La peor derrota es aquella que no se reconoce. La política, o es un conjunto de hechos objetivos o es una versión subjetiva sobre la realidad. Las lecturas equívocas llevan a acciones equívocas y en política la subjetividad suele ser un camino errático. Los resultados de la Consulta Popular de ayer son el reflejo cuantitativo de la opinión política en el Ecuador de hoy; sin embargo, es una lectura sincera de las cifras lo que da sentido al análisis de coyuntura.
Esta vez las cifras no hablan por sí mismas, hablan en boca de los interesados en dar su versión de los resultados y hacer una lectura sin contraste con los porfiados hechos. En su cuenta de tuits, el ex presidente Correa juega con las cifras y publica que en el 2017 Alianza País obtuvo un 39% mientras hoy el NO alcanza el 37% cifra que, según su análisis, “representa el correísmo duro”. El apoyo obtenido por los adherentes al SI se distribuye, -según un gráfico de barras- en un 28% de Lasso, 16% de Nebot, 6.7% de Moncayo, 4,8 de Bucaram, 2% de Moreno y 07% de Lucio. El mensaje es obvio. Se busca presentar al correísmo como la primera fuerza política individual del país, ejercicio que contribuye escasamente a entender el sentido del resultado político electoral. Lo único que demostraría ese muestreo de cifras, es que hay una falta de representatividad popular en esos sectores por separado, asumiendo de que su desglose cuantitativo sea el correcto. Esta forma de mostrar “un triunfo político en una derrota electoral”, peca de ingenuidad. La historia se encargará de mostrar en los hechos si ante la prohibición a Correa de volver a ser candidato a Presidente, habrá que ver cómo se plasma su futuro político con el caudal electoral de hoy obtenido en la consulta popular.
La derecha política, en cambio, hace sus propias cuentas con la conciencia de que la absoluta mayoría del Sí lo aportaron ellos, según un chat publicado en sus cuentas. De hecho, Lasso reivindica que su gente contribuyó con casi 50 puntos al SI. Lo cierto es que el gobierno puso toda la carne en el asador y quemó su cartucho fuerte: la consulta Popular, para legitimar su actuación ante el país, y es claro que el pueblo sancionó a favor esa gestión. No obstante, desde una mirada del ex vicepresidente León Roldós “de no haber un cambio ético en el Ecuador, las decisiones y las acciones de su gobierno no tendrán cimientos firmes y seguros, sino que estarán sobre el estiércol de la no transparencia, del fraude, de la simulación, de la mentira, que caracterizaron a la década de Correa”.
Lenin Moreno, en cadena nacional y rodeado por su gabinete en pleno, señaló que la consulta fue un amplio proceso de diálogo y que “todos, comenzando por el gobierno, estamos obligados a concretar este mandato sin ninguna demora, obligados a ser consecuente con esta clara y contundente victoria”. Ecuador pide unidad, paz y trabajo, y estas serán nuestras prioridades, dijo. El presidente Moreno agradeció a la ciudadanía “por luchar contra la corrupción, por incentivar a los jóvenes a participar en política, no volverán los viejos políticos”, advirtió Moreno. Agradeció además al pueblo “por cuidar a nuestros niños y por proteger la naturaleza, por brindarnos las herramientas para generar más empleo, esa opinión la necesito para poder gobernar bien, para que este siga siendo el gobierno de todos”.
En el desglose de ese mandato popular insoslayable, cabe destacar la respuesta popular a la pregunta cuatro, mejor sancionada positivamente a favor por la ciudadanía. El ministro de Educación, Fander Falconí destacó al respecto que, “la contundente respuesta es una clara señal de lo que la sociedad ecuatoriana está esperando acerca de la no prescripción de los delitos sexuales contra nuestra niñez y adolescencia. Con nuestra llegada a ministerio hay un ante y un después, no es que estamos empezando en este momento a propósito de la consulta popular, ya tenemos acciones absolutamente bien encaminadas que ventajosamente han sido reconocidas también por la sociedad ecuatoriana”. En ese sentido el país se pronunció por un mayor compromiso con los niños, niñas y jóvenes, puesto que elevó su voluntad a mandato constitucional que se deberá traducir en acciones de restitución de derechos, mayor prevención de los delitos sexuales y total transparencia en la información.
El país, al dia siguiente de la consulta popular, también reconoce un derrotero en la defensa de la naturaleza ampliando el área protegida del Yasuni e impidiendo la explotación minera en áreas ecológicamente sensibles y urbanas. La lucha contra la corrupción es otra reiteración popular al decretar la muerte política de los corruptos condenados por la justicia y la no reelección consecutiva de un cargo de elección popular habla de una ineludible voluntad de cambio.
Mas allá de la danza de las cifras, el país ganó en vocación y cultura democrática.