“Es preciso replantearnos qué es el poder y qué es la política”, señaló en entrevista la ex ministra de Educación.
En tiempos en que el cerco mediático se cierra sobre la conciencia de los ciudadanos resulta necesario dar voz a las voces silenciadas, a los medios de comunicación que, sin mayores recursos de patrocinadores, hacen un esfuerzo por mantenernos informados, sin otro afán que difundir una verdad, contrastando la mentira con la falsedad y posicionando una versión más aproximada de la realidad.
En tiempos de silencio deliberado, de versiones amañadas, de mentiras elegantes convertidas en posverdad, una estación de radio digital, Hoja de Ruta, señala el camino por donde transitar un periodismo honesto, valiente y comprometido con las mejores causas sociales que da espacio a opiniones restringidas históricamente, e incluso cercadas actualmente.
El comunicador César Armando Bermeo invita a la doctora Sandra Correa León, ex ministra de Educación, a comparecer y exponer sus puntos de vista ante la opinion ciudadana, frente a los micrófonos de la emisora digital Hoja de Ruta. En una entrevista reveladora -por lo veraz y lo exclusivo del pensamiento de la invitada- revisa temas de actualidad, los grandes temas no la minucia interesada, sino aquello que se hace necesario saber hoy en día y que constituye interés general en el país.
La entrevista transcurre en una atmósfera de sereno análisis de temas de actualidad como la dolarización, posverdad, el acoso mediático, la ley de comunicación y el rol del periodismo de verdad.
Celebrar una tragedia
Consultada por C. A. Bermeo acerca de que si es necesario celebrar veinte años de dolarización, Sandra Correa citó a su abuela que decía que “cada quién habla de la fiesta como le fue en ésta”. La dolarización es festejada por quienes se beneficiaron -dijo Correa- aquellos que tenían deudas millonarias en sucres y luego pasaron a deber unos pocos dólares por la devaluación del sucre que implicó la dolarización.
Hoy, cuando el ex presidente dolarizador, Jamil Mahuad, es citado por los medios informativos como un héroe referencial de la dolarización, Sandra Correa puntualizó que “la dolarización y el salvataje bancario que se dio a fin de la década de los 90, constituye uno de los móviles para el golpe de Estado a Bucaram. En el plan de gobierno había una lista de financieras que debían salir del mercado porque no tenían liquidez y la banca estuvo dispuesta a financiar un golpe de Estado antes que salir del mercado. El ungido -Mahuad- sería el que les facilitaría el salvataje que significó a los ecuatorianos más de 8 mil millones de dólares, que son muchos años de presupuesto de salud y de educación. Las élites económicas muchas veces sacrifican a los de su clase, para luego premiarles.
Bermeo recordó que en el gobierno de Bucaram se habló de la Convertibilidad, idea del economista Domingo Carvalho que hoy es invitado al Ecuador para conmemorar la dolarización. Sandra Correa manifestó al respecto que la Convertibilidad en Argentina “se dio con errores que aca en Ecuador se los iba a enmendar, pero no se dio nunca”. Si los grupos de poder le invitan -manifiesta Correa- su provecho irán a sacar. “Si nos ponemos a pensar en la década de los noventa, en el gobierno de Durán Ballén se aplicó la venta de renuncias y el dinero volvió al sector bancario donde fue depositado. Y de ahi no volvió a los que vendieron sus renuncias, sino que se lo llevaron. Es un círculo perverso donde siempre salen ganando los menos que tienen más, perjudicando a los más que tenemos menos.
