Es uno de los hombre imprescindibles de nuestra América, como dice Brecht. Porque como él mismo dijera, con los pobres de la tierra quiero yo mi suerte echar. Decir Martí es decir América, esperanza, poema y fusil. Decir América es decir Cuba…dentro de tí yace Martí como una almendra pura.
Yace en la historia su cadáver sin muerte, su memoria sin despojos ni olvido, siemprevivo en el imaginario de los cubanos a quienes José Martí inspiró la mayor gesta social americana del siglo XX. José Martí, padre y guía de la Patria, hoy el pueblo de Fidel conmemora su natalicio y entrada a la historia un 28 de enero de 1853. Y ese Martí está siempre próximo, porque no hace falta ir a Santiago de Cuba para sentirlo más cercano, apóstol de la reivindicación americana.
El pueblo cubano conmemoran hoy la efeméride del natalicio del poeta y del político, gestor del Partido Revolucionario Cubano que luchó en la Guerra Necesaria del 95 -necesaria como ciertas guerras libertarias- contra el yugo extranjero. Cuenta la crónica que “su visión política era un liberal clásico y demócrata. Además, su obra política y de propaganda muestra estas tres prioridades: la unidad de todos los cubanos como nación en el proyecto cívico republicano de postguerra; la terminación del dominio colonial español; y evitar expansiones estadounidenses y españolas. Es casi unánime la información sobre su gran capacidad de trabajo y frugalidad, lo que, siendo evidente, junto a su palabra persuasiva, le valió reconocimiento por la mayoría de sus compatriotas”.
El aporte que hizo José Martí a la educación, es enorme. Concibe el modelo educativo con una función social transformadora de las condiciones socioculturales y económicas de la población en general. Según investigaciones, “tiende puentes para que la educación ofrezca oportunidades reales para el desarrollo integral del sujeto educativo, el cual se expresa en la necesidad de contar con un curriculum educativo que propicie la formación humanista, artística, política, científica y técnica. Estos aspectos son viables en el contexto de procesos de enseñanza y aprendizaje que permita el descubrimiento, la exploración, el diálogo y la consciencia social. Estos procesos requieren ser tomados en cuenta en las modalidades educativas formal o no formal”.
Su influjo en su pueblo, es grande. Es considerado por sus compatriotas como el principal modelador de la nacionalidad cubana. Su prestigio se refleja en los títulos que popularmente se le conceden. El apóstol de la independencia y el maestro, es considerado también el precursor del Modernismo en Latinoamérica, un movimiento literario que explotaría en el continente latinoamericano con Rubén Darío.
Hoy en Quito, la delegación diplomática y el pueblo cubano residente, rinden homenaje a José Martí ante el monumento que se yergue en la avenida América. Un estilizado y bello símbolo que en su verticalidad enhiesta, evoca el pensamiento del revolucionario americano, en una invocación urgente e imprescindible.
Será acaso por eso que Pablo del sur dejara escrito en versos nerudianos de rojo escarlata: Cuba, flor espumosa, efervescente azucena escarlata, jazminero cuesta encontrar bajo la red florida tu sombrío carbón martirizado, la antigua arruga que dejó la muerte, la cicatriz cubierta por la espuma…Pero dentro de tí como una clara geometría de nieve germinada donde se abren tus últimas cortezas yace Martí como una almendra pura.