de cada 20 habitantes de España en esa época. La peste bubónica mató a 1 de cada 3 habitantes de Europa en un año, entre 1343-47. De una población de 50 millones mató a 18 millones en un año.
El coronavirus es un virus del cual hay que cuidarse. Adoptar las medidas de prevención, y lavarse las manos con jabón 8 veces al día es la acción más importante. Si una persona ya contrajo el virus, debe usar una mascarilla en la boca y nariz para no contaminar a otras, sobre todo en lugares de aglomeración, y si va a estar a menos de un metro y medio de cada persona, por ejemplo un avión, ascensor, buses, cines, habitación cerrada, etc., en un lugar donde el virus puede andar circulando. Si uno estuvo en contacto con alguien sospechoso de estar infectado, hay que guardarse en casa durante los 15 días obligatorios para cortar la cadena de contagio. Luego de ese periodo, si no tiene virus, ya no lo tendrá porque tiene anticuerpos contra el virus.
El caso italiano, en el norte piamontano, es el segundo país más afectado después de China. Ocurre que tiene una población mayor y poca población joven, con un promedio de un solo hijo. La población infantil menor de 12 años ha disminuido porcentualmente y ha aumentado la población vieja, mayor de 65 años, incluso existe una cuarta edad adulta, mayor de 80 años. El virus en Italia llegó a una población mayor que tomaba remedios contra enfermedades prexistentes cardiovasculares, diabetes o pacientes con quimioterapia o debilitados por otras enfermedades concomitantes y añosas. Por eso la tasa de mortalidad con el coronavirus subió en ese país europeo, es el mismo caso de España. La posibilidad de que el coronavirus mate a una persona joven, sana, es de solo un 1%., pero si es mayor y está en mal estado, la probabilidad aumenta mucho.
En resumen, el coronavirus es diferente a los virus de ADN que se quedan para toda la vida en el cuerpo. Hay virus que se activan ahora, habiéndose adquirido en la niñez, por ejemplo el herpes que brota desde adentro del cuerpo luego de haberlo adquirido hace mucho tiempo. Este no es el caso del coronavirus que permanece solo 15 días en el cuerpo y no regresa. El virus VIH Sida, se transforma en ADN y permanece toda la vida en el cuerpo. El coronavirus no es ADN por eso solo se queda 15 días en el cuerpo. Y puede o no puede provocar síntomas. Para prevenir hay que tomar jugo de limón caliente por las mañanas, por la ingesta de vitamina C que se disuelve en agua, es hidrosoluble. Cuando se tiene el coronavirus el cuerpo lo combate con anticuerpos y es preciso ayudarse con Parasetamol en la dosis que indique el médico.
El sistema inmune debe mantenerse bien en cada ser humano. El sistema inmune filtra todo lo que proviene de fuera del cuerpo de la persona y lo rechaza, por ejemplo bacterias, virus, etc. El sistema inmune no defiende de infecciones, conserva al cuerpo en estado puro de agentes externos. No acepta extraños. Otra parte del sistema inmune vigila las células del cuerpo, por ejemplo una célula tumoral y si puede la elimina. Una vida sana, higiene y alimentación adecuada ayudan al sistema inmune. Y una buena información ayuda a defendernos del coronavirus oportuna y eficazmente, con prudente temor y no patológico terror.
Respecto de una vacuna contra el coronavirus, hay expectativa de crearla en los siguientes meses, y que sea eficaz, eficiente y accesible. Y que el mundo vea en la vacuna un estímulo para la investigación científica y no riquezas monstruosas que hagan que varios gobiernos no la puedan adquirir y que los países marginados no puedan vacunarse, porque si se logra la vacuna deberá ser una gesta mundial donde se vacune a toda la población, independientemente si es un país pobre, rico o una persona indigente o millonaria. Tiene que ser una gesta del mundo vacunando al mundo. Si existe un medicamento o una vacuna contra el coronavirus, la merecemos todos.
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