Un directo dato estadístico establece que el cáncer provocó la muerte de 9.6 millones de personas en todo el mundo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS),y se proyecta que, para 2030, la cifra supere los 13 millones. Sin duda es un dato preocupante, pero real. Sin embargo, durante los últimos 20 años la ciencia ha hecho considerables avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer. La tasa de sobrevivencia crece al ritmo de los avances de los nuevos tratamientos. Por otra parte, la OMS afirma que entre el 30% y el 50% de las muertes por esta enfermedad se pueden prevenir.
La prevención del cáncer -según expertos- tiene relación directa con algunos hábitos. Por ejemplo, eliminar los factores de riesgos como el tabaquismo, consuno de alimentos pesados y reducir exceso de peso corporal es vital para evitar algunos tipos de cáncer. Un aspecto importante es tener claro que cuando se habla de cáncer, se trata de al menos 200 enfermedades diferentes. Muchas de ellas se mantienen bajo control -afirman los especialistas- y sus tasas de sobrevivencia son importantes como es el caso del cáncer de mama y próstata que superan el 80%. En tanto, para el cáncer de cerebro, pulmón o páncreas existen menos opciones. No obstante, para tratar la enfermedad se toman tres direcciones principales simultáneamente: la detección temprana, los nuevos medicamentos y la prevención.
Nuevos avances terapéuticos
La terapia genética es uno de los innovadores tratamientos, así como la inmunoterapia y la experimentación con el microbioma humano son alternativas prometedoras para detectar y tratar la enfermedad.
Entre lo más reciente en la lucha contra el cáncer se encuentran los cambios epigenéticos. En esta línea los expertos dicen que el diagnóstico temprano puede ser crucial para reducir la mortalidad por cáncer y un lugar crucial para buscar pistas, es la sangre. Investigadores del Centro de Cáncer Princess Margaret, en Canadá, han encontrado una manera de detectar cambios epigenéticos en muestras de sangre, con el fin de comprobar si ciertos genes están activados o desactivados. Aquello sirve para detectar el tipo de cáncer que padece el enfermo.
La inmunoterapia ha cobrado inusitada importancia en la actualidad. En la investigación del cáncer y la sobrevivencia de esta enfermedad, en el 2018 el premio Nobel en medicina Jim Allison, descubrió “el momento de la penicilina”. El avance consiste en haber descubierto que nuestro sistema inmunológico “ha estado engañado para que ignore las células cancerosas” Y ese proceso, según expertos, puede revertirse con anticuerpos desarrollados de manera especial.
Por su parte, investigadores del Centro para el Cáncer MD Anderson de la Universidad de Texas, encontraron que un microbioma más diverso contribuye a mejores resultados de inmunoterapia entre pacientes con melanoma. Se descubrió que aquellos enfermos con un grupo más diversos de bacterias “buenas” en sus intestinos podían ayudar a su sistema inmunológico a combatir mejor el cáncer.
Otro avance prometedor es el medicamento de terapia génica Kymriah, que se usa para tratar a pacientes jóvenes con leucemia linfoblástica aguda, cuando todos los demás tratamientos han fallado.
Desarrollado por investigadores del Hospital Infantil de Filadelfia, el tratamiento consiste en extraer las células T (un glóbulo blanco que es un soldado de infantería en nuestro sistema inmunológico) sanas de un paciente y reprogramarlas para que reconozcan el cáncer. La relevancia de este descubrimiento es la posibilidad de cambiar nuestro microbioma con bastante facilidad mediante dieta y ejercicio. Durante los ensayos clínicos con este procedimiento, el 83 por ciento de los pacientes entraron en remisión a los tres meses, y aproximadamente la mitad de ellos permanecieron sanos dos años después.
Parte importante de la investigación sobre el cáncer está enfocada en hacer que el cuerpo humano logre luchar contra la enfermedad.
La prevención, madre de la lucha contra el cáncer
Los científicos coinciden en que la prevención es una de las alternativas más recomendables cuando de cáncer se trata. Las vacunas para ciertas enfermedades favorecen esta condición. En Escocia un programa de inmunización introducido hace 10 años logró eliminar una cantidad importante de cáncer cervical en mujeres jóvenes, la investigación está sustentada en el British Medical Journal. Los investigadores descubrieron que la vacuna había provocado una reducción del 90 por ciento en las células precancerosas.
La lucha continúa, pero es preciso tener claro contra qué luchan los especialistas. La lucha contra el cáncer es por ganar la batalla de una mayor sobrevivencia.