Ecuador es un país que no mantiene una vigencia en las políticas públicas como un reflejo de la deliberada debilidad estatal. Los continuos cambios de ministros, unido a la discontinuidad en los planes estatales en el ámbito ambiental hablan de un país cada vez más desprotegido en esta materia. Hacemos un periplo ecológico, en un sobrevuelo analítico, para establecer la realidad ambiental actual del Ecuador, con Tarsicio Granizo, ex ministro del Ambiente y actual representante de la WWF, World Wildlife Fund en Ecuador.
En una suerte de inventario o diagnóstico de recursos naturales del país, ¿qué tenemos y qué está más afectado en materia ambiental?
Este es un país considerado como uno de los 17 megadiversos del mundo, pese al tamaño pequeño, por una serie de circunstancias geográficas tiene una biodiversidad igual o mayor que países vecinos que son más grandes. Ecuador tiene un riqueza increíble en la zonas terrestres como en la zonas marinas, en eso influyen las corrientes marinas, la cordillera de Los Andes y la Amazonía. En términos generales, Ecuador no está muy bien, pero tampoco está tan mal. Un 20% del territorio está dentro de las áreas protegidas, y si al sistema de parques nacionales le sumas bosques protectores, áreas de Sociobosque, podría pasar el 30% del territorio bajo alguna forma de manejo ambientalmente apropiada. Pero hay una tasa muy alta de deforestación, de contaminación de ríos y un problema serio de erosión de los suelos. Galápagos tiene desorden en el turismo y problemas gravísimos de saneamiento ambiental y acceso de energía. Lo que más me preocupa es la altísima tasa de deforestación, eso es dramático.
Un dilema conceptual. Marx decía que “el hombre es la naturaleza que toma conciencia de sí misma”, pero ¿qué está primero el hombre o la naturaleza?
El momento en que empezamos a pensar en esa diferenciación entre ser humano y naturaleza es cuando cometemos el primer error. Nosotros somos parte de la naturaleza y necesitamos a la naturaleza para poder seguir existiendo como especie, civilización y cultura. Cosas tan críticas y necesarias como la agricultura, depende de la polinización. Si no hay polinización no hay frutos, y no hay semillas y si no hay semillas no hay regeneración de las plantas. Muchos animales que están en el territorio son animales polinizadores. Esto demuestra el vínculo que tenemos con el resto de la naturaleza.
¿Eso significa que hay que hacer un uso utilitario responsable de la naturaleza?
Hemos propuesto un uso sostenible que permita que el recurso no se acabe. Esto no es un tema del uso, sino un tema de la redistribución equitativa. Hay vínculo con la naturaleza del cual cada vez la gente va tomando más consciencia.
¿En qué estado recibes el país cuando asumes el ministerio de Ambiente?
Se recibió el país con un ministerio con un alto grado de capacidad técnica. También existe derechos naturales en la Constitución, pero este es un país con muchas concesiones mineras dadas a dedo, sin cumplir con exigencias ambientales porque eran proyectos estratégicos. Nos encontramos con un boom del crecimiento minero, principal causa de conflictos socioambientales. Hay una minería pequeña y mediana fuera de control, no tiene permisos ambientales para operar. Hay que revisar más de mil concesiones mineras que no tienen permisos; y la minería ilegal que está vinculada con narcotráfico. Hay proyectos absurdamente grandes, como el del Mirador, con un cráter de mina abierta de cobre del tamaño de la laguna del Quilotoa.
¿El gobierno actual le bajó el tono al tema ambiental?
Al principio empezó bien el gobierno con el tema y el plan Reverdecer Ecuador, se adscribió al acuerdo de Paris, y al Protocolo de Nagoya, Japón, sobre recursos genéticos, y despues una vez que entró cierto sector de personajes que coparon el gobierno y que lo tienen copado ahora, el gobierno cambió completamente su lógica y empezó a apostar a un extractivismo agresivo y a olvidarse del tema ambiental como tema prioritario. Antes un ministro del ambiente era el representante del Presidente en las agencias de control minero y petrolero y eso cambió radicalmente.
