Las calles quiteñas, en particular, y de otras ciudades del país, se han convertido en el escenario de una patética imagen: parejas venezolanas que con menores de edad en sus brazos piden limosna a los transeúntes en cada semáforo. La pregunta que cabe hacernos es ¿quién organiza esas cruzadas de mendigos callejeros y quién los financia? Datos del Ministerio de Justicia ecuatoriano indican que se están vulnerando los derechos más elementales de los niños utilizados para esos fines menesterosos. Otras versiones hablan del alquiler de menores para ser usados con esos fines.
Una elemental lógica indica que nadie emigra a otro país para ir a pedir limosna en las calles. No puede hacerlo porque hay que invertir, al menos, en pasajes y estadía, costos que son impactantes para los presuntos indigentes venezolanos que llegan en oleadas a nuestro país.
Las interrogantes de este tema que los medios informativos no tratan en sus noticias y frente al que nadie intenta una respuesta de solución, parece estar en una reunión sostenida entre el titular de la Fundación Rhodes Global y el Jefe de Estado ecuatoriano con funcionarios para analizar el éxodo del país sudamericano. El epílogo de la reunión se concretó con la elaboración y ejecución de un plan de ayuda frente a la movilidad de los ciudadanos venezolanos. El plan concebido entre Moreno y el filántropo estadounidense William Rhodes busca, al menos, palear la dramática situación de los migrantes venezolanos. La reunión que tuvo lugar en Carondelet contó con la presencia de Berenice Cordero, de Inclusión Social; y Richard Martínez, de Finanzas; allí se presentó el plan para Ecuador ante esta situación.
Al encuentro humanitario asistió Cristina Valencia, epidemióloga y experta en temas de movilidad humana, de la Fundación Rhodes Global. Ella mencionó que existe un interés internacional de apoyo financiero para asistir a migrantes del país vecino en Ecuador. No se habló de cantidades públicamente, pero Valencia, indicó que el monto que recibirá Ecuador es conocido por los ministros de Estado y el Ejecutivo. “Por el lado técnico, hablamos con el Presidente para crear una estrategia de verificación de áreas e infraestructuras que requieran este financiamiento. Se intervendrá en 10, entre ellas educación, salud, entre otros”, dijo Cristina Valencia.
La funcionaria internacional manifestó que la comunicación con el Jefe de Estado y su gabinete se mantendrá, así como con agencias internacionales relacionadas al tema. Rhodes señaló que su fundación se reunió con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y dialogó sobre la utilización de un fondo que ayude a los refugiados venezolanos. Rhodes mencionó que en las conversaciones con Luis Alberto Moreno, presidente del BID, le informó que la entidad cuenta con un fondo internacional de $ 100 millones para atender a refugiados en todo el mundo.
Cabe destacar que este tema ya había sido tratado durante la visita de Moreno al Consejo de las Naciones Unidas, en octubre pasado, informó Rhodes. Además, felicitó al presidente Moreno por el buen manejo económico de su Gobierno. “Los mercados ven a Ecuador como un país que hace lo necesario con la economía, esto es importante porque hay otros países en América Latina que tienen sus problemas y no han implementado los planes que ustedes han implementado aquí”.
El Mandatario resaltó la importancia del encuentro porque permite intercambiar criterios con representantes de organismos que tienen experiencia en procesos de migración en el mundo. Cordero, titular del MIES, comentó que las capacidades de respuesta por el flujo migratorio de venezolanos deben ser fortalecidas en lo técnico y financiero.
Más allá de la humanitaria noticia, cabe otra interrogante ¿Qué interés tiene el gobierno de Ecuador, que ha manifestado su deseo de que el gobierno de Maduro deje de existir, en financiar a los migrantes venezolanos que con sus paupérrimas presencias han dado la imagen de un país Venezolano en la miseria?
La solidaridad ecuatoriana debe manifestarse con los hermanos venezolanos, pero discriminando aquellos que vienen motivados por su desesperación provocada por la crisis de sus países de origen, otras cosa son las organizaciones que estimulan la migración para dar una imagen extrema de la situación venezolana.