El ministro del Ambiente, Tarsicio Granizo Tamayo, especialista en temas ambientales con estudios en Ecoauditorías y Planificación Empresarial del Medio Ambiente del Instituto de Investigaciones Ecológicas en Málaga, España; es, además, Licenciado en Ciencias Biológicas de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador. Nos recibe en buen ambiente, junto a una taza de café, oficina bien iluminada y sus asesores a la expectativa de lo que será un diálogo sobre un tema siempre sensible y, sobre el cual, Ecuador se jacta de ser el país con la mejor Constitución del mundo, en defensa de los derechos de la naturaleza.
¿Cuáles políticas públicas ratifica el Ministerio del Ambiente, en orden de prioridades?
Hemos hecho una transición muy tranquila, muy ordenada de lo que fue la gestión anterior. Recordemos que este es el mismo gobierno de la revolución ciudadana con otra administración, en ese sentido, continuaremos lo que el ministerio ha venido haciendo bien. Nuestros temas prioritarios son combate al cambio climático, gestión de calidad ambiental, temas marino costero y temas de conservación de la diversidad biológica. Lo que es nuevo en esta gestión es el paso que hemos dado hacia la bioeconomía, que es cómo insertamos el tema ambiental en la matriz productiva del país, a través del uso sostenible de esa biodiversidad, pero dándole un valor para que estos temas entren en esta matriz y sirvan para solucionar los problemas económicos del país.
Se trata de que el cambio de matriz productiva no provoque una depredación ambiental…
Exacto. La condición es que el uso de los recursos de la biodiversidad se haga de manera sostenible, si no, no tiene ningún sentido.
¿Cómo está asumiendo el diálogo -propuesto por el presidente- este Ministerio, con quién dialoga y sobre qué?
Ya veníamos haciendo los lunes de diálogo con más de 40 organizaciones desde los indígenas hasta los Yasunidos, con la Conaie, gremios madereros, camaroneros. Nos falta el diálogo con el sector bananero con el cual tenemos temas ambientales complicados. Hemos tenido reuniones con los pueblos recolectores del manglar, es decir, una amplia gama de espacios y actores a quienes les hemos planteado que se vinculen a los temas en los que está trabajando el ministerio.
¿Cuál es la agenda del diálogo ambiental?
Depende de cada sector, por ejemplo, con los grandes madereros hemos planteado la necesidad de reforestación y la trazabilidad de la madera, es decir, que esté registrado de dónde sale la madera y que ellos utilizan madera legal, que nos ayuden en los controles, con los pescadores artesanales y concheros del manglar. Los manglares son patrimonio del Estado y les hemos entregado acuerdos de uso y hemos negociado en qué consiste ese uso.
¿Es un diálogo consultivo o informativo?
Depende, pero en general con estos sectores nos comprometemos, unos y otros, a ciertas actividades. Nos falta todavia, queremos desarrollar lo que hemos llamado los Parlamentos de la Tierra, que son espacios en donde la sociedad civil, el ciudadano común se reúne y habla de temas ambientales y nos dice sus problemas en territorio.
¿Cuáles convenios internacionales deben ser ratificados en materia ambiental?
El último es el Acuerdo de Paris, ratificado unánimemente por la Asamblea Nacional. Nos falta ratificar el Protocolo de Nagoya que tiene que ver con recursos genéticos.
¿Cuál es la agenda ministerial para este año 2017?
Tenemos muchas cosas, elaboración del Reglamento Orgánico Ambiental que es el marco normativo paraguas que incluye todo lo que tiene que ver con el ambiente. Armar los pedazos de este reglamento es complicado y difícil, tenemos hasta abril del próximo año para entregarlo. Arrancar en serio con el tema de la bioeconomía, conseguir recursos para bio emprendimientos es una prioridad. Implementar un proyecto de desarrollo sostenible de la Amazonía relacionado con cambio climático que lo ejecutaremos con el Ministerio de Agricultura. Consolidar el Programa Socio Bosque, que es emblemático del gobierno. Superar las tramitologías burocráticas en el tema del Plan Nacional Forestal.
¿Cuál es la política en materia de forestación y reforestación en el país?
Tenemos Socio Bosque que logró un millón y medio de hectáreas conservadas en manos de las comunidades, la mitad en la provincia de Pastaza. Hay un proyecto de reforestación que, por la crisis económica, no hemos podido continuar, pero el momento que tengamos algún recurso, continuaremos los programas de reforestación. El tema de la cadena productiva de la madrera, tenemos que controlar directamente. Desarrollar una veda para la caoba que es la madera más fina del país que está casi en extinción. Vamos a ordenar y perseguir fuertemente a las mafias de los madereros ilegales. En el Yasuní nos recibieron a bala.
¿Qué politicas sobre el cambio climático se reiteran en el actual gobierno?
Ecuador siempre ha liderado temas del cambio climático, a nivel regional y mundial. Las posiciones del país han sido de avanzada, como la del Yasuní, que fue una iniciativa de cambio climático. O el tema de emisiones netas evitadas, en fin, hay una serie de conceptos que Ecuador ha liberado. Teníamos una deuda con el planeta no haber ratificado el Acuerdo de Paris, pero lo hicimos. Vamos a continuar con los compromisos de reducción de emisiones, nuestra emisión es menos del 0,15% de la producción de gases a nivel mundial.
