El lenguaje de señas no solo es gestual, también suele ser lingüístico, emitido con las propias palabras con que se dice o no se dice, o se insinúa entre líneas. Ese subtexto del que habla Barthes, acompaña todo discurso y hace referencia a aquella elegancia de la connotación a partir de lo denotado.
El presidente Lenin Moreno ha desarrollado -si antes no la tuvo- una notable manera de no decir diciendo, y decirlo, sin querer queriendo. En su informe de inicios de semana el jefe de Estado se refirió a lo que vamos a llamar “el caso Serrano”, o mejor, el «escándalo heredado», como lo llamó el primer mandatario. Una herencia incómoda que le perturba y que “afecta seriamente la imagen del país y nuestra paz personal”, dijo el presidente, en referencia a la grabación de la conversación entre el principal de la Asamblea, José Serrano, y el ex contralor Carlos Pólit, prófugo de la justicia.
Y no es para menos. El “vergonzoso episodio de la difusión de una grabación entre algunas personas, que compromete las instituciones democráticas”, pasó de castaño oscuro. Y, hay que decirlo, probaría un supuesto “acuerdo” entre Serrano y Pólit para “forjar documentos”, a partir de un supuesto informe de Contraloría a los gastos especiales de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain), que lo involucraría por recursos asignados a la Comisión del 30-S que él presidió.
Y el presidente lanzó la primera señal no gestual, sino lingüística, innegable: “Quienes no estén en condiciones de cumplir ese papel ejemplar, den un paso al costado” -enfatizó- “como presidente del Movimiento País he solicitado que la Comisión de Ética de Alianza País analice esta situación, esta situación dada con las personas que son militantes”, en clara alusión a su coideario José Serrano. Y la señal fue más clara que el agua cristalina. Moreno, jefe del Ejecutivo, no se la juega por el presidente del Legislativo. Así de imple y claro. ¿Por qué?
Porque dime con quien andas y te diré quién eres, decía mi abuelita. Y en seguida, envió la segunda señal ineludible: “Estoy seguro de que la decencia recuperará el lugar que le corresponde, y que, en los próximos días seremos testigos de cambios, renunciando a posiciones personales”. Es decir, a partir de hoy se ponen en marcha “los mecanismos democráticos de resolución de las diferencias”, porque “el país entero así lo exige”. La señal tan clara como la anterior: “Nadie quiere despertar cada día con escándalos heredados, repito escándalos heredados, que afectan seriamente la imagen del país y nuestra paz personal”. Y el puntazo final: “Cuando las noticias de cada día tienen que ver con episodios de esta naturaleza, la democracia está enferma”.
¿Cuál es el diagnóstico, la sintomatología y el remedio de estos males democráticos, señor presidente?
La respuesta provino de la declaración del propio José Serrano, en sesión del Comité disciplinario de su movimiento político: “Y aquí sí le digo a todos nuestros compatriotas que yo no voy a ser parte de que un grupo de asambleístas correístas y la bancada manejada por Guillermo Lasso pongan en peligro la democracia y la gobernabilidad del presidente Lenín Moreno”. Y los trapos sucios ahora brillan al sol.
Alguacil alguacilado, Serrano es señalado por una posible violación al artículo 8 del Código de Ética, (de AP) que obliga a los adherentes a “actuar con absoluta honestidad y honradez en las decisiones que se deben adoptar. Velar por la Ética y el interés general”. Adicionalmente, por supuesta falta grave -según el artículo 85 del Estatuto Orgánico- que prohíbe “los actos de corrupción comprobados en el ejercicio de la función pública, en el ámbito privado, o en el cumplimiento de tareas encomendadas por Alianza País”. En caso de ser sancionado, hay dos remedios: la pérdida temporal de sus derechos de adherente permanente o la expulsión del movimiento, dependiendo de la gravedad”. Eso, en el frente interno.
En lo externo, también se dejan sentir síntomas de nuestra democracia enferma. En la Asamblea se debate sobre “la pertinencia de que Serrano y Baca comparezcan”. Y para eso ya hay consensos mínimos con los votos necesarios. La derecha parlamentaria apuesta a que luego de ese trámite “se pueda apelar la Presidencia de Serrano, que se lo destituya o cese. Y con relación a Baca, se espera iniciar un juicio político”. El bloque del Partido Social Cristiano (PSC) propondrá este martes 6 de marzo del 2018 el juicio político para Baca y la destitución o cesación de Serrano. Por su parte, los concejales de Quito por Alianza PAIS se sumaron a las voces que piden a Serrano dar un paso al costado y exigieron que se excuse de su cargo para que pueda aclarar las conversaciones y los acuerdos mantenidos, ya que su actuación “revela prácticas y relaciones inaceptables para una sociedad que demanda transparencia”.
Y hay más síntomas: el movimiento CREO también pidió “la renuncia de Serrano y la reestructuración de la Asamblea”. Ante esto, el PSC acusó a CREO de una maniobra gracias al “arreglo Rafael Correa-Guillermo Lasso”, en un supuesto afán de apoderarse totalmente del Consejo de Administración Legislativa, las presidencias y vicepresidencias de las comisiones. E incluso sonó el nombre de Viviana Bonilla -afín a Correa y ñaña de Eduardo Bonilla, colaborador de G. Lasso- para el reemplazo legislativo.
Y la última señal presidencial del día lunes, en respuesta al “escándalo heredado” de un pasado tan cercano, no se hace esperar: “Cuando en una democracia se habla de la ternura, de la solidaridad, del amor, del respeto al otro, resulta ingenuo o intrascendente, es porque esa democracia está afectada por profundos males”.
¿Qué tan bueno resulta ser heredero? La respuesta en señal positiva vino de Carondelet: “No podemos permitir que estas noticias denigrantes sean el eje de nuestra deliberación como sociedad (…) Tenemos temas que le importan mucho más a la ciudadanía como la situación económica, el empleo, la seguridad, la salud, la educación, etc.” Y concluyó en su afan de renunciar a la herencia escandalosa: “Es nuestra obligación dignificar la política (…) dotarle de ética. Queremos dejar atrás momentos vergonzosos que atentan contra la dignidad del país entero”.
Foto El Comercio