El rol de la prensa
En otro tema, -el rol de los periodistas que juzgan y sentencian- la ex ministra de Educación expresó que hoy “es una oportunidad de contrastar a los reales periodistas que tienen vocación y ética periodística, frente a estos «sicarios y mercenarios patrocinados económicamente» para hacer lo que hacen. Se crea un escenario con una versión falseada de la víctima y luego ellos hacen de jueces y árbitros para conseguir la malignización del blanco de ataque y luego lincharlo. Lamento que en el país la judicialización de la noticia sea cada vez un hecho más evidente y más claro. Considero que ninguno de los ecuatorianos podemos aceptar que nadie sea robado en su derecho al honor, al contraste, a un juicio justo, en su derecho a la verdad. Lo contrario se constituye en un acoso mediático que lleva por propósito difamar, robar fama y honor. Yo convoco a organizarnos para defender el Estado de derecho y de justicia frente a un Estado de opinión, con varias camarillas regadas por radio, prensa, television y ciberespacio, porque somos más los que defendemos el Estado de derecho y de justicia.
Qué es el poder y la política
Propongo que nos replanteemos qué es poder político y qué es la política en Ecuador, dijo Correa. La ex ministra considera que el espíritu del poder no está en el «sinónimo de abuso, de aprovechamiento de circunstancias de uso y acomodo de privilegios». Esa es la ausencia de poder, ratifica. El no tener poder les hace confabularse en comparsas que van en contra de la dignidad humana. “El poder es poder regularnos a un marco de derecho -dice Correa- opinar sin adjetivar en contra o a favor, sino el comunicar para que las personas podamos ejercer nuestro derecho al libre pensamiento, no a consumir la opinión ajena”. Y esto tiene que salir de la pluma que generen los periodistas de verdad, no quienes usan esa labor para irse en contra del blanco de ataque a cambio de privilegios, puntualiza la entrevistada.
El mito de la ley
Consultada, Sandra Correa, acerca del nuevo intento parlamentario de reformar la Ley Orgánica de Comunicación LOC -de la que ella fue artífice en algunos artículos-, la ex ministra de Educación señaló que esa ley “fue un mito”, y como tal fue “minada desde el interior por quienes tenían la obligación y el encargo ciudadano de aplicarla”. Hoy, una nueva reforma será hecha a imagen y semejanza a quiénes les beneficie, manifestó, y es la revisión de una ley que no ha sido aplicada en la medida que se sienten perjudicados algunos sectores y poderes fácticos. Correa recordó que el 87% del espectro radioeléctrico está en manos privadas y que solo el porcentaje restante se lo mal reparten entre el sector público y comunitario. En ese desbalance es imposible hablar de igualdad de condiciones. La doctora en leyes señala que los ciudadanos deben «ejercer su derecho como ciudadanos, no solo cuando ocupen una función pública», y que para que eso ocurrra hace falta organización y participación en la educación de la ciudadanía.
El rol ciudadano
“Cuando uno lleva una causa, ha de cuidar el sentido de esa causa”, manifestó Sandra Correa, en referencia al rol de la Supercom, que solo se dedicó a dar material para que la CIDH considere que en Ecuador no hay libertad de expresión, en lugar de señalar que se “creo jurisprudencia en administrar justicia”. Faltó visión jurídica, visión de patria, y se volvió un pugilato que finalmente terminó dañando a las víctimas reales del acoso y linchamiento mediático, concluyó.
Una de las pérdidas de la LOC es que hay interesados en considerar a la comunicación como un negocio, o un derecho, y no como un servicio. La comunicación es un servicio -señala Corra- porque está estipulado en la Constitución, y porque la consumimos en el espectro radioeléctrico como el servicio de luz y como el servicio de agua. La dicotomía de que no es un servicio sino un derecho, se produce porque al ser la comunicación un servicio tiene que ser tutelado por el Estado, y al ser un derecho se la saca de la protección contemplada en la LOC.
Como corolario, Sandra Correa sugiere que, por contraste, se está erigiendo la autoridad de los medios alternativos en el ciberespacio. Poco a poco se va construyendo la autoridad real de aquellos que sí honran su ética periodística y el vivir en democracia, que es respetar el pensamiento diverso, divergente y no vivir con un pensamiento único. Los otros, por muerte natural, ahora ya no tienen credibilidad, no es como hace 24 años. Hoy ya no gozan de la simpatía ni menos de la credibilidad. Dejemos que los muertos entierren a sus muertos. Nosotros sigamos ejerciendo esta nueva manera de hacer la comunicación.