Max Berrú murió el primero de mayo, como si un destino premonitorio hubiere designado esa fecha para que el músico, activista y militante comunista iniciara su última travesía por las anchas alamedas donde debió pasar el hombre libre, según la postrera sentencia de Allende. Ese mismo día, en Santiago de Chile miles de trabajadores marchaban por las alamedas conmemorando su día clásico en homenaje a los grandes luchadores sociales, como lo fuera Max Berrú.
Esa jornada se escucharon vítores, canciones y consignas populares en las calles del mundo, mientras Max recibía el adiós de sus compañeros de ruta. Cientos de mujeres y hombres, jóvenes, niños, artistas, dirigentes sociales y políticos, gente del mundo de la cultura y de las artes, académicos, miembros del cuerpo diplomático acreditado en Chile, se dieron cita para despedir al fundador de Inti Illimani, el ecuatoriano que afincó en Chile y fundió su espíritu combativo con su pueblo para siempre. La cita fue en la Casa Museo Michoacán, en el barrio santiaguino de La Reina, donde se han efectuado decenas de guardias de honor en torno de su féretro y diversos grupos y solistas han interpretado canciones en honor al artista desaparecido luego de un cáncer terminal.
Max, hasta sus últimos días de su dolencia entregó solidaridad y entusiasmo con sus palabras y sus canciones. Según testimonio de Carlos Contreras, cronista de diario El Siglo, las últimas horas de Berrú transcurrieron marcadas por su cotidianeidad de artista.
–Habíamos cenado con él y muchos amigos recién el viernes pasado en uno de sus conciertos en un conocido local de Ñuñoa. Esa noche actuó junto al excelente grupo Tricahue de música latina y caribeña, cuenta Contreras.
Max había acudido directo al lugar del concierto, proveniente de la clínica donde se realizaba su tratamiento contra el cáncer. A su arrib0 fue recibió por sus amigos y minutos más tarde en el escenario interpretaba su repertorio. Ante el cálido recibimiento de los asistentes, Berrú dijo: “…con tanto cariño de mis amigos… ¡no me pienso morir! ”. De su melodiosa voz emergieron los temas que gustaba compartir, cantos populares, rancheras mexicanas y melopeas del repertorio latinoamericano. Un momento especial fue cuando, sentado frente a frente a su compañera, Mónica, cantaron mirándose ambos a los ojos aquella bella canción de Víctor Jara, Cuando voy para el trabajo, narra Contreras.
Vientos del pueblo
Parodiando el verso de Jara, vientos del pueblo me llevan, vientos del pueblo me llaman, se diría que Max siempre estuvo alerta al llamado popular. Nacido en Cariamanga, Loja, y afincado en Santiago de Chile desde 1962, Max Berrú se integró tempranamente a las luchas del pueblo chileno en los años sesenta. Militante comunista, fundo el grupo Inti Illimani y contribuyó decididamente a las campañas de Salvador Allende de 1964 y 1970 que lo llevó a la presidencia de Chile. Durante el gobierno de la Unidad Popular, 1970-73, continuó entregando su talento junto a Inti Illimani y realizado giras por el país y el continente. Luego del golpe de Estado de 1973 que derrocó a Salvador Allende, Berrú aportó desde su exilio junto al destacado conjunto musical Inti Illimani, al gran esfuerzo de la solidaridad internacional que tanto influyó en la condena a la dictadura militar pinochetista. Fue una década de residencia en Italia y activismo por todo el mundo que llevó a Berrú a convertirse en el embajador latinoamericano de la lucha política y social de Chile y de América Latina.
A su retorno a Chile, e instaurada la democracia, Berrú inicia una carrera como solista acompañado de sus hijos interpretando melodías del cancionero latinoamericano. En su activismo comprometido, Berrú siempre estuvo donde fuera necesario para luchar contra la dictadura y alentar las batallas contra el modelo de sociedad impuesto por los golpistas. Fue militante activo del Partido Comunista, dirigente comunal de su organización, y formó parte del Centro de Extensión e Investigación Luis Emilio Recabarren, CEILER, fundado el 6 de julio del año 2012 y convirtiéndose en su Presidente con una destacada labor.
La postrera despedida a Max Berrú tendrá lugar mañana jueves en el Parque del Recuerdo, en el barrio Recoleta, de Santiago de Chile. Paz en la tumba de este imprescindible luchador por la justicia, libertad y dignidad de nuestros pueblos hermanos.