Era la crónica de una muerte anunciada. El número cien señala el decreto que selló la suerte de Jorge Glas esta mañana, cuando el presidente Lenin Moreno decidió retirar todas las funciones asignadas al vicepresidente de la República. En pocas palabras, el decreto dispone retirar a Glas de la integración y encargo de la articulación del Consejo Sectorial de la Producción. Además, lo aparta del Consejo Consultivo, Productivo y Tributario. También se lo retira de la integración y presidencia del Comité para la Reconstrucción y Reactivación Productiva y del Empleo en las zonas afectadas por el terremoto del 16 de abril de 2016. Tampoco presidirá la Junta de Regulación de la Ley Orgánica de Regulación y Control del Poder de Mercado. La disposición general del Decreto, señala que deberán derogarse «todas las normas de igual o menor jerarquía que contengan delegaciones al vicepresidente de la República”.
En horas de la mañana circuló una versión de prensa, cuya fuente es Ecuavisa, en el sentido de que el fiscal habría confirmado que en el “informe de contraloría se establecen indicios de responsabilidad penal por peculado”. El comunicado de prensa de la Fiscalía señala que ante el informe del fiscal “actuó de inmediato”, e inició indagación previa en contra de Jorge Glas y más de 20 exfuncionarios -públicos y privados- por irregular entrega de un campo petrolero, algunos de los cuales gozan de fuero de corte nacional. El contrato en cuestión, corresponde a la prestación de servicios para explotación de hidrocarburos en el bloque Singue de la región amazónica del año 2012, firmado entre el Estado ecuatoriano y el consorcio DGC, integrado por Dygoil, Consultoría y Servicios Petroleros Cía. Ltda. Estos hechos podrían poner fin a las funciones y al cargo del Vice presidente Jorge Glas.
En las últimas horas circuló la versión de que se presentará una terna para reemplazar a Jorge Glas, cuyos nombres mencionados son el de Henry Kronfle, María Fernanda Espinosa e Isabel Noboa. Jorge Glas en rueda de prensa, ofrecida en horas de la tarde de hoy, calificó a la medida de Lenin Moreno como «una traición a los principios revolucionarios». Mi situación es una clara retaliación política, -dijo- pero sigo siendo el vicepresidente de todos los ecuatorianos. Responsabilizo de mi seguridad a Lenin Moreno y Eduador Mangas, concluyó Glas.
La crisis que provoca la determinación presidencial de Lenin Moreno, no tiene precedentes en la reciente historia del país, y repercute en la existencia misma del bloque del movimiento Alianza País que se reúne este día para analizar la situación, convocado por José Serrano presidente del Legislativo. Diversas son las tendencias que se expresan al interior del parlamento. Soledad Buendía sostuvo que asiste por la unidad del movimiento y que se reunirán para resolver problemas. No obstante, resaltó que es «correísta, revolucionaria y defensora del proceso». Sobre las denuncias de supuesta corrupción, Mauricio Proaño señaló que esperarán las pruebas, pero enfatizó que «no vamos a tapar a nadie». Daniel Mendoza manifestó que el criterio del exmandatario Rafael Correa «importa muchísimo, pero el presidente constitucional del Ecuador es Lenín Moreno».
De su lado, Gabriela Rivadeneira, secretaria de AP, destacó que en el proceso político se quedarán quienes estén «absolutamente claros y conscientes de que el proyecto político es una necesidad de las bases y de la ciudadanía». Ricardo Patiño tuvo una versión conciliadora: «Personalmente, tengo alguna esperanza de que la relación entre nuestros compañeros pueda mejorar y salir fortalecidos. No quiero usar palabras comunes de que estamos más unidos que nunca porque sí hay algunas diferencias, pero vamos a buscar sostener nuestra unidad», apuntó. En última instancia, un vocero de Alianza País, señaló que al interior del bloque «se han limado asperezas y no se va a fraccionar», pese a ser la confirmación de una división anunciada.