¿Qué políticas se dejaron de aplicar, a qué se renunció?
Se diluyó Reverdecer Ecuador, ya nadie habla de eso. Eso implica siete aspectos: reforestación, bioeconomía, limpieza de ríos, educación ambiental, etc. Se diluyó una oferta de campaña de Moreno que era lograr un acuerdo con los ocho países amazónicos para que haya deforestación cero en la Amazonía hasta el 2030. Moreno suspendió la reuniones por la crisis de integración regional que no permitió el consenso. El gobierno ha bajado el tono en el tema ambiental.
¿Qué problemas más acuciantes existen en el aspecto ambiental?
La deforestación, el tráfico ilegal de madera, la contaminación de los ríos. Por ejemplo, todos los ríos de la provincia de Santo Domingo de los Tsáchilas están tremendamente contaminados. El 50% de los GADs tienen botaderos a cielo abierto que contaminan suelos y aguas, son antesala del infierno. Hay provincias con un déficit de agua increíblemente alto, la degradación de los suelos, la desertificación que amenaza algunas provincias. Hay un crecimiento desordenado de la agricultura y ganadería, falta ordenamiento territorial a través de los planes de desarrollo de ordenamiento territorial. El tema minero va a aumentar como conflictividad social ambiental. La sobrepesca es otro problema.
¿Por qué oponerse a la minería en Ecuador?
No es cuestión de oponernos. La minería existe hace cientos de años en el país. Zaruma es un caso. La minería tiene que ser hecha en el lugar apropiado y no en sitios de recarga hídrica importantes para el agua, porque contamina y porque deseca y trae problema de sedimentación de aguas. Hay que evitar hacer proyectos demasiado grandes como el Mirador en el que están desviando todo un río.
¿En una relacion de impacto-beneficio, es rentable la minería en Ecuador?
Esa es la otra cuestión. Se habla de 4 mil millones de dólares de ganancia en treinta años, es decir, 200 millones de dólares al año, eso no es nada. Y en ese costo no está contemplado el costo ambiental de reparación.
Ecuador todavía tienen que aprender la minería…
Eso es otra cosa, por ejemplo en petróleo, hay operaciones petroleras como en ITT que se ha dado, pero es buena. El efecto en minería estamos recién empezando. Otra cosa que me preocupa es el debilitamiento del Estado, la desinstitucionalizacion y el debilitamiento, sobre todo, de la gestión ambiental. Este es el gobierno que más ministros de ambiente ha tenido en dos años de existencia.
¿Y qué expresa eso?
Eso es expresión de una debilidad y de una falta de norte, debilidad institucional, de la necesidad que tiene este modelo de debilitar el tema ambiental para que no cauce problemas. Un ministerio debilitado no puede controlar lo que tiene que controlar. Por ejemplo, en los proyectos mineros chinos realizados en Ecuador se aprobaron informes escritos en idioma chino, sin traducirlos.
Galápagos contiene diversos biomas y hay varias especies en extinción. Comentemos esto.
Galápagos es un archipiélago que tiene especie endémicas y el problema es la introducción de especies exóticas, sobre todo plantas, e insectos que compiten con especie nativas. Hay un insecto que está acabando con los pinzones, es una mosca que deposita los huevos en los nidos de los pinzones y la larva mata a los pichones. Es un problema serio, es el principal problema de Galápagos, la introducción de espacies exóticas.
Y la acción internacional de presión por la conservación en Galápagos…
Continua. Hay una interesante acción de Alemania con mayor cooperación en temas ambientales. Muy poco de EE.UU y otros países. Las agencias de ONU también aportan, pero hace falta mucho más.
¿El turismo y la pesca están debidamente regulados en Galápagos?
