“En Ecuador existe una tradición gráfica de excelencia desde hace seis mil años”. Con esta suscitadora afirmación abre fuegos Pablo Iturralde, creador gráfico que nos representará en la Bienal Internacional del Cartel 2017, encuentro de cultura visual más importante del mundo que tendrá lugar en La Paz, Bolivia. Según información otorgada por la gestora cultural, María José Ferrel, son 22 conferencias, 24 talleres, 19 exhibiciones en 15 diferentes centros culturales y galerías, 10 charlas de diseño, 40 maestros invitados, dos libros y un documental. La Bienal tiene diferentes sedes universitarias y se vivirá en La Paz del 20 al 25 de noviembre con un circuito itinerante de tres ciudades. Ecuador es el país invitado de honor este 2017, representado por Pablo Iturralde, Ricardo Willson, Ericka Coello y Belén Mena, quienes darán talleres y conferencias además de dos exhibiciones inéditas, «Ecuador. Diseño Mega diverso» y «Equinoccio. Diseño desde la mitad del mundo».
Pablo Iturralde, concibe su labor de diseñador gráfico como un mediador, un comunicador social. Su principal función es la de dar soluciones a una necesidad de comunicación. En la creación de una marca o de un afiche, el primer paso es entender perfectamente el mensaje a transmitir. Antes de realizar cualquier acción física o externa (como trazo de un lápiz, ya sea de uno de madera o de un software de edición gráfica), el diseñador a través de una investigación debe tener el conocimiento total de la necesidad para encontrar los valores principales, insustituibles, y diferenciadores del mensaje que quiere comunicar. En el caso de la imagen país de Ecuador, los valores que Iturralde ha seleccionado son tres: equinoccio, diversidad y fertilidad. Para Iturralde, estos tres valores son elementos que se han mantenido constantes a través de miles de años, y de manera autónoma a las circunstancias históricas.
La primera tradición visual prehispánica del Ecuador, resolvió gráficamente toda una red de relaciones matemáticas y astronómicas entre la Tierra y el Sol, y las tradujo en un sistema de valores sociales, científicos y religiosos. Esta misma tradición se renovó en la era colonial y republicana, como dan cuenta la gráfica científica de las expediciones de los siglos XVIII y XIX. Con este conocimiento del bagaje patrimonial ecuatoriano, Iturralde nos representa en Bolivia. Creador de diversos y memorables logoíconos culturales y comerciales del Ecuador, Iturralde asiste como embajador del país invitado, al encuentro de diseñadores en La Paz, auspiciado por el Ministerio de Educación y Ministerio de Cultura.
En otra época, -dice Iturralde- cuando era más joven, me molestaba que el nombre sea tal vez un nombre técnico de la ubicación geográfica, como el meridiano, como el equinoccio. Mientras más pasa el tiempo, más me reafirmo que me encanta que el nombre de mi país sea tan coherente con lo que somos.
¿Ecuador tuvo una cultura visual propia, en sus imágenes primigenias, qué denota lo que somos?
Ni siquiera pusimos una gráfica desde el punto de vista artístico expresivo, todo fue una herramienta para el desarrollo. Estamos en la tierra, no sabemos nada y lo único que tenemos de relación son las estrellas, la constelación que se va moviendo y me doy cuenta que giro, le veo a la luna y me doy cuenta que un satélite gira alrededor nuestro, y le veo al sol y hago el calendario. Ese calendario era un entendimiento, había una certeza científica no había una gráfica, -no era una mitología y no era por curiosidad-, sino para el control de la agricultura y el mantenimiento de la alimentación. Un acto de observación respetuoso, enamorado, pero por otro lado útil y necesario para poder mantener la papa, el choclo, la quinua. Nuestras primeras gráficas salen de la necesidad científica de controlar la agricultura y el tiempo.
La presencia humana en el Ecuador data de unos 14 mil años ¿Qué motivó habitar estas tierras?
La primera cultura en nuestro territorio es la de Las Vegas, península de Santa Elena. El primer habitante de nuestro territorio, lo habita por placer. Tenemos diversidad, tenemos riqueza, tenemos el sol, la corriente de Humboldt, la corriente del niño, los vientos, la cadena volcánica, millones de factores que nos vuelven especiales o mejores. Luego hay una necesidad de entender el territorio y controlarlo, es ahí donde nace la ciencia, ver para arriba y entender los astros.
