A pocos meses de realizarse los comicios presidenciales en Ecuador de febrero del 2021, la ciudadanía expresa “desconfianza en la gestión” del organismo encargado de dirigir el proceso, Consejo Nacional Electoral, CNE. Según una encuesta realizada por la empresa Cedatos, 8 de cada 10 ecuatorianos no confía en el CNE. La tendencia de opinión también se expresa en la persona de Diana Atamaint, su titular: 85% de los encuestados no confía en su rol al frente del organismo electoral. La encuesta fue realizada entre el los días 17 y 20 de febrero en 16 ciudades de la Costa, Sierra y Amazonía, entre una población de 2.018 electores mayores de 16 años.
Atamaint había señalado el 11 de febrero pasado que «peligra la realización de los comicios de 2021 si no se adquieren nuevos equipos para superar la crítica situación de la plataforma tecnológica del sistema electoral”. Acto seguido, presentó un informe técnico señalando las carencias del sistema informático del CNE que se encuentra “obsoleto”, con el 98% de los equipos con más de 8 años de vida útil. Atamaint dijo en esa oportunidad que la realidad del organismo electoral “es crítica” y que si no adquiere nuevos equipos el proceso electoral 2021 “no se podrá realizar”.
El informe de Atamaint fue rechazado por los miembros del Consejo Nacional Electoral, y se puso en marcha un juicio político en contra de la funcionaria, situación que Atamaint interpretó como un trasfondo político: “el juicio político tiene el único objetivo de que la bancada de CREO se tome el control del Consejo Nacional Electoral”.
Ciudadanía desinformada
El sondeo de opinión de Cedatos reveló, además, que la ciudadanía se encuentra desinformada frente a los comicios del 2021. Solo “el 31% conoce que las elecciones serán el próximo año”. El “69% no sabe cuándo, cómo y qué se va a elegir”.
Los ecuatorianos, si bien es cierto “apoyan la democracia”, según la encuesta, “se sienten defraudados, desinformados y desconfiados ante la posibilidad de un fraude electoral”. Frente a esta perspectiva, el 57% afirma que no concurriría a las urnas “de no ser obligatorio el voto”. En el año 2016 el 53% afirmó lo mismo. El 67% de los entrevistados afirmó “apoyar la democracia” y considera que es “la mejor forma de gobierno y rechazan las dictaduras civiles o militares”. Pero una amplia mayoría “no está satisfecha con la conducción del país, con el papel de los líderes, de los movimientos y partidos y con la proliferación de organizaciones y candidaturas”. En cuanto a los 95 partidos y movimientos entre nacionales y provinciales, únicamente 6 reciben un nivel de aprobación entre 2 y 10 por ciento. Para el 64% de los consultados, “ningún partido ni movimiento es de su agrado”, según la encuesta.
El estado anímico de la población, de cara a las elecciones del 2021, quedó expresado en que el 63% siente “desconfianza, molestia, inseguridad y descepción” frente al proceso electoral, el 23% siente “optimismo, esperanza” y el 14% siente “apatía e indiferencia%. Solo el 27% de los encuestados está satisfecho como funciona la democracia en el país, el 73% no lo está.
Son cifras que no hablan por sí mismas, son la expresión del rechazo ciudadano a una forma de vida “democrática” en el país que no satisface sus expectativas ni da solución a sus necesidades básicas. Una realidad para reflexionar a fondo y proponer alternativas frente a la falta total de liderazagos, proyectos y esperanzas políticas que sume a los ecuatorianos en la desconfianza y la desinformación.