Hay un ordenamiento turístico relativamente adecuado, pero el turismo crece cada año y eso es algo que hay que ponerle un freno. Hay islas a las que no se puede visitar porque son frágiles, y solo científicos especializados pueden ir. Los únicos autorizados a pescar dentro de la reserva marina son los pescadores de Galápagos, fuera de esa reserva pueden pescar los continentales.
¿Cuál es la situación en la Amazonía en cuanto a flora y fauna?
La situación de la Amazonía se ha dado un proceso de deforestación con la explotación petrolera en el nororiente desde el año setenta, sin embargo hay áreas protegidas como Yasuni, Cuyabeno, Sangay, Zumaco. A mí me preocupa la pretendida apertura de las concesiones en el sureste de la Amazonía, Pastaza. Hay que ver si vale la pena la explotación petrolera, porque allí hay un potencial de turismo impresionante y otros recursos.
¿Los problemas ambientales internacionales, cómo impactan en Ecuador?
El principal problema internacional que nos afecta es el cambio climático. Eso dejó de ser un problema ambiental y se transformó en un problema económico, civilizatorio. Está en riesgo el ser humano y la biodiversidad. Ecuador ha tenido posiciones interesantes en convenciones internacionales sobre el tema climático, siempre con iniciativas como Yasuni ITT. Siempre hemos estado un poco a la vanguardia de la lucha contra el cambio climático, pese a que somos un emisor marginal de gases con menos del 0,001% sobre emisiones.
¿Por qué fracasa la iniciativa Yasuni ITT, no se reunieron los fondos internacionales de ayuda?
La ayuda internacional fracasa porque hubo cambio de gobierno en los países comprometidos como Alemania, el nuevo gobierno desconoció el ofrecimiento de ese país de apoyar al fondo Yasuni.
¿Hubo mal lobby de parte del Ecuador?
No fue suficiente. Hubo un plan B ecuatoriano en caso de que el plan A no funcionara. Eso confundió mucho a la opinión internacional. ¿Cómo puede haber un plan B cuándo estamos tratando de salvar el tema con un plan A? Fue una idea muy revolucionaria y avanzada, un idea que la misma convención contra el cambio climático la asumió como un mecanismo posible que ayuda a evitar el cambio climático. Fue una idea revolucionaria que se adelantó a su tiempo.
Volviendo al tema nacional. ¿La situación de las cuencas hídricas y ríos es preocupante, es la segunda tragedia ambiental?
No hay un estudio completo, hemos hecho un cálculo de que hay más de cien ríos contaminados en el país, hay ríos contaminados por la minería y sobre todo por desechos de las grandes ciudades. Hay un proyecto de limpiar las quebradas de Quito. En Guayaquil han hecho un par de esfuerzos focalizados. Cuenca ha sido exitosa en algunos temas de limpieza de ríos. Loja ha tenido una interesante acción. Pero Santo Domingo de los Tsáchilas tiene ríos muertos por agroquímicos. En la Amazonía, en donde no hay ciudades grandes igual hay contaminación de los ríos por mercurio y metales pesados. Eso es por nuestros suelos volcánicos andinos, nuestra geología que tiene arsénico.
Otro tema puntal es el de la depredación de los manglares, ¿se perdió la batalla?
Después de que las camaroneras arrasaron con los manglares, hace algunos años se tomó la decisión de que los mangles son del Estado y de que nunca más puede haber un manglar talado. Es difícil controlar eso, pero más o menos se lo hace. Los camaroneros han construido piscinas más adentro de las orillas marítimas, es bueno para los manglares, pero es malo para los suelos porque cuando el camarón baja, esas camaroneras quedan abandonadas, secas y salinizadas y es bien costoso recuperarlas para la agricultura. Los manglares ahora se mantienen gracias a los acuerdos de uso y custodia del manglar, en que a las comunidades locales el Estado les concesiona hectáreas de manglar para el uso exclusivo de la comunidad local. Eso es una buena ayuda.
En términos económicos, se redujo el 33% de presupuesto al sistema nacional de áreas protegidas, de 6.7 a 4.5 millones de dólares ¿Cómo afecta esto?
