Un bochornoso incidente protagonizaron Donad Trump, presidente de los EE.UU y el periodista de CNN, Jim Acosta, cuando en una rueda de prensa presidencia el reportero fue impedido de preguntar y una empleada oficial trató de arrebatarle el micrófono. Acosta fue acusado por la Casa Blanca de “colocar sus manos” sobre el cuerpo de la funcionaria.
Este nuevo episodio viene a enturbiar aún más las ya conflictivas relaciones de Trump con la prensa de su país, cuando luego del incidente la Casa Blanca difundió un video “adulterado” de la discusión del periodista de la CNN con Trump. Las imágenes exageran cómo el reportero interactúa con una empleada que trata de quitarle el micrófono, contradiciendo así el motivo para retirarle su credencial de prensa. Acosta argumentó que la acusación es falsa y que el video fue alterado para mostrar una agresión inexistente. Sin embargo, ese vídeo exagera el contacto entre el brazo del periodista y de la empleada, según las conclusiones de varios expertos visuales.
El video alterado había sido compartido antes por Paul Joseph Watson, conocido por sus vídeos en la publicación derechista y conspirativa Infowars, que está acusada de difundir numerosos bulos. Watson ha negado haber modificado el vídeo. No obstante, un análisis de Storyful, una firma de inteligencia que verifica contenido en redes sociales, concluyó “que el vídeo difundido por Sanders repetía varios planos y los dejaba en pausa”. Una prueba de la adulteración del video es que falta la parte del original en que el periodista le dice a la becaria “perdóneme, señora” cuando esta trató de arrebatarle el micrófono, después de que Trump le gritara “¡basta!” a Acosta. El periódico The Washington Post publico una declaración del director de investigación del centro de periodismo digital de la Universidad de Columbia, Jonathan Albright, quien ha concluido que el vídeo difundido por la Casa Blanca había sido alterado.
Trump de visita en Paris, amenazó con retirar las credencias a otros periodistas acreditados ante la Casa Blanca. “Tienes que tratar con respeto la Casa Blanca y la Oficina de la Presidencia”, dijo Trump a Acosta. Irónicamente, poco después, él mismo criticó a un periodista por hacerle «muchas preguntas estúpidas”. La guerra de la administración Trump contra la prensa es calificada de “feroz” por los observadores, aludiendo al calificativo presidencial de “enemigos del pueblo” con que el mandatario norteamericano califica a los medios de comunicación.
Este es otro botón de muestra de que la intolerancia presidencial marca una nueva línea roja que la administración norteamericana cruzó hace rato: “la de la propaganda en un Gobierno democrático, al distribuir un vídeo modificado para tratar de ganar argumentos y castigar a un periodista incómodo para Trump y con el que ya ha mantenido varios encontronazos verbales en los últimos meses”.
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