Como error político consideran los expertos internacionales a la medida de Trump de imponer el “bloqueo a todos los activos del Gobierno venezolano”, puesto que “las sanciones económicas de Washington permitirán al régimen de Maduro excusarse de sus errores y a la vez propiciar el aumento de la escasez de alimentos y medicinas”.
La unilateral decisión norteamericana “para propiciar el fin de la dictadura”, es un atentado contra las mesas de conversaciones que sostienen Maduro y Guaidó puesto que, según analistas, es una “patada al tablero del diálogo.”
Las medidas impuestas se aplican por primera vez en tres décadas en América Latina, y consisten en que todos los bienes e intereses en bienes del gobierno en disputa de Venezuela que se encuentran en Estados Unidos quedan bloqueados y no pueden transferirse, pagarse, exportarse, retirarse ni negociarse de otra manera. Trump de manera hegemónica busca “aislar al régimen ilegítimo de Nicolás Maduro del sistema financiero global”, afirmó el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, John Bolton en la Conferencia Internacional por la Democracia en Venezuela que se lleva a cabo en Lima, Perú, con presencia de 60 países. El bloqueo impuesto al país caribeño autoriza sancionar a terceros que negocien con Caracas, incluidas empresas y personas.
Prepotencia por impotencia
La amenaza norteamericana apunta directamente a Rusia y China y a quienes “socavan al presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó”, señaló un comunicado estadounidense. Esta decisión forma parte de siete decretos del gobierno de Trump que buscan “restringir las capacidades comerciales, financieras y económicas del Gobierno venezolano”.
El boqueo es considerado una medida prepotente ante la impotencia norteamericana y regional de desestabilizar y derrocar a Maduro. Y lejos de debilitar al régimen venezolano lo fortalecen puesto que -dicen economistas venezolanos- al igual que las aplicadas a Cuba en la década de los años 60 del siglo pasado, “le permitirán a Maduro excusarse por sus errores, pero también perjudicarán más a los venezolanos para alimentarse u obtener las medicinas”. De esta manera, Trump profundiza la crisis venezolana. Jorge Arreaza, canciller del régimen de Maduro, señaló que no hay manera de comprar medicinas ni alimentos: “No podemos comprar alimentos ni medicinas, se nos tiene prohibido usar el mecanismo financiero internacional. Es hipócrita decir que la orden ejecutiva de Estados Unidos protege las compras y procuras de medicamentos y alimentos para Venezuela, eso es falso”, aseguró el diplomático. La medida afecta a la política social del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP), que vende bolsas de alimentos a precios subsidiados y contienen harina de trigo o de maíz, pasta, aceite, arroz, azúcar y leche, convirtiéndose en impacto criminal y un atentado en contra de la población civil venezolana.
En el terreno militar la medida es un doble error. Para la analista militar Rocío San Miguel, EE.UU. se equivoca con una medida que galvanizará a las fuerzas armadas alrededor de Maduro. “No veo la posibilidad de que esto genere un quiebre interno en el Ejército que lleve a cambios”, señaló.
Con el bloqueo comercial total impuesto por Trump queda en evidencia que las intenciones de la Casa Blanca son el derrocamiento directo del régimen de Maduro, y que el diálogo es una instancia para ganar tiempo, que permite a Guaidó mantenerse en la palestra de la política en su país.
Un detalle no es considerado por los estrategas norteamericanos: una intervención militar para derribar por las armas a Maduro, que cuenta con apoyo militar del ejército e importantes sectores populares de su país, convertiría a Venezuela en otro Vietnam.
La historia firmada con la huella de la bota estadounidense se ha escrito siempre con sangre.