El cuarto enlace virtual realizado por el ex presidente Rafael Correa, vía Facebook live desde Bruselas, abordó tres temas que ocuparon la atención pública durante los últimos días: la consulta popular a la que llamó “el golpe de Estado blando”, la situación del vicepresidente Jorge Glas y las medidas económicas a anunciadas por el gobierno. Un Correa más dinámico que en otros enlaces digitales, concentrado en brindar una línea de acción política a sus seguidores, replicó diversas medidas adoptadas, y otras, anunciadas por el gobierno de Lenin Moreno. Correa fue enfático en manifestar: “no solo que la revolución ya no continúa, sino que está en marcha una verdadera contrarrevolución… se ha traicionado a la revolución”.
En referencia a la Consulta Popular, Correa dijo que de las siete preguntas, cinco son de distracción y solo dos representan lo que se busca de verdad: entregar el país a los de siempre, apoderándose del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social, y con ello repartirse las autoridades de control, disfrazada de democracia toda esta jugarreta. La pregunta 3 -según Correa- plantea la posibilidad de un verdadero golpe de Estado plebiscitario que, incluso le otorgaría al consejo nombrado -transitoriamente- por el presidente Moreno, «asumir tareas que son propias de la Asamblea, como evaluar y destituir autoridades de control”. Se quiere remover al contralor e impedir su nombramiento. El ex mandatario dijo que “de la forma más grosera e inconstitucional y con manipulación de los medios”, se quiere descabezar al Consejo, reemplazarlo por uno transitorio de 7 miembros -nombrados por el Ejecutivo- que asumiría funciones fiscalizadoras de los funcionarios de control. Luego se nombraría, por elección popular, otro consejo de participación ciudadana definitivo. Es decir, una reforma a la estructura del Estado que solo se la puede realizar por medio de una asamblea constituyente. Es el fin del Estado de derecho, dijo Correa: “una dictadura disfrazada”.
El segundo punto clave de la Consulta Popular -planteado en la pregunta 2-, manifestó Correa, “es eliminar la posibilidad de relección o de postulación indefinida, para asegurarse de que Correa no pueda volver al país, para que nadie les pueda arrebatar lo saqueado”. El ex mandatario denunció que se trata de limitar los derechos de todo ciudadano a ser elegido y restringe los derechos de participación ciudadana. La pregunta planteada, en ese sentido, constituye una regresión de derechos. El principio de la alternabilidad no consta en la Constitución de Montecristi, por tanto, no hay nada que reformar. Rafael Correa dijo que no piensa volver al Ecuador, “a no ser que se plantee una Asamblea Constituyente y allí sí asumiré mi responsabilidad”.
En cuanto a la pregunta que hace referencia a la derogatoria de la Ley de Plusvalía, Correa aclaró que esta ley impide la especulación del valor del suelo, pero se la quiere derogar argumentando problemas económicos del sector de la construcción. El sector de la construcción tenía utilidades de 106 millones de dólares en el 2006, pero luego tuvo utilidades por 930 millones en el año 2016, menos qué el año 2014 que ganó 545 millones, debido a la recesión, y a la especulación que inflaba las utilidades de las inmobiliarias.
Respecto de la pregunta que busca restringir la participación de corruptos, en elecciones populares, y aquella que impide prescribir delitos sexuales contra menores, o la que pretende suspender la explotación petrolera en el ITT y la actividad extractiva minera en el país, solo “buscan inducir a la gente a votar si”, en todas las demás en plancha, señaló el ex presidente.
El encarcelamiento de Jorge Glas, sugerido por el Fiscal y aceptado por el juez de la causa sobre asociación ilícita, es “un insulto a la justicia, producto de la judicialización de la política”, que “llevó, injustamente, a un hombre inocente a la cárcel” -señaló el ex mandatario-, cuyo objetivo “es apoderarse de la vicepresidencia”, y así Glas sería sustituido por abandono del cargo.
Respecto de las medidas económicas anunciadas por Moreno, señaló que se trata de medidas inconexas. “El incremento del Impuesto a la Renta, y nuevas tasas impositivas, etc., -para controlar el contrabando- y recaudar 1.660 millones de dólares en impuestos es un engaño”, concluyó Correa. Es imposible lograrlo, dijo: “No hay programa económico, hay medidas sueltas, no hay medidas directas para apoyar al sector privado para recuperar su inversión”.
El cuarto enlace virtual de Rafael Correa, desde Bélgica, se produce en el contexto de la lucha que se ha planteado el ex mandatario, -en un escenario de crisis de AP, su movimiento originario-, y ante la necesidad de no ceder espacios políticos y mantener viva la esperanza de recuperar el poder para restaurar la revolución perdida.