¿Cómo nace nuestra comunicación visual ancestral?
Entendemos que somos redondos, que giramos, que un satélite nos circunda, que damos vuelta alrededor del sol y que eso se demora un tiempo, por eso establecen un calendario de 13 meses de 28 días y sobra un día sin sombra del sol y ese día se hace una fiesta: el equinoccio. Eso es provocado por el movimiento del eje de la tierra en sentido oscilatorio y oblicuo y eso solo se detecta desde la sombra que se proyecta por la luz del sol sobre la tierra. Ese conocimiento se convierte en sagrado y se hacen las fiestas del Inti o sol.
¿Cuándo, el hombre primigenio, tuvo necesidad de representar visualmente esa sabiduría?
El gráfico del caracol pulido tiene más de 10 años, es un espiral en el que ponen con conchas una cruz. Esto es anterior a nuestra cultura Valdivia o Chorrera. Es entender que estamos en la mitad del mundo y que es un proceso espiral que está regido por la Chakana. La manera que explican los cuadrantes que salen, a partir de una exploración de la tierra desde el centro del universo y desde ahí se forma una cruz. La cosmovisión del Ecuador se explica entendiendo que está en la mitad del mundo, los puntos que la misión geodésica descubre Rumicucho, Catequilla Cochasquí todos estos estaban alrededor de la mitad del mundo en una especie de zigzag. El eje de la tierra se mueve en forma oscilatoria y por eso la luz no cae siempre en el mismo lugar y la sombra va haciendo un zigzag. La representación gráfica del zigzag es la prueba de que entendíamos ese tercer movimiento oscilatorio de la tierra. Ese grafismo se usa en la pintura de los rostros shuar y otras culturas.
¿Cuál es la primera representación gráfica que surge de ese conocimiento?
La primera es la concepción dual, igual arriba que abajo. Seguimos sabiendo de que somos equinocciales. La posición geografía nos sigue marcando. Debemos ser fieles a nuestra gráfica originaria porque es la nuestra desde una situación geográfica privilegiada cien por ciento. Hay movilizaciones humanas que llegaron a la mitad del mundo, porque ese es el lugar de la no sombra solar. Equinoccial significa igual arriba y abajo, equi que proviene de igual. Igual en la vida, igual en la muerte, igual a la izquierda, igual a la derecha, igual hombre igual mujer, igual grande igual chico, igual Dios igual hombre. Somos iguales y es continuo. Es una certeza de que la vida continúa por eso en la vasija de barro entierran a sus muertos con alimentos para el nuevo viaje.
¿En qué momento comienza la ruptura histórica?
Los Quitus, los Caras, no son confrontativos, siempre Quito fue un espacio de alianzas, con la llegada de los Incas tenemos el primer confrontamiento militar en la historia. Usábamos la guaraca para cazar animales o el curare con cerbatanas, pero no teníamos armas. Los Incas tenían una estructura militar en sus culturas Paraca y Nazca. El Spondilus, de donde sacábamos el mullu, fue nuestro primer producto de exportación y el segundo fue el barroco, como otra cultura visual y el platino en la Tolita.
¿Es un fenómeno de transculturización o un proceso de avasallamiento cultural?
Los Quitucara y Shyris intentan la alianza y lo logran en el casamiento de los padres de Atahualpa. Los Cañarís no hacen alianza, resisten y salen destruidos por los Incas. Eso marca el fin dela armonía porque 34 años después llegan los españoles. El elemento que nos hace únicos a nivel de la expresión gráfica seria la equinoccialidad, la gráfica dual, somos duales y recíprocos. Me interesa el rescate de ese valor -que promovió la gráfica- que es el único valor que nos queda, fueron destruidos la gente, las lenguas, si algo queda es una concha de nácar que es una cruz y que es igual arriba y abajo, ese concepto de lo fractal, lo vertical lo horizontal y un diagonal que vuelve a ampliarse. Hubo una gráfica textil, cerámica y en metal. El concepto es lo dual, la vida la muerte. Ese el principio del desastre, llegaron los incas, llegaron los españoles, llegaron los medios masivos, llegó la publicidad.
