El caso en el que se involucró al cantautor chileno Juan Paredes en un supuesto tráfico de armas con fines de rebelión “ya se cerró”, luego de tres audiencias en las que se analizaron presuntas pruebas que no dieron lugar a una acusación de culpabilidad.
-En la primera, desestimó el juez el caso de armas, señala Paredes. Yo lo que hago es proponer una sociedad más justa, más equitativa, más humana, con amor. Todos los días vemos cómo se manipulan los temas jurídicos manejando el tema político. Es realmente vergonzoso, vomitivo diría. Entonces no está bien.
Todo comenzó la madrugada del 20 de noviembre del año pasado cuando un operativo policial con efectivos armados de ametralladoras, al mando de un fiscal, irrumpió en el domicilio y local comercial de Paredes en Quito con la finalidad de allanar el inmueble.
–En el momento en que llegaron, al fiscal lo hice pasar, porque se habían saltado la reja de mi casa. Baje del segundo piso, les abrí, les hice pasar y no hice ningún escandalo, el que nada oculta nada teme. El fiscal dijo que no podía darme ninguna información, tenía la orden del Presidente de la Corte Provincial de Pichincha, pero no me podían dejar ninguna copia de esa orden que le pedí. Ingresa, revisan la casa que tiene tres pisos y les mostré mi oficina en la parte baja, donde hay un piano, una guitarra un violín y una estantería que está llena de discos de música, obras de artes y de pinturas. Entraron al Café donde desarrollo mis actividades profesionales, donde hago presentaciones musicales, se presentan libros, pinturas, arte en general, y está abierto a todo aquel que quiera venir. Yo no pido una filiación política para que entren, tengo amigos de todos los sectores.
Luego de saltar la reja de la entrada, los efectivos policiales comenzaron a registrarlo todo, sin dar mayores explicaciones.
–La explicación que dieron los dos policías de inteligencia es que recibieron órdenes superiores y que venían a ver equipos electrónicos, nada más. Al menos es toda la explicación que tengo del porque del allanamiento. Venían bastantes policías armados de ametralladoras, e incluso entraron al cuarto de mi hija menor de edad y dieron vuelta los colchones. Estaba el fiscal, dos policías de civil y algunos policías armados, con pasamontañas, narra Paredes.
Los efectivos policiales se distribuyeron por toda la casa buscando aparatos electrónicos y lo que encontraron fueron dos escopetas antiguas de colección, motivo por el cual Paredes fue acusado de “tráfico de armas”. Las piezas vetustas estaban en desuso arrumbadas en un sótano y enmohecidas por la humedad, sin ninguna posibilidad de estar operativas, no obstante según el peritaje policial las armas aun servían para disparar.
-Las escopetas, originalmente, las tenía desde que arranqué años atrás con la Peña Nuestra América. Entonces conseguí una escopeta artesanal que la compramos en un mercado de Ibarra, en el año 1975, y era vieja y oxidada. A esa escopeta siempre la mantuve como un florero y le ponía flores en el cañón, y posteriormente conseguí la otra, cuando inauguré el Café Toledo, y les puse un cartel que decía “Cambio por flores”. Era una forma de proponer no a las armas, no a la guerra, no a la represión.
¿A partir del allanamientos se elabora una hipótesis de que existe tráfico de armas?
-Eso apareció en el periódico, en El Comercio, que decía la noticia: Cantautor vinculado -o integrante de Pueblo Nuevo- allanaron su casa y encontraron armas y se supone que aquello esta vinculado al tráfico de armas. Pero se trata de antigüedades.
Visitamos el Café de Juan y pudimos ver en la entrada una rueda antigua de un carro de los años 20 que Paredes adaptó como lámpara decorativa. Observamos, además, en los muros elementos antiguos de colección. Había un cuadro del pintor Pedro Niaupari, dos afiches publicitarios de Nestle de hace 50 años y una campana que ha estado sobre la barra del bar y que tiene una inscripción de 1852.
-Las escopetas también eran viejas, señala Paredes.
La embajada chilena en Quito intervino en el caso, con presencia del consul de ese país y del agregado de policía de Chile que recibió el peritaje de las armas y estableció su desuso. Paredes, la noche del allanamiento fue detenido, esposado y conducido a la Unidad de Flagrancia de Quito donde fue interrogado y acusado de participar en un intento “de rebelión” en contra del régimen actual. La vinculación fue establecida con personeros relacionados con el gobierno anterior Gabriela Ribadeneira, Paola Pabón y Virgilio Hernández, entre otros.
-Desconozco a qué se refieren con esto de rebelión, de dónde sacan eso, cómo inventan algo así, manifiesta Paredes.
¿Conocías personalmente a estos personajes acusados de rebelión?
-Por supuesto, a Paola sí la conocía, igual a Virgilio con quien hemos coincidido en algunas presentaciones artísticas en las que hemos estado. Hemos coincidido en algunas presentaciones artísticas, de la misma forma cuando estuve el presidente Moreno. Yo recibí a Lenin Moreno en la presentación que se hizo en la Tribuna del Sur y cantamos una canción de Serrat. Él entra y le dan los micrófonos y cantamos juntos con Jorge Bueno en la campaña presidencial.
SOLIDARIDAD INTERNACIONAL
La detención improcedente de Juan Paredes, miembro fundador del grupo ecuatoriano Pueblo Nuevo, artista que ha permanecido durante más de 45 años en Ecuador, ha integrado diversos grupos de música latinoamericana y realizado actuaciones como solista, motivó la reacción nacional e internacional del mundo cultural y artístico. El vocero de Coordinadora por la Paz, Luis Ernesto Guerra, manifestó que “se llegará hasta instancias de Amnistía Internacional para que cese esta persecución política selectiva que vive Ecuador y organizaciones de derechos humanos, porque esto tiene que parar, existe una desinstitucionalización del Estado y una pérdida del Estado de derechos”, manifestó.
¿Entonces todo corresponde a un equívoco?
-Partiendo de la acción misma del allanamiento, no hay ninguna justificación de nada. No he sido militante político, no estoy involucrado en nada. Soy un cantante, soy un artista, soy un creador y estoy con las cosas humanas, con las cosas justas. Esa es mi propuesta. Yo no protesto, yo propongo a través de mi canción y disparo canciones, no disparo balas.