En entrevista para los medios públicos -programa Pulso Político conducido por Carlos Rabascall-, el presidente de la Asamblea Nacional, José Serrano, justificó el rol que habría jugado de “alguacil” en la captura de Carlos Pareja Y., a quien trajo desde Miami en calidad de detenido de la justicia. Serrano, apelando a su experiencia al mando de cuerpos policiales en su función de ex ministro del interior, hizo uso de su experticia en el ámbito de la justicia, y actuó en consecuencia, lo que generó la reacción de la bancada oficialista en la Asamblea Nacional que hoy pide explicación de su proceder.
Serrano justifica su actuación diciendo que “no capturó a nadie”, y que su gestión “es la misma que ha tenido desde hace más de 6 años cuando tuvo la oportunidad, en el gobierno de Rafael Correa, de ser el ministro del Interior”. Destacó que el regreso de Pareja era fundamental «luego de todo el escándalo de corrupción que se había destapado alrededor de Petroecuador» y dijo que “era importante que este exfuncionario venga a rendir cuentas en el menor tiempo posible”. El legislador reveló que tuvo contacto con una persona que fue la que facilitó el acercamiento con Carlos Pareja, para que se entregue voluntariamente: «Esta persona me volvió a contactar en agosto y me dijo que Pareja quería entregarse y regresar a Ecuador. Entonces hablé con el presidente Moreno para coordinar el retorno. Hasta ahí llegó nuestro rol».
Serrano desmintió que hubiese habido “ningún tipo de acuerdo con la Asamblea ni el Gobierno, sino solo el compromiso de velar por su seguridad y que se cumpla el debido proceso por parte de las autoridades de justicia”, a lo que el periodista Rabascall, no replicó si aquello, constituye o no, una injerencia en el ámbito de la justicia. Serrano amplía su justificación, invocando “el artículo 528 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que estipula que cualquier persona puede ubicar a un ciudadano que tenga orden de detención preventiva o esté prófugo, para ponerlo a órdenes de la justicia”.
Para despejar las sospechas de que la captura de Capaya se deba a que se sabe de antemano que éste tiene datos claves y comprometedores en la investigación contra Glas, Serrano confirmó que “no tiene ninguna información sobre las supuestas pruebas que tiene Pareja ni eso fue parte de las conversaciones que tuvieron con las personas allegadas a Pareja”. En ese orden, Serrano minimizó la información que pueda dar Pareja, puesto que “bajo ningún punto de vista le puede dar valoración a la información de una persona que estuvo prófugo de la justicia y perseguida por uno de los mayores delitos que se ha cometido en el país”. En tal sentido, coincide con un criterio obvio: “el juzgamiento a Pareja le corresponde exclusivamente a la fiscalía, nosotros no podemos operar bajo ningún punto de vista y esa supuesta información la puede oficializar y hacerla pública”.
Sobre la suerte que espera al vicepresidente Glas, Serrano manifestó que “para abrir una instrucción fiscal al vicepresidente se tendría que pedir permiso a la Asamblea”. Este punto es políticamente clave, puesto que los asambleístas deberán sacar las cuentas acerca de la conveniencia o no de dicha autorización. Consultado sobre el hombre del maletín, sobornador de conciencias políticas que podría actuar en la Asamblea, Serrano manifestó que dicho personaje, “bajo ningún punto de vista estaba enviado por el presidente Lenin Moreno”, y que “puede ser que esté enviado por la oposición o por alguien que quería pescar a rio revuelto”.
En otros temas políticos y económicos, Serrano enfrentó preguntas sobre la prueba de fuego del bloque oficialista, cuando se trate de reformar próximamente la ley de plusvalía y se plantée reformar la ley de paraísos fiscales, o cuando se envíen al parlamento los ajustes a las medidas económicas, Serrano dijo que se ha seguido una línea durante 10 años en materia económica, buscando generar la mayor protección a los pobres y que esa línea es invariable, frente a la cual no se va a claudicar, y dijo estar seguro que Moreno “está en esa misma línea”. Esa será la prueba definitiva del gobierno nacional: o cede a las pretensiones de la derecha política en la perspectiva de recuperar privilegios, o inicia un camino alejado de ella, en beneficio popular.
El presidente del legislativo dijo -en referencia a los paraísos fiscales- que “no todo capital que está fuera necesariamente ha evadido impuestos”, y se manifestó de acuerdo en “la repatriación de 30 mil millones de dólares que es fundamental para el país” y que habrá que generar incentivos para que eso ocurra, “pero bajo ningún punto de vista dejar abierta la puerta para que por ahí se meta plata del narcotráfico, terrorismo de cualquiera o de los actos de corrupción que se pudieron haber cometido dentro del país”. Sobre la ley de plusvalía, Serrano confirma que no es factible una derogatoria de dicha ley: “podríamos hablar de una reforma que incentive, reactive el aparato mobiliario, o reformas a la ley de comunicación, pero que tiendan a proteger los derechos de nuestros compatriotas, a través del derecho a la libertad de expresión con estos dos ejemplos lo que quiero decir es que somos un bloque que no está unido por conveniencias, acuerdos o pactos coyunturales”.
Respecto del tema de Venezuela, frente al cual el gobierno ecuatoriano ha tenido diversas posiciones, -incluido el respaldo de la canciller María Fernanda Espinosa, al gobierno venezolano en Lima-, y la preocupación del presidente Moreno por “los presos políticos” que existirían en ese país, -postura que contó con la gratitud de la oposición venezolana-, Serrano dijo que “debemos ser solidarios con las personas que han fallecido en ese país, pero no podemos atribuirle al presidente Maduro”, pues hay otras personas que tienen fuertes implicaciones, como sectores de la “oposición irracional que arremete violentamente contra un pueblo”, y debemos ser respetuosos de la soberanía de Venezuela.
Al término de la entrevista quedó un sabor de boca a diálogo sincero, aunque esa sinceridad profundice la diversidad de criterios existente en el bloque oficial.