Luego de la decisión del gobierno de retirar el asilo político al periodista Julian Assange, de origen australiano y nacionalizado ecuatoriano, arrecian las críticas al presidente Lenin Moreno quien en un video “justificó” su decisión de dejar sin amparo político al huésped de la embajada ecuatoriana en Londres.
Dos ex cancilleres ecuatorianos manifestaron su protesta por la decisión de Moreno. Kintto Lukas escribió en su red social de Facebook: “Gobierno ecuatoriano pasará a ser el más despreciable en Ecuador y América Latina”, luego de ser entrevistado en la radio Pichincha Universal. La afirmación de Lukas hace relación con la actitud de Moreno de felonía luego de haber sido parte del gobierno de Correa que otorgó el asilo político a Assange en Londres.
Por su parte, Guillaume Long señaló: La entrega de Julian Assange, “arrastrado por la policía británica luego de ingresar a nuestra misión diplomática para poder removerlo, es una vergüenza nacional y un error histórico que dejará una profunda huella en el Ecuador por mucho tiempo”.
El ex diplomático ecuatoriano considera que “Ecuador acaba de violar el principio de «no devolución» del asilado, un principio fundamental de protección de los DDHH consagrado en el derecho internacional. Ecuador acaba de violar la opinión 54/2015 del Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de las Naciones Unidas”.
Del mismo modo se refirió en su intervención a que “Ecuador acaba de violar la Opinión OC-25/2019 de la Corte Interamericana de DDHH y la Resolución MC-54-19 de la CIDH de marzo de 2019 que obliga al Ecuador a «no deportar, devolver, expulsar, extraditar o remover de otro modo» a Assange de nuestra embajada”.
El tenor de las declaraciones de los dos diplomáticos ecuatorianos es compartido por diversas opiniones en redes sociales que consideran que la entrega de Assange por parte del presidente Lenin Moreno y del actual Canciller ecuatoriano, José Valencia, constituye un crimen por anticipado ante la inminente entrega de Assange a los EE.UU país que lo enjuiciará con peligro de su vida.
Las consecuencias no se harán esperar según Long: “Esta decisión traerá, evidentemente, mucha cola jurídica para el Estado ecuatoriano. Más allá de ello, será recordada por las futuras generaciones de ecuatorianas y ecuatorianos como un acto de servilismo, de vileza y de degradación ética del poder político en nuestro país”.
El haber puesto en riesgo la vida de un periodista que en su momento denunció con pruebas la clara injerencia norteamericana en nuestro país y la agresiva geopolítica estadounidense en el mundo, es un acto político deleznable por la perversidad con la que se ha actuado y se actuará en este caso en contra del investigador Julian Assange. Sin duda constituye el acto político más censurable de un gobierno latinoamericano caracterizado por su servilismo con los intereses imperiales.