¿Qué marcó la diferencia en contra de nuestros pueblos?
La pólvora era la diferencia, era sacar un arcabuz y disparar. El barroco moría en Europa, nosotros inauguramos el barroco acá en la colonia. Teníamos la diversidad, las frutas, el clima y España se interesa. El barroco quiteño con la unión indígena crea una nueva cultura visual. Los españoles manda a hacer la Flora de Bogotá una investigación científica con una misión de cien hombres y treinta años de trabajo para dibujar la flora y el colombiano Caldas le sugiere a Mutis: en Quito hay grandes grafistas. Viene a Quito una misión y se une con Eugenio Espejo y los grafistas para generar la flora guayaquilensis. En la misión de Mutis salen los primeros intentos y generaron los primeros fusilamientos por rebeldía que 30 años más tarde se convierte en el grito de la Independencia. La gráfica, como ilustración, está ligada a la historia. Eugenio Espejo colgaba paños rojos -como mensajes en la madrugada- en las cruces de Quito, en señal de protesta libertaria, y eso era un gesto de comunicación visual. La comunicación visual nuestra viene desde el Spondilus, los Mullu, desde el barroco, de la ilustración científica, y donde nos perdimos y perdimos el control es con los mass media y la publicidad. Cuando se apropian de los espacios públicos, le dan culto al cuerpo femenino, a las grandes transnacionales y nos olvidamos de todo y se va perdiendo.
¿Hemos sido invadidos en nuestra cultura visual?
La comunicación visual ecuatoriana ha sufrido varias invasiones. La renacentista y la de la ilustración instalaron a la escritura y desplazaron a todo un sistema de lenguas y símbolos visuales que previamente existían y que dan una razón a los pueblos y culturas originarias. Luego sufrió la invasión de la publicidad y el marketing, una con la que no habría vuelta atrás: la comunicación visual se convirtió en un peón del mercado de las imágenes y de los significados. Es una relación algo esquizofrénica. Mientras el diseño trata de resolver las necesidades, la publicidad va creando de la nada otras necesidades inexistentes.
¿Cuál es el resultado de todo este proceso histórico, en términos de nuestra cultura visual?
En la comunicación visual en Ecuador, al no conocer de donde provenimos, recurrimos al plagio. Mi libro está dedicado los jóvenes creadores visuales a la espera de que sea el inicio de sus propias introspecciones. Aquí no están para ser peones de la publicidad, sino para cambiar el mundo. Descubirir la motivación es mi interés, la motivación es la equinoccialidad. No tenemos que copiar hay que descubrir nuestra gráfica como un pueblo espiritualmente equinoccial.
Pablo Iturralde considera un desperdicio cultural tener tanto pasado, tanto bagaje, y solo hacer cuenta como que la historia comienza en 1534. En la Bienal de Bolivia, Iturralde presentará una hipótesis que para confirmarla, el método propuesto es la revisión de cinco paradigmas de la comunicación visual ecuatoriana: la gráfica dual, el ethos barroco, la ilustración científica, la era de los mass-media y la sociedad de la información. Estos cinco paradigmas han sido los grandes modelos de comunicación que han organizado el tejido de relaciones sociales y de poder dentro de la sociedad ecuatoriana.
La Bienal Internacional del Cartel en Bolivia, contará con presencia de grandes exponentes de nivel mundial, como un espacio de expresión gráfica cultural nativa en la que el mundo se ve y se debate. La directora del evento, Susana Machica, una autoridad en el diseño y Bichar Caja maestro del afiche polaco, los exponentes Ricardo Wilson, Benito Cabañas y Felipe Covarrubias; el ilustrador de comics de categoría mundial, el chileno Alberto Montt, entre otros, debatirán el concepto de basura electrónica a nivel planetario. Es posible que la presencia de Ecuador en la Bienal de La Paz, se convierta en un examen al ADN del diseño gráfico ecuatoriano, y que a través de él podamos ver las enfermedades del diseño gráfico regional.