Cuando la actriz chilena transexual, Daniela Vega, levantó la estatuilla del Oscar obtenido por el filme Una Mujer Fantástica, de Sebastián Lelio, como Mejor Película Extranjera, para Latino América se abría una nueva etapa en el reconocimiento de los derechos de las minorías sexuales. El galardón motivó en Chile que una ley qué reconoce el derecho al cambio de identidad de género desde la infancia, fuera impulsada por la ex presidenta Michelle Bachelet en el parlamento de ese país. Desde ese momento en Chile, las personas que lo deseen, dejarán de llevar en el documento de identidad el sexo masculino y podrán exhibir el género femenino que las identifica. El derecho infantil a elegir su género y ser recocido en una nueva identidad, es un logro mayor de la sociedad chilena.
Estudios realizados por psicólogos establecen que entre los 18 meses y los 4 años, aproximadamente, los niños toman conciencia de su cuerpo y de las diferencias anatómicas entre niños y niñas y se desarrolla la identidad sexual. Es en esa etapa que pueden aparecer las primeras señales, entre ellas: rechazo del género preestablecido y fuerte adversión a la ropa típica de su género y deseo persistente por vestir como el sexo opuesto.
Internacionalmente, el cine ha recogido la reivindicación de los derechos sexuales con realizaciones de gran incidencia social. La serie estadounidense Pose, recientemente estrenada, muestra varias historias de grupos transgéneros. La producción de Ryan Murphy, tiene el 95% del reparto de actores que forman parte del colectivo. Esta es otra forma de rebeldía contra la represión social y el acoso policial al colectivo, en los EEUU, que levantó su voz desde 1969.
El movimiento LGBT es el colectivo social y político que lucha contra la discriminacion y la homofobia, y a favor de la equiparación y reconocimiento de derechos de las personas lesbianas, gais, bisexules, transgéneros y transexuales. Investigaciones han ido revelando en diversas culturas, que existen desde el mundo antiguo, movimientos impulsados por personas que coinciden con los términos modernos de la sigla LGBT. Una de las principales acciones del movimiento LGBT es el Día del Orgullo LGBT, con manifestaciones multitudinarias, dedicadas a exteriorizar ante la sociedad el orgullo que sienten las personas participantes de ser coherentes con sus deseos, orientaciones e identidades sexuales.
Significativos avances tiene lugar en el mundo la lucha por los derechos de género. El pasado 24 de junio, se realizó en la ciudad de Nueva York el desfile del Orgullo Gay. El evento conmemora los disturbios que estallaron en respuesta a una redada policial en un bar gay de Nueva York llamado Stonewall Inn, en junio 1969. El 18 de junio de 2018, la Organización Mundial de Salud (OMS) quitó a la transexualidad de la lista de enfermedades mentales y pasó a considerarla una disforia de género. Es decir que una persona siente que su identidad de género no está acorde con su sexo biológico.
Hoy 28 de junio, el colectivo integrado también por gays, lesbianas, intersexuales y bisexuales recordarán el día del Orgullo LGBTI, como una ocasión para conmemorar logros y conquistas por sus derechos en el Ecuador. En el país, solo desde 2009 los movimientos de transgéneros exigieron la modificación de la ley y tomó seis años su aprobación en la Asamblea Nacional en el 2015, garantizando una visibilización del sector solo desde hace tres años. Al mismo tiempo, el cambio de sexo por género es uno de los avances más significativos que los transexuales lograron en Ecuador. Un logro importante es la opción real a la unión de hecho, con iguales derechos que un matrimonio civil a la salud y al seguro social.
La lucha por los derechos transexuales se inscribe en la defensa de los derechos humanos consagrados en diversos manifiestos internacionales y representa un avance cultural de la sociedad por poner fin a una convivencia excluyente y discriminatoria.
La prerrogativa de elegir las propias preferencias sexuales, decidirse por la convivencia sexual con personas del mismo sexo, o el cambio de identidad de género son alternativas tan válidas como cualquier otra elección humana que no pueden ser motivo de represión social, política o económica en un sociedad civilizada.