La tendencia ideológica de ultra derecha comienza a tener presencia y expresión en Ecuador. En la ciudad de Cuenca tuvo lugar una reunión de un llamado “grupo de hispanistas” que, abiertamente, gritaban loas al rey de España y proclamaban sus “valores cristianos, la familia, la vida, la corrección moral, el libre mercado, el porte de armas, la propiedad privada y la hispanidad”. Con mayor fanatismo contra los valores que rechazan, “izquierdismo, feminismo, ambientalismo”, los fanáticos dieron rienda suelta a sus postulados reaccionarios.
No deja de sorprender la frontalidad con la que expresan sus planteamientos difundidos en la plataforma “Libres, alianza por la libertad” con la intención de participar en las elecciones del 2021 con candidatos a la Asamblea Nacional.
No debería llamar la atención el tenor de estas expresiones políticas en una sociedad en donde la diversidad debe ser un valor a preservar, no obstante sí amerita destacar la intolerancia con la que rechazan a las tiendas políticas de derecha CREO y PSC que, según dicen, “no nos representan”.
Los encuentros de la tendencia ultraderechista son cada vez más frecuentes en sitios públicos. En la sede el Café Dios no muere, en el centro histórico de la ciudad se reúnen para manifestar sus propósitos. El 6 de diciembre anterior tuvo lugar una manifestación en la estatua de Sebastián de Benalcázar en la que se celebró la fundación española de la capital. Los manifestantes en esa oportunidad gritaban eufóricos !Viva España! Y un grupo de concurrentes con banderas blancas y la Cruz de Borgoña, acolitaban con vivas al rey y a la reina española.
Políticos ecuatorianos identificados, como el asambleísta Esteban Torres, hijo del ex parlamentario Luis Fernando- ha manifestado que, “Nos identificamos como una nueva derecha, profundamente ideológica…Muchos no quieren hacer política electoral, sino integrar estamentos del Estado, ser jueces o académicos. Hay políticos, escritores, profesores, agricultores, empresarios… De todo un poco”.
Los integrantes de la agrupación ultraderechista reconocen sus vínculos con VOX de España, con Viktor Orbán de Hungría, con Bolsonaro de Brasil y con Agustín Laje de Argentina”. Todos son referentes criticados, incluso por la propia derecha, “por radicalismo, xenofobia e intolerancia”.
Por su parte, Felipe León, director de Quiteños Libres, ex presidente de las juventudes del PSC, ha declarado: “Buscamos una derecha que no se avergüence de serlo, una de mano dura”. Sin embargo niegan su sesgo nazi, porque lo consideran ridículo y supremacista, tal como “la izquierda, lo grupos feministas y de derechos humanos”.
Mientras esto ocurre en Ecuador, en España hay manifestaciones en contra de la corona. En el parlamento español unos 50 legisladores catalanes que demandan la independencia de sus regiones boicotearon la sesión parlamentaria en protesta por la presencia de la familia real. Los manifestantes dijeron que “la posición del rey es anacrónica” y debería ser eliminada de la política española. Un legislador de Cataluña dijo en un manifiesto: “No tenemos rey”.
Las diversas manifestaciones en una sociedad que da lugar a la expresión de radicales conservadurismos de valores monárquicos son aceptables, en la medida que enriquecen el espectro político. Siempre y cuando la alianza ultraderechista no exacerbe la violencia y la discriminación, puesto que como se ha identificado, detrás de la coalición hay una agenda neofascista. Sin embargo, la sociedad debe inyectarse un antídoto en contra del virus de la corona real excluyente, arrogante y soberbia que en diversas ocasiones ha expresado desprecio por el común de los mortales.
Foto El Universo