La UNESCO enfrenta una nueva crisis con el anuncio del gobierno de los EE.UU. de retirarse de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación la Ciencia y la Cultura, “acusándola de mantener un cesgo contra Israel”, decisión que se efectivizará el 31 de diciembre del 2018.
La decisión de la UNESCO de declarar al casco antiguo de Hebrón, en Cisjordania ocupada, “zona protegida” del patrimonio mundial, es el argumento señalado por el gobierno estadounidense para abandonar el organismo internacional. En declaraciones diplomáticas EE.UU. calificó de “afrenta a la historia” a las decisiones de la UNESCO sobre la zona en conflicto palestino israelí.
El país del norte ya se había marginado de la organización con anterioridad entre los años 1984 y 2003. La tensión entre el país norteamericano y la UNESCO data ya de algunos años y “refleja la preocupación de Estados Unidos con los crecientes atrasos en los pagos (de las contribuciones) a la Unesco, la necesidad de una reforma fundamental en la organización y el continuo sesgo contra Israel”, manifestó la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Heather Nauert.
No obstante, observadores estiman que a los argumentos políticos se suman las razones de orden económico que motivaron el abandono anterior, cuando el entonces presidente Ronald Reagan acusara a la organización de “realizar una mala gestión financiera y de mantener un sesgo antiestadounidense en sus políticas”. EE.UU. volvió a integrar la organización en octubre de 2003, pero en 2011 suspendió su participación financiera a raíz de la admisión de Palestina como Estado miembro. Desde entonces Washington arrastra una deuda de $ 500 millones con la UNESCO.
Como era previsible, Israel siguió los pasos estadounidenses y sus representantes ordenaron iniciar los preparativos de la retirada de su país de la UNESCO, “el teatro del absurdo donde se deforma la historia en lugar de preservarla”, según manifestaron. Las vergonzosas resoluciones contra Israel tienen consecuencias, dijo el embajador israelí ante la ONU, Danny Danon.
Nace UNESCO
El organismo internacional comenzó a gestarse durante la II Guerra Mundial, en 1942, pocos años antes de finalizar el conflicto, cuando los gobiernos de los países europeos que combatían a los nazis y a sus aliados, empezaron a pensar en la necesidad de reconstruir sus sistemas educativos de cara a un futuro de posguerra. Las gestiones para constituir el organismo que diera cabida a voces internacionales frente a la guerra, generó la posibilidad de crear la UNESCO con una dimensión «universal». Finalizado el conflicto bélico, en 1945, se cristalizó la aspiración en el seno de la naciente Organización de las Naciones Unidas ONU, gracias a la voluntad de 44 países que acuerdan la creación de un organismo para «la promoción y protección de la educación y la cultura, pilares fundamentales para evitar el estallido de otro conflicto de escala mundial”.
El actual anuncio norteamericano de abandonar el foro, se da paralelamente al proceso de nombramiento del director general de la UNESCO. Los principales aspirantes son la exministra francesa de Cultura, Audrey Azoulay y el diplomático catarí Hamad Bin Abdulaziz Al-Kawari. Los nuevos directivos deberán enfrentar la crisis del organismo internacional, conocido por su programa de Patrimonio Mundial para proteger sitios y tradiciones culturales en el mundo. La actual directora de la UNESCO, Irina Bokova, lamentó la salida de Estados Unidos, porque es una “pérdida para el multilateralismo y para la familia de las Naciones Unidas”.
El foro mundial UNESCO, dedicado a mejorar la educación de los niños en los países pobres, no escapa a las beligerancias de la geopolítica mundial. Prueba de ello, resulta imposible mantener a la cultura en una cúpula de cristal al margen de conflictos ideológicos y sociales.