Nos habíamos olvidado de las escenas de policías reprimiendo con gases lacrimógenos antimotines a manifestantes en las calles del país. Esa escena, surrealista en un país con «un gobierno democrático, respetuoso de la opinión opositora», la vimos ayer tarde al ocaso de la marcha de protesta contra el régimen de Lenin Moreno.
A las consignas «Indígnate Ecuador», «Fuera traidor» siguieron toques de cornetas y frases como: «Correa, Correa, Correa corazón», «Vea, vea, vea, el pueblo con Correa», «Lenín Moreno hipócrita traidor, el pueblo te rechaza en todo el Ecuador». Mientras el grueso de la manifestación se dirigió a la Plaza Santo Domingo, un grupo de manifestantes protagonizó una gresca con la policía que los desalojó con empujones y gases con un saldo de 10 detenidos, 7 policías golpeados y al menos una docena de heridos entre los marchantes.
Era el viejo país revivido en una marcha ciudadana contra un régimen considerado antipopular que ha desconocido un programa que lo llevó a Carondelet y entregado sus políticas públicas a los sectores tradicionalmente opositores a la revolución ciudadana, y reaccionarios a todo cambio y justicia social, según el clamor de los dirigentes de la marcha.
La policía arremetió a pie, en moto, en caballos y con canes contra la masa de manifestantes, hasta hacerlos desistir de avanzar a la fachada de la casa de gobierno, en la que un gobernante rechazado por sus opositores, manifestaba “su preocupación por los venezolanos reprimidos en Venezuela”.
«Fuera, Moreno, Fuera», fue la respuesta popular en las calles del centro histórico de Quito, mientras las fuerzas del orden, convertidas en fuerzas represivas, hacían su trabajo. Cabe anotar que esta es la segunda marcha realizada contra el gobierno, diferente a la última que tuvo lugar el pasado 10 de abril cuando se realizó la primera movilización contra Moreno.
La diferencia radica en que la intolerancia del régimen puso a raya a los protestantes, a fuerza de represión policial. Una escena que no publican los «medios públicos». Una escena surrealista en «un gobierno que cree en el dialogo» y «respeta la opinión contraria», venga de donde venga, como ha dicho el mandatario con una sonrisa en los labios.
Foto principal Ecuadorinmediato
Fotos interiores Leonardo Parrini