El clima que se vive después de las elecciones del domingo es de evidentes irregularidades reportadas por un informe de la Misión de Observación electoral de la OEA. En rueda de prensa el jefe de la misión, Kevin Casas, detalló “recomendaciones” recogidas en el informe preliminar de los observadores. El documento señala irregularidades en los comicios como fallas en la publicación de los resultados, confusión en la contabilización de votos nulos o en la promoción electoral de los candidatos. El texto del informe dice: “A la media hora de haber cerrado las Juntas Receptoras del Voto, la Misión observó que el CNE comenzó a procesar las actas que iban llegando desde el exterior y continuó recibiendo, de manera ininterrumpida, de los distintos recintos de transmisión. Sin embargo, al igual que los procesos del 2017, en estas elecciones, se constató que la página web de publicación de resultados falló alrededor de las 20h00 hasta la madrugada”.
Entre las observaciones se dijo que los medios de comunicación y los partidos y organizaciones políticas sí tuvieron acceso continuo de los datos, a través de un servicio que albergaba la información. “El sistema de publicación de resultados mediante la página web es, en la actualidad, la primera línea de contacto entre los resultados que entregan las autoridades electorales y la ciudadanía”. Al respecto la Misión recomendó que el CNE “tome medidas que permitan que la página web institucional transmita información, de manera ininterrumpida, desde el inicio del procesamiento de las actas, hasta completar el total de las mismas”.
En relación al conteo de los votos la Misión recomendó no causar confusión en la ciudadanía, previo al proceso electoral, como hubo en el conteo de votos nulos: “A pesar de que las autoridades expresaron que el método de escrutinio para el CPCCS había sido aprobado en el 2018, el día de la elección. Se insinuó además que se “establezcan las reglas que rigen todos los aspectos de la elección, de manera oportuna, como estipula la legislación ecuatoriana” y confirmar que el informe preliminar será entregado al CNE y a una institución en Estados Unidos, perteneciente a la OEA.
Proceso caótico
Por otra parte, un tuit de la cuenta de Twitter de Guillaume Long resume aspectos esenciales del informe de la Misión de la OEA:
-“El CNE se ha desinstitucionalizado. La misión se queja de «4 cambios de presidencia y 3 cambios en su integración» en menos de 2 años con esta transición.
-“La depuración de los 43.000 extranjeros del padrón electoral sin darles posibilidades ni tiempo para impugnar o ponerse en regla podría ser un caso de violación de los derechos de participación”. Esto es muy grave y puede acarrear consecuencias legales muy serias.
-“Existió una campaña que claramente movilizó recursos para el voto nulo, sin que esto estuviera regulado. Por ej., autoridades y actores políticos llamaron al voto nulo, incluso en periodo de silencio electoral (J. C. Trujillo), lo cual distorsionó la equidad en la elección»
-“No hubo claridad sobre una parte tan trascendental como es el conteo de votos». El «mensaje no oficial de un consejero del CNE (Verdesoto)», sosteniendo «que cada papeleta anulada valdría tres… acrecentó aún más las dudas e incertidumbre». También insiste (de nuevo, con dedicatoria para Verdesoto) que «resulta importante que esas autoridades concilien la diversidad de opiniones y el debate interno vigoroso con el sentido institucional de sus miembros una vez que las decisiones del órgano han sido adoptadas».
-«El día anterior a la elección, la misión recibió documentación de 5 candidatos al CPCCS respecto a un proceso de descalificación» y que «considera problemático que se le dé curso a un procedimiento de este tipo, cuando ya incluso estaba en marcha la votación». Para la misión, «las autoridades deben velar por garantizar la certeza jurídica a las y los candidatos previamente habilitados». Es decir, no hubo tales garantías…
-“El papel del CNE en rechazar propuestas de publicidad de ciertos candidatos, en algunos casos exigiendo «el uso de palabras específicas», «podría constituir censura previa, incidiendo sobre la libertad de expresión… de los actores del proceso electoral».
En general, la lectura de este informe preliminar deja un sabor a proceso caótico, en un contexto de debilitamiento y politización de las autoridades electorales, propio del actual contexto de descalabro institucional que vivimos en Ecuador.