La cultura como la expresión de la diversidad de un pueblo, suele ser también un juego de espejismos. O, en el peor de los casos -como dice Borges en un panel de la FIL Quito 2019- “somos nuestra memoria, somos ese quimérico museo de formas inconstantes, ese montón de espejos rotos”. La feria del libro de Quito 2019, inaugurada tardíamente respecto de su fecha habitual anual en noviembre, enfrenta la incógnita de saber qué va a pasar con los resultados este año que se realiza en el mes de diciembre.
Aunque el ministro de Cultura, Juan Fernando Velasco, auguró “ser una feria que propone innovación en todos los sentidos”, no obstante que “no se sabe cuánto y qué leemos. En un momento en el cual en nuestro país, más que nunca debemos poner más énfasis en la lectura. No solamente en una noción de una lectura, sino que de una lectura comprensiva”.
En el stand de una conocida librería quiteña, su representante nos dijo: “La feria es un espacio en donde los lectores tienen interacción con nuestra oferta librera. Ventajosamente, el Conde Mosca tiene esta oferta a la que las personas quieren acceder y el Ministerio nos posibilita este encuentro. En este mes de diciembre estamos experimentando, porque esto era en noviembre, entonces todo se presenta en un plan diferente en que nos toca experimentar. Pensaría que en diciembre hay ajetreo más fuerte porque la gente está en muchas otras cosas”.
Pablo Salgado, difusor cultural, prefiere que “la feria sea en noviembre, porque esa es la tendencia internacional”, y sobre ese cambio ya se ven los resultados “con grandes ausentes”: Librimundi, Mr. Books, Rayuela, Libresa, Librería Española, Alfaguara, Planeta, entre otros” que prefieren vender en sus propios establecimientos en el mes de diciembre. Librería Española no trajo escritores invitados como siempre lo hace, porque esta vez no le comentaron a tiempo el cambio de fecha. En cuanto a los invitados al acto inaugural no asistieron nombres conocidos, excepto el colombiano William Ospina, no obstante que están convocados los argentinos Betina González y Ricardo Liniers, los mexicanos Alberto Chimal y Andrea Arsuaga, los colombianos Felipe Restrepo y los peruanos Ricardo Sumalavia y Katya Adaui. Entre los ecuatorianos invitados constan Abdón Ubidia, Jorge Dávila V. y Amanda Pazmiño. Un total de 105 autores, 72 nacionales y 33 extranjeros de 12 países, han sido invitados a participar en la décimo segunda Feria Internacional del Libro de Quito, que se realizará del 18 al 22 de diciembre en el Centro de Convenciones Metropolitano del parque Bicentenario, que se ubica en el norte de la capital.
La FIL no solo es un espacio que “tiene una cantidad de metros cuadrados muy importante para la compra y la venta de libros, también hay muchos metros cuadrados dedicados solo al fomento a la lectura”, dijo María Fernanda Ampuero, gerenta del Plan Nacional de Promoción del Libro y la Lectura José de la Cuadra, del ministerio de Cultura.
Mónica Aranda, de Abya Yala, dijo que “es la primera vez que se hace en esta fecha la feria, pero si va a estar así, -como el primer día- va excelente”. Las novedades de esta librería son ciencias sociales, interculturalidad, colonial, temas de género y ambientales.
El representante del stand de la Casa de la Cultura -Marco Bohórquez- mencionó que “es mejor que la feria sea en el mes de noviembre, porque hay mas amplitud de tiempo para que la gente se acerque, en diciembre estamos en fiestas navideñas y la gente prefiere hacer compras navideñas antes que comprarse un libro”. Pareciera que el libro no constituye un buen regalo, “ahora ya no, antes sí”, concluye. La Casa de la Cultura mantiene su oferta de colecciones de autores conocidos en Ecuador, Letras Claves con autores más contemporáneos con una recopilación de sus obras, además hay libros de arte y literatura infantil, concluyó Bohórquez.
La FIL Quito ofrece este año espacios para que los niños aprendan cómo hacer libros, máscaras, títeres y cuentos. Para los jóvenes se abrirá la zona juvenil en este espacio, varios booktubers realizarán reseñas en vivo de sus libros preferidos.
El Ministerio de Cultura ha presupuestado $ 700.000 dólares para la realización de la FIL de Quito 2019. Oswaldo Almeida, presidente de la Cámara Ecuatoriana del Libro, mencionó que el año pasado la feria duró 10 días, y hubo ventas por alrededor de $500.000. Este año, que durará 5 días, estimó que las ventas podrían llegar a la mitad. El directivo de la Cámara del libro dijo que “hay que destacar que estas ferias fueron pensadas como verdaderos espacios para la promoción de la lectura y para la formación de nuevos lectores”.
La FIL Quito 2019 arrancó con expectativas, pero con un signo de no estar siendo realizada en el momento oportuno. Acaso al final de su experimento de este año sepamos si la FIL fue una feliz realidad o un juego de espejismos.