Cuando el signo de nuestro tiempo es la intolerancia, la discriminación social e irrespeto a los más elementales derechos humanos, asistir al festival de cine internacional LGBTI, El Lugar sin límites, es encontrar un oasis para la reflexión acerca del derecho a la diversidad y otros temas relacionados con la sexualidad y asexualidad humana como el amor con el mismo sexo, el aborto o la adopción homoparental, entre otros.
El 17 festival internacional de cine LGBTI, El lugar sin límites, que se lleva a cabo desde el 14 al 24 de noviembre en Quito (Casa de la Cultura, Ochoymedio, Muna), entre otras locaciones del país -Guayaquil, Cuenca, Manta, Portoviejo, Ambato, Ibarra, Bahía, Cotacachi-, se propone ser una actividad no lucrativa que trabaja por la igualdad social de personas de diversa condición sexo genérica en Ecuador, cuyo objetivo es generar espacios de integración cultural y social, a través de actividades que combinen el conocimiento, entretenimiento y la reflexión en torno a la diversidad de género propia de toda sociedad.
Asistimos en la Casa de la Cultura a la exhibición del largometraje Si los meses siguen, de la joven realizadora chilena Javiera Hernández. La cineasta invitada participa con su opera prima, material de tesis de su carrera cinematográfica en la UNIACC, acrónimo de Universidad de Artes, Ciencias y Comunicación de Chile. El filme narra la historia de Antonia, una joven de 23 años que enfrentará conflictos y complicaciones con ella misma y con los que la rodean, cuando decide dar en adopción la hija que está esperando a sus vecinas, una pareja homoparental. Si Los Meses Siguen, muestra a través de un embarazo no deseado los miedos que engendramos y ocultamos, los que mayoritariamente surgen de exigencias propias, que generan dudas y angustias haciéndonos escapar de los problemas para no enfrentarlos.
El largo metraje de Javiera Hernández termina siendo un bofetón a la legislación chilena conservadora que impide la adopción homoparental, entre otras prácticas de la diversidad sexual. Es también una metáfora de la maternidad, como alternativa de vida de la mujer. Con exquisito feminismo y valiente en su propósito, sin moralismos ni panfletos, el filme muestra la complejidad de las acciones humanas que contrasta con otra realidad, la injusticia de una sociedad que no alcanza a comprender la dinámica de los sentimientos y derechos de las personas.
En su realización el filme destaca por la actuación de su elenco protagónico -Daniela Estay, Samuel González, Alejandra Araya– que bajo la dirección de Hernandez profundiza los personajes y muestra su desarrollo. Música extradiegética, de fondo, original de Matías Torres, está bien montada para crear atmósferas emocionales y acentuar la dramaticidad del filme. El guión de Javiera Hernández resulta sincero, realista, creíble. Una cámara por lo general fija, de planos abiertos, permite al espectador introducirse en el relato, contrastada a momentos con una cámara subjetiva, aberrante, que inquieta, suscita y acentúa detalles del drama en pantalla.
El filme Si los meses siguen, -que se volverá a exhibir en la CCE el viernes 22 a las 19h00- hace honor al festival por su sobriedad, emotividad e inteligencia convirtiéndose en un buen espacio de reflexión sobre los derechos de la mujer, la diversidad sexual y sobre todo, la posibilidad que otorga el arte de adentrarnos en los terrenos más profundos de la realidad humana.