Por María Eugenia Paz y Miño
En pleno Mundial de Fútbol, mientras goles van, goles vienen, se aprueba en Ecuador una ley que tiene un nombre larguísimo, como para aburrirse leyendo: “Ley Orgánica para el Fomento Productivo, Atracción de Inversiones, Generación de Empleo, y Estabilidad y Equilibrio Fiscal”. Según lo que logré investigar en el Face, en Internet, Twitter, Skype, Instagram, Whatsapp y otras fuentes fidedignas, esa ley se da por orden de la FIFA, para remediar en algo los traumas provocados por no haber clasificado al Mundial, Rusia 2018.
No es para menos, dicen algunos entendidos. La cuestión es que ese error no solo provocó que el equipo de la Selección nacional sufriera traumas, sino –lo más importante–, que afectó el ánimo y la siquis de los millonarios de este país. Sí, de esos que tienen miles y millones en sus cuentas bancarias. A ellos y ellas dizque los perturbó sobremanera. La propia FIFA, al parecer, y preocupada por esta situación de inestabilidad emocional severa, intercedió ante los padres y madres de la patria para que se condolieran de los ricos y millonarios (conocidos en algunos ámbitos como “oligarcas”).
Con el apoyo de tan prestigiosa institución internacional, dicen que los ricos y millonarios, desesperados por el dolor y al borde del suicidio, fueron a suplicarles a esos ilustres padres y madres, para que se condolieran y les perdonaran todas las deudas, todos los pagos de IVA, de impuestos; que solo eso podría remediar su gran depresión, su desequilibrio interno. “Pobrecitos”, “tremenda lástima”, fueron algunos de los comentarios. “Han sido bien sentimentales, bien comprometidos con el fútbol, con los goles, con el gran nombre de nuestro Ecuador”, fue la opinión de politólogos reconocidos. “Cierto ha sido eso de que los ricos también lloran”, dirían.
Y así, parece que esa ley con nombre aburrido es lo que necesitábamos, porque ya mucha nota que siempre se le dé todo al pueblo, que todo sea por y para el pueblo. Dicen, además, que el pueblo ecuatoriano está tan feliz de que los ricos y millonarios vuelvan a sonreír, que en los barrios populares hasta se están organizando rifas y hornados solidarios para recaudar fondos y con eso pagar las deudas que se les ha perdonado a los ricos y millonarios. Parece que el pueblo quiere asumir con generosidad el déficit fiscal, con tal de que los ricos y millonarios superen los lamentos y el crujir de dientes, y vuelvan a ser los mismos de antes. Qué buena nota. Me encanta confirmar que sí, somos gente amable. Mi Ecuador del alma. Sí se puede.