En medio de circunstancias dramáticas está llegando a su fin la gestión del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social Transitorio, una vez que el Consejo Nacional Electoral (CNE) proclamó la noche de este viernes 17 de mayo de 2019 resultados eletorales con la identidad de los miembros integrantes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social definitivo que fueron electos en los comicios del pasado 24 de marzo.
El carácter dramático de la existencia del CPCCS se relaciona con dos hechos fortuitos. El primero responde a la batalla político jurídico que se libra en torno a las competencias del nuevo Consejo y al desenlace del estado de salud del ex presidente de Consejo transitorio, Julio César Trujillo.
Como se recodará el CPCCS transitorio nació del resultado de la elección que, según la consulta popular, fue concebido con facultades extraordinarias y con poderes plenos para designar nuevas autoridades de control, situación que fue ampliamente cuestionada por diversos sectores del país que veían en esa gestión el único intento de desbaratar la institucionalidad creada durante la década anterior. La dura pugna por el poder y por la consolidación del periodo de transición, encabezado por el nuevo gobierno de Moreno, pasó por “desmantelar al correismo”. Y una de las formas fue apoderarse de un organismo supra político en capacidad de nombrar, revisar y destituir a los funcionarios de control del Estado, designando nuevos fiscalizadores afines al gobierno, para dejar el camino expedito a los juicios políticos y penales en contra de los funcionarios del régimen anterior.
La batalla por la captación de ese importante instrumento generador de poder no solo pasó por otorgarle facultades plenas, sino además blindarlo ante toda posibilidad de cuestionar, revisar o dejar sin efecto alguna de sus decisiones tomadas bajo la presidencia de Trujillo. Esta pugna sin tregua, estresante y definitiva pasó factura a la salud del ex principal del CPCCS transitorio, Julio César Trujillo, quien debió ser internado en un centro hospitalario con un diagnóstico de «accidente cerebrovascular», cuya evolución “continúa igual, no ha variado y se mantiene grave, aunque estable”, según comunicado de los médicos.
El ingreso de Trujillo al Hospital Metropolitano de Quito se produjo horas después de que la Corte Constitucional dictaminó, la tarde de 8 de mayo de 2019, que el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS) definitivo no podrá revisar las resoluciones que adoptó el Consejo Transitorio, presidido por Julio César Trujillo. Cabe notar que el dictamen señala que las decisiones tomadas por el Consejo Transitorio “no responden a un régimen común, sino que pertenecen a una etapa extraordinaria que por sus especiales condiciones y finalidades imponen excepciones…”. Esto tiene que ver con las atribuciones de cesar, designar y evaluar a las autoridades de control que ejecutó el consejo transitorio.
Además, la Corte Constitucional resolvió que: “El CPCCS definitivo no está facultado para revisar las decisiones de carácter general o particular tomadas por el órgano transitorio en ejercicio de sus competencias extraordinarias”. Esta decisión contó con el rechazo de amplios sectores opuestos al gobierno de Moreno.
Adicionalmente, en días pasados Trujillo había desarrollado una intensa gira por el país realizando la recolección de firmas para una consulta que disponga la eliminación del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social. Esta tentativa se puso en marcha ante la posibilidad de que el resultado de la elección de abril que nombró a los integrante del nuevo CPCCS definitivo no fuere políticamente favorable al gobierno ecuatoriano.
No obstante, la recolección de firmas no prosperó y el CNE procedió a nombrar a consejeras y consejeros principales electos, cuyos nombres son: María Fernanda Rivadeneira, Sofía Almeida, Victoria Desintonio, José Carlos Tuárez, Walter Gómez, Christian Cruz y Rosa Chalá. El nuevo Consejo nace con las manos atadas y políticamente debilitado en sus decisiones autónomas.
Igualmente debilitada continua la salud de un hombre -Julio César Trujillo- que se jugó por dejar el camino bloqueado para un eventual retorno del lider del correismo, Rafael Correa Delgado, ex presidente constitucional de la República, asediado por toda clase de investigaciones, acusaciones y órdenes de detención internacionales que no han dado sus frutos.
La política ecuatoriana está cerrando de ese modo uno de sus capítulos más dramáticos desde la instauración en mayo del 2017 del régimen de Moreno, cuya aceptación popular según encuestas cayo al 24% a nivel nacional. Otra de las debilidades de quienes no alcanzan a comprender que en política no hay una condición inquebrantable y que cambia, todo cambia.