Un saber esencial proveniente desde los orígenes del hombre señala que el calendario es una estructura convencional para comprender la relación entre tiempo y poder. Sin noción del tiempo no hay historia, sin calendario no existe desarrollo social. El tiempo es ese marcador del pulso gradual del universo que da cuenta de los ciclos de la naturaleza. Esta comprensión ancestral permitió registrar las transiciones históricas del hombre como ser social de nómade a sedentario, convertirse de recolector en agricultor. Es entonces que surge la necesidad de establecer el calendario como una medida de tiempo para organizar los ciclos de siembras y cosechas.
Los seres humanos habitamos el cosmos, pervivimos en él. En las culturas ancestrales esta relación cósmica del hombre, siempre ha sido clara e inherente. Los calendarios ancestrales fueron y son luni-solares, es decir, en relación con la luna y con el sol, pues éstos constituyen los relojes maestros del universo. El Calendario Andino en su referencia astronómica está enmarcado bajo las fases del sol y de la luna. Está dividido en trece meses de 28 días cada uno, con cuatro semanas de siete días, correspondientes a las cuatro fases lunares. En total se hacen 364 días, lo que conforma un año y el día que falta para completar los 365 días, está dedicado a la ceremonia del sol, Inti Raymi y que coincide con el inicio del Año Nuevo Andino, el 21 de Junio.
La celebración de cada Año Nuevo Andino, coincide también con el Solsticio de Invierno; una de las cuatro fases del recorrido del sol (dos equinoccios y dos solsticios). Esta etapa de inicio no sólo tiene que ver con un nuevo año, sino con los cambios de la trayectoria del sol con respecto al planeta, marcando los cambios de estación y por consiguiente, la emanación de diferentes tipos de energía generados por el sol, que además coinciden con algunos lugares energéticos de gran trascendencia.
Saberes interculturales educativos
El Ministerio de Educación de Ecuador se ha planteado la incorporación de los saberes ancestrales al aula de los establecimientos educativos mestizos. Pedro Cango, subsecretario de Educación Intercultural Bilingüe, anunció el lanzamiento -21 de marzo- de la implementación del Calendario Ecuatorial Andino en el sistema de educación del Ecuador. La introducción de esta sabiduría milenaria en el currículo, cuenta con una guía pedagógica para implementar este saber en forma permanente a los conocimientos escolares. La ceremonia en 85 planteles educativos de Quito, Calderón y Cayambe, coincide con el Pawkar Raymi, e incorpora de manera oportuna un conocimiento que define nuestra identidad como instrumento de orientación temporal, espacial y astronómica.
El viceministro, Alvaro Saenz, mentor de la iniciativa ministerial, ha señalado que “el calendario ecuatorial andino se hermana de manera práctica y colectiva en el calendario vivencial que cada institución educativa elabora en armonía con su contexto local, y como recurso lúdico pedagógico para la educación intercultural permite a los estudiantes contar con elementos para su orientación temporal y espacial sobre la base de la cosmovisión andina. Qué fácil es orientarse. El 21/mar el sol saldrá por el oriente, Pawkar Raymi o equinoccio. El 21/dic fue el Kapak Raymi o solsticio del sur. El 21/jun será el Inti Raymi o solsticio del norte. El 21/sep volverá el equinoccio, Kulla Raymi. El Aya Uma, representa estos 4 momentos.”.
Ecuador da un paso trascendental en una educación inclusiva y soberana, que conjuga la sabiduría milenaria de nuestros pueblos aborígenes con el derecho a la educación intercultural de cinco millones de estudiantes. No en vano decimos que el hombre es la naturaleza que toma conciencia de sí misma, ahora en un acto de amor didáctico por la Pachamama y sus ciclos vitales que palpitan al ritmo cósmico del universo.
Saberes ancestrales https://drive.google.com/drive/folders/1H5otN5mlXvL86fM0mX__WZmrNkQEw-Af