De acuerdo con la actualización que hace el SRI para el año 2017, hay en Ecuador 215 grupos económicos. Hasta el año pasado, la presión fiscal (resulta de dividir el impuesto a la renta causado por esos grupos para el total de sus ingresos) de 78 grupos es inferior al 1.5%, y solo para 53 es superior al 3%, pero solo 1 alcanza el tope superior que apenas llega al 9.2%
De otra parte, son U$ 30.634 millones los que han sido detectados en paraísos fiscales (http://bit.ly/2CiP0cf).
Hoy, en la página web del SRI ya no consta el dato específico sobre la deuda tributaria de los 215 grupos económicos, algo que la institución debe rectificar; sin embargo, de acuerdo con un dato anterior del mismo SRI, hasta el 28 de agosto de 2017, el monto de la deuda total de los integrantes de los grupos económicos (evasión tributaria, en definitiva) ascendía a U$ 2.260`157.584.
Además, de acuerdo con Leonardo Orlando, Director del SRI, 512 empresas fantasmas emitieron facturas falsas por más de U$ 2.100 millones, perjudicando al fisco en U$ 357 millones.
Entrevistado por EcuadorInmediato este 27 de diciembre (http://bit.ly/2BTBVCR), Orlando dio importantes datos sobre el incremento de la recaudación tributaria, aunque reconoció que todavía el impuesto a la renta no ocupa el primer lugar.
Hoy, 28 de diciembre, EcuadorInmediato trae otra información: el empresario Roberto Aspiazu (director ejecutivo del Comité Empresarial Ecuatoriano – CEE) ha declarado lo siguiente, al respecto del allanamiento de la Asamblea a la Ley de Reactivación: «Estamos decepcionados, esto no ha sido, sino una reforma tributaria con otro nombre, tal como sucedió en el correísmo lo cual responde, seguramente, al hecho de que las mismas autoridades económicas de entonces siguen ejerciendo funciones de manera tal que la visión del modelo de desarrollo y de la propia reactivación económica sigue siendo el mismo. En la manera en la que esto persista, no vamos a salir adelante» (http://bit.ly/2E7eE1J).
Esa visión empresarial es la que se trata de imponer al país. Y, lastimosamente, va ganando terreno.
Contradiciendo las declaraciones empresariales, el Ecuador debe apoyar al SRI y tomar consciencia sobre la gigantesca evasión tributaria, el delito de las facturaciones falsas, el perjuicio al fisco de los fondos en paraísos fiscales.
Además, es necesario comprender que Ecuador tiene un promedio menor al de América Latina en cuanto a impuestos, que es necesario incrementar los impuestos directos (sobre rentas, patrimonios, utilidades, herencias, plusvalías) a las capas más ricas de la población y que el Estado tiene que ser fortalecido en sus capacidades, para redistribuir la riqueza y financiar la provisión de servicios como educación gratuita, medicina y atención hospitalaria, seguridad social y pensiones, entre otros. Es decir, más ingresos públicos para un mayor gasto e inversión estatales.
En la coyuntura lo que existe es una clara presión para quitar impuestos y una estrategia en el país para tratar de ocultar o minimizar un tipo de persistente corrupción privada, que es, junto al feriado bancario de 1999, la sucretización de las deudas privadas de 1983 y las Cartas de Intención con el FMI de las décadas de los 80 y 90, los casos más graves de afectación histórica a la sociedad ecuatoriana, para favorecer, con miles de millones de dólares, a las elites económicas.