El ciclista ecuatoriano, Richard Carapaz, es hijo de la migración. Nacido en la localidad de El Carmelo, en Carchi, provincia norteña ecuatoriana vecina con Colombia, a sus 15 años migró a la cuna colombiana de los ciclistas donde nacen los pedalistas trepadores de las cumbres andinas. El joven que pastoreaba y ordeñaba vacas en su tierra natal decidió alcanzar la gloria montado sobre un caballito de acero a 3.500 metros de altitud.
Se enrola en la matriz del RPM (Revoluciones por Minuto), un equipo que surge en el 2013 por iniciativa del ciclista Juan Carlos Rosero y con apoyo del Ministerio del Deporte. Forjado como pedalista en la dura topografía ecuatoriana de altura, Carapaz se integra al Team Ecuador dirigido por Rosero, su seleccionador. En Colombia milita, ciclísticamente, en equipos de élite -Strongman- y destaca en la Vuelta de la Juventud colombiana; y luego emigra a España, donde Eusebio Unzué, manager del equipo Movistar lo descubre en el 2016. Ingresa al team Lizarte y enseguida es requerido por el equipo World Tour, la máxima categoría profesional del ciclismo.
En Pamplona, España, se forma como experto en su oficio de pedalista, donde le llaman Richie y destaca por sus dotes deportivos. Carapaz siempre reconoció como sus referentes a los monstruos del ciclismo Nairo Quintana, Mikel Landa y Alejandro Valverde, ellos le enseñaron los trucos de escapadas y las trepadas inalcanzables sobre una bicicleta de alta competición.
Mike Landa, ciclista vasco del team Movistar, quinto en la general del torneo italiano y compañero de ruta de Richard Carapaz, ha expresado su alegría por el triunfo del ecuatoriano al que deberán cuidar como equipo en la etapa final del Giro de Italia: “Estoy muy contento por Richie, somos un equipo y hay que celebrar otro triunfo y el liderato del Giro. Me alegro mucho. Como ha demostrado su fortaleza en la primera y segunda semana vamos a cuidarle”. Carapaz por su parte ha declarado: “A partir de ya, la escuadra se volcará para protegerme hasta Verona”.
Luego de la 15 etapa del Giro de Italia 2019, Richard Carapaz logró aumentar la distancia a 47 segundos de su inmediato seguidor en la clasificación general, Primoz Roglic, que sufrió una caída en la ruta. El Giro de Italia se está convirtiendo en la fragua de la gloria para Carapaz. Un Giro en el que Carapaz está escribiendo potente historia: en el año 2018 logró el primer triunfo en la ronda y ahora, en el 2019, se convirtió en el primer ciclista de Ecuador en vestir el rosa en el Giro de la gloria: “Hay que soñar siempre”, ha declarado Richard Carapaz.
De ese modo se forja una estrella mundial del ciclismo, con esfuerzo, humildad, constancia y apoyo colectivo de los cuartetos que integra en el más noble de los deportes, aquel en el que los jóvenes de innata nobleza deportiva prefieren renunciar a un triunfo y detenerse a ayudar a un compañero de ruta ante una caída, como ha sucedido en grandes competencias ciclísticas.
Un deporte en el que un miembro de equipo cede, generosamente, la gloria al compañero que destaca, como es el caso de Richard Carapaz. Un deporte de trabajo en equipo y nobleza. El ciclismo se proyecta así como una de las grandes enseñanzas existenciales para la juventud. Enhorabuena.