Quito hace mucho tiempo que dejó de hacer honor a su eslogan de ser “una ciudad para vivir”, al menos los altos índices de desempleo ya no le permiten decir que es “una ciudad para trabajar”. Quito ha sufrido un incremento del subempleo y desempleo, lo cual no ocurre en Guayaquil ni en otras ciudades. Por ejemplo, la tasa de empleo adecuado en la capital cayó 3,9 puntos porcentuales, mientras que en el Puerto Principal creció 5,1 puntos. Un trabajador en el subempleo o sin empleo adecuado es quien se define como aquel que no alcanza el salario básico ni completa la jornada de 40 horas a la semana, pese que quiere y puede laborar más.
Fuentes consultadas al Instituto Nacional de Estadística y Censos, INEC, por LAPALABRABIERTA revelan que en el mes de junio del 2019 en Ecuador los subempleados aumentaron en 12.905 en todo el país. Las tasas de desempleo y empleo adecuado no variaron de forma significativa. La primera se ubica el mes anterior en 4,4% y la segunda en 37,9%. A junio pasado se registraron 122 905 nuevos subempleados en el país, aunque la cifra no afectó a la tasa global de desempleo. Quito es la capital donde cayó la tasa de empleo adecuado en el último año en forma significativa. Entre junio del 2018 e igual mes de este año el indicador pasó de 54,8% a 50,6%. También fue la ciudad donde más subió el subempleo, cuya tasa pasó de 9,9% a 14,3%. La investigación revela que son 122.000 ciudadanos en el país que engrosaron las cifras de subempleo entre junio del 2018 y el mismo mes del 2019. El año pasado, en esta categoría se encontraban 1 544 373 personas y en este año ya suman 1 667 278, esta cifra fue revelada en la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo, difundida por el INEC.
Llama la atención que estas cifras varían para mal, una vez que Ecuador ha suscrito acuerdos con el Fondo Monetario Internacional FMI, en la que consta una reducción de la masa salarial como exigencia del organismo prestamista al país. La reducción del aparato del Estado y la disminucion de inversión en política social son recomendación del FMI, entre otros tips, dedicadas al gobierno ecuatoriano.
No obstante, los empresarios tienen su propia versión de las causas del subempleo y desempleo. Los capitalistas agrupados en las Cámaras de la Producción y Comercio señalan que la falta de empleo se debe a “la masiva migración venezolana que se ha incrementado desde el 2016, los despidos en el sector público, el debilitamiento de sectores de servicios, manufactura y construcción y un bajo nivel de ventas debido a una merma en las exportaciones”. Consideran que a diferencia de Quito, en el puerto principal la situación es un tanto diferente puesto que “en Guayaquil la economía está más ligada al sector privado que al público y a su flujo comercial, principalmente, puesto que su ubicación geográfica la convierte en un punto estratégico para el comercio”.
Estos sectores productivos organizados han señalado críticas al gobierno de Lenin Moreno en el sentido de que no hay fomento al trabajo ni estímulo a las inversiones. Consideran que el país requiere “una agenda de productividad, la reducción de tramitología, el combate al contrabando y la revisión de la carga tributaria, con el fin de influir en mejores resultados macroeconómicos».
Mientras tanto, miles de vendedores ambulantes, confundidos con pordioseros y mendigos, se toman las calles del país -especialmente de Quito- para exhibir su miseria en puestos improvisados, caminando entre la gente o trepándose de 5 u 8 por unidades en los buses del servicio municipal.
Esta lacerante realidad social, frente a la cual el gobierno central ni el municipio capitalino actúan prontamente dejando que las calles sean territorio de nadie en manos de la informalidad laboral, convierte a Quito y sus aceras en territorio de la pobreza. El INEC define a una persona en la línea de la pobreza cuando sobrevive con USD 2,83 o menos cada día. En tanto, una persona en pobreza extrema solo cuenta con USD 1,59 por día. Se conoce que doce de cada 100 habitantes de la capital se encuentran en situación de pobreza”, según el propio INEC que confirma que los índice de pobreza en Quito “no mejoran en el último año”. Esta situación explica que los ecuatorianos indiquen en las encuestas al desempleo como “la mayor preocupación nacional”.
Así mismo, la falta de trabajo, entre otras reclamaciones, es una de las razones de la protesta que el país protagoniza contra el gobierno estos días en el paro nacional convocado por sectores laborales, étnicos y sociales.