Sin villancicos ni novenas, el gobierno nacional anunció el “paquetazo navideño”. El encargado de hacerlo fue el ministro de Economía y Finanzas, Richard Martínez quien con una canasta copada de medidas “de austeridad”, delinea lo que era un secreto a voces: eliminación parcial de los subsidios a los combustibles. Las cifras: alza de los precios de gasolinas Extra y Ecopaís de USD$ 1,48 a USD$ 1,85, es decir, USD$ 37 centavos por galón, es decir un 25% de incremento. En la práctica, al propietario de un vehículo pequeño una taqueada que costaba USD$13,69 ahora le constará USD$ 17,11. Un incremento de USD$ 3,74 por tanqueada.
La medida fue estratégicamente anunciada en medio de la vorágine de las compras navideñas cuando los ecuatorianos están “amansados” por el sobresueldo de diciembre. La medida no podía ser tomada en enero o febrero, por el indudable impacto que hubiese tenido en la campaña electoral para elegir a los gobiernos seccionales.
Esta decisión económica del régimen de Moreno Garcés que, curiosamente, el diario público oficial, El Telégrafo, calificó de “una apuesta al futuro”, en la práctica representa un retroceso al pasado, tiempo en que los “paquetazos económicos” y el alza de los combustibles generaba un incremento inflacionario de gran impacto en el bolsillo popular. En ese sentido coinciden varios analistas en que “la eliminación del subsidio estatal para la gasolina súper responde más a un objetivo político de medir el pulso de esta decisión que a un afán recaudatorio”.
Entre los críticos de la medida está el ex presidente Rafael Correa, quien recordó en redes sociales que “pasamos 10 años sin paquetazos, pese a terremoto y barril de petróleo a menos de $20.” No obstante, el ex mandatario enfatizó que la presente medida económica “es consecuencia del Gobierno Empresarial”.
Colateralmente al alza de los precios de los combustibles, se anunció otras medidas de carácter económico: reducción del 10% en los sueldos ministeriales y de un 5% del nivel burocrático del jerárquico superior y eliminación de 25 mil vacantes del sector púbico.
Convertido en “Papá Noeliberal” -como lo calificó un humilde vendedor ambulante-, el ministro Martínez dijo que “este tipo de decisiones se toma en una situación fiscal extremadamente compleja, que se torna insostenible”. El ministro anunció una medida que “se veía venir” desde septiembre del 2017. Desde esa fecha hasta agosto de 2018, más 20.000 partidas vacantes del sector público han sido eliminadas y, según la Secretaría Nacional de Planificación y Desarrollo (SENPLADES), a agosto de 2018, alrededor de 42.000 funcionarios con contratos ocasionales fueron despedidos. La meta es llegar a las 75.000 desvinculaciones laborales públicas. Medida coordinada con la venta de uno de los dos aviones que usa la Presidencia, automóviles de lujo, y como meta, la reducción en el 10% el sueldo de todos los servidores públicos de nivel jerárquico superior.
El paquetazo navideño se da como colofón a diversas decisiones económicas labores. Hace pocos meses, el ministro del Trabajo, Raúl Ledesma, confirmaba que a partir del 1 de julio no haría nuevas contrataciones bajo la modalidad de servicios ocasionales. Explicó que había 70.000 personas en ese caso y que de estos, unos 30.000 debían ir, obligatoriamente, a concursos porque la idea era regularizar su situación. Sin embargo, en noviembre de 2018, el asambleísta Juan Cristóbal Lloret, integrante de la Comisión de Régimen Económico, denunció que, entre diciembre del 2017 a junio del 2018, se registró un incremento de 1.272 funcionarios públicos. “Nos han engañado”, criticó el legislador.
Los comunes protestan
El colectivo ciudadano denominado Foro de los Comunes, manifestó su disconformidad con el paquetazo gubernamental, en estos términos: “luego de imponer un vicepresidente de su círculo íntimo…anuncia nuevas medidas que afectan directamente a los sectores más vulnerables del Ecuador”. El “neoliberalismo autoritario” -continúa señalando el comunicado- “se profundiza al ritmo de la ausencia de un ejecutivo sin autonomía de los grandes intereses”.
El foro, consecuentemente , denuncia: “el carácter inconsulto, antipopular y recesivo del programa económico de las elites gobernantes”. A renglón seguido manifiesta el documento que, “el Gobierno, las Cámaras, los grandes medios, los poderosos deben saber que anunciar medidas antipopulares en medio de las fiestas navideñas no impedirá la movilización en defensa de la justicia social, la democracia y los derechos fundamentales de quienes habitan en el Ecuador”.
La protesta ciudadana aun no tiene respuesta oficial. Sin embargo, en este frío diciembre y en medio de luces, novenas y villancicos las voces populares se hacen sentir contra el paquetazo navideño.