Afecta tremendamente porque tenemos un cuerpo de guardaparques que no tiene equipos, vehículos, no puede hacer su trabajo eficientemente. En este desmantelamiento del Estado, una de las victimas más evidentes es el tema ambiental.
Ecuador debe renunciar a la explotación de sus recursos naturales a nombre de la protección ambiental, ¿en qué casos?
Yo creo que eso es utópico. Lo que hay que hacer es pensar en una economía pospetrolera. Ecuador tiene una biodiversidad impresionante que podríamos explotar racionalmente con biotecnología. Hay que invertir en investigación y darle un valor agregado a los productos del bosque. Yo no apuesto al cien por cien al turismo, pero puede ser una alternativa. Nosotros somos un país marginal en turismo en el contexto latinoamericano. Hay que tener un plan de sostenibilidad financiera para el país en un escenario pospetrolero y de cambio climático. Hay que pensar en una política de sustitución de la economía petrolera por otra cosa.
¿El Código Ingenios ayuda a regular la explotación de nuestros recursos naturales ancestrales?
Se trata de evitar la biopiratería de nuestros productos genéticos. El Código Ingenios ha sido fundamental en eso. Pero si se que se desmantela el Estado no se va a poder controlar la situación. El Estado no puede renunciar a controlar y debe dar alternativa de investigar y dejar de ser un país exportador de materia prima y empezar a exportar el material con valor agregado.
Has manifestado que los cambios frecuentes de ministros del Ambiente atentan contra una política ambiental del país. ¿Por qué?
Es increíble, el gobierno va por el cuarto o quinto ministro en dos años. Incluso dentro del propio gobierno, viene un nuevo ministro y cambia toda la política y se enfoca en sus intereses prioritarios. Eso es un problema que no solo es patrimonio de Ambiente, sino que de todos los ministerios en donde hay rotación. El promedio de la duración de un ministro en Ecuador es de 9 meses. No importaría si hubiera cambios y hubiera una política clara. El ministro que entra tiene que hacer lo que dice la política, pero no hay eso. Se requiere una política de largo plazo. Eso habla de un problema de cuál es la prioridad para este Estado. La prioridad no es el tema ambiental. El tema ambiental es la última rueda del coche, como ha sido para todos los gobiernos, y nunca se ha puesto como lo que realmente es, un tema estratégico para el país. La biodiversidad es un tema estratégico.
¿Qué componentes debe tener una política de educación ambiental en Ecuador?
Hay que hablar de educación formal, informal y no formal. Hay que mejorar las mallas curriculares de los colegios es fundamental en la educación formal. Pero sobre todo hay que educar al adulto desde una perspectiva que no debe ser estándar. No es lo mismo educar a un amazónico que a un serrano o un costeño. La educación ambiental no puede estar aislada del resto de los otros temas, es decir, hay que demostrar que el tema ambiental es fundamental para la vida en general, para el desarrollo y el crecimiento económico del país, eso es lo que hay que educar. No es el animalito o la plantita por sí mismos. Es cómo se vincula ese animalito, esa plantita a nuestra vida, a nuestra realidad y, como te digo, la educación en ese sentido tiene que estar diferenciada. Somos un país no solo biodiverso, sino también culturalmente diverso y la educación debe responder a eso. Es fundamental este último mensaje de vincular el tema ambiental a los temas productivos, de comercio exterior, al tema de salud, cómo podemos hablar de bienestar social si no tenemos en cuenta el tema ambiental. De eso depende la vida del país y no nos damos cuenta. Yo defiendo la Constitución que es muy garantista, pero hay que complementar esa Constitución que es muy buena con leyes buenas. Una de las plataformas de una izquierda que quiera hacer cosas en Ecuador, primero es la defensa de la Constitución actual porque es la más avanzada que se ha hecho en este país y en el continente. Esa es una plataforma de lucha, porque se la quieren bajar. Esa es una bandera de lucha social y política.