¿Ecuador recibe presiones de los grandes emisores de gases?
Con la revolución ciudadana somos un país más soberano que antes, ya no recibimos presiones de nadie. Hasta ahora no he tenido la suerte de ser presionado…
¿Qué política ambiental se reitera para el ITT, seguirá la explotación de petróleo en esa zona?
Bueno, el ITT está siendo explotado en el bloque más norte, el 43. Hay seis bloques que están siendo explotados desde hace años. La idea es hacer una explotación modelo, con la iniciativa Yasuni fue el primer intento de explotar de ese modo. El gobierno anterior propuso dejar de explotar a cambio de compensaciones que no se dio y se está explotando. La idea es que esa explotación se haga con los estándares de calidad más altos. Nosotros debemos pensar en la economía postextrativista de este país.
En las relaciones con las comunidades ancestrales ¿qué se acuerda con ellos?
En efecto, como parte del diálogo, hablamos con la Conaie, no solo del pueblo petrolero o minero, sino el tema de cacería. Hemos tenido conflictos con varias comunidades del occidente del parque Yasuni en que la comercialización está prohibida, pero no la cacería de subsistencia. Esa línea entre ambas cacerías es muy difusa, entonces hemos acordado en Dayuma sentarnos a elaborar un reglamento de cacería de subsistencia.
Otra comunidad que no quiere saber nada con el petróleo, es Sarayacu…
Con los Sarayacu no nos hemos sentado a conversar, pero si se da el tema lo haremos. Es un tema que hay que manejar con pinzas.
¿Cómo está la situación conservacionista en Galápagos?
En Galápagos ha habido un avance importante en el cumplimiento de las normas, porqué las hacemos con ellos. El ordenamiento pesquero fue un proceso largo y complicado de acuerdos con los pescadores, la creación del Santuario Marino en el norte de las islas fue difícil, pero se acordó. En Galápagos hemos solucionado muchos problemas, no todos. El 98% de las islas es parque nacional y el 2% están las áreas pobladas que son el origen de muchos de los problemas que tenemos allí. La potestad del ministerio es en el 98% -que es parque nacional- y en el reglamento del uso del parque para visitas y actividades turísticas y pesca. Vamos a aumentar las tarifas de visitas de barcos turísticos -acordado con el sector turístico- y que no se habían actualizado en 20 años.
Según ecologistas internacionales, no se estaban cumpliendo una serie de normas de conservación en Galápagos ¿cómo son las relaciones con los ecologistas internacionales al respecto?
Con los ecologistas internacionales nos hemos reunido con casi todos y hay una coincidencia en muchos temas. Este es un país soberano, por lo tanto, las decisiones las toma el Estado y no las ONGs internacionales.
Pero presionan…
Lo que sí hubo, es que la UNESCO, -sí puede declarar a un área como en peligro-, me parece que declaró a Galápagos área en peligro, pero el Estado ecuatoriano en el gobierno anterior tomó las medidas y ahora no es un área en peligro.
¿Y qué motivó esa declaración de la UNESCO?
Varias cosas, temas de manejo que no se cumplían, carga turística en ciertos lugares, una serie de temas de gestión turística. Este es el tercer o cuarto año que Galápagos gana el premio al mejor archipiélago turístico, eso no es de gana, es porque se ha hecho un trabajo. Por ejemplo, la veda de la langosta, la gente cumple con ella y consigue langosta de medio metro de largo. La erradicación de especies invasoras, es otro éxito que hemos tenido en Galápagos.
En el otorgamiento de las licencias ambientales ¿ha cambiado en algo el reglamento, cómo está ese tema?
Lo que esta administración ha dicho a los sectores interesados, como el Ministerio de Minería y el de hidrocarburos, es que nosotros vamos a cumplir con la ley. Las licencias ambientales se otorgarán de acuerdo con lo que dice la ley en las zonas no frágiles. Todo impacto ambiental tendrá que ser reparado y compensado.
En verano se ponen de moda los incendios forestales ¿existen alguna relación interinstitucional para prevenir estos flagelos?
Acabamos de lanzar una campaña Ecuador sin fuego, entre la Secretaria de Riesgos, el Eco 911 y nosotros, con apoyo de los GADs y de Socio Páramo, para controlar y prevenir incendios forestales. Algunos muy graves, como el que hubo en Zuleta, Cayambe. Yo mismo fui apagar el incendio un fin de semana con la gobernadora de Imbabura, estuvimos ahí.
¿No le ha tocado apagar incendios políticos estos días?
(Ríe) Siempre hay, siempre hay, pero eso le dejamos a lo que saben de política.
¿En el tema de la producción sostenible, hay una propuesta?
Primero está el tema de la bioeconomía que siempre estamos machacando, -ya mis compañeros están cansados de oírme repiquetear esto de la bioeconomía- pero, además, estamos desarrollando, en Loja, el tema del bosque seco, el tema del agua es complicado en un escenario de cambio climático. Este cambio exacerba el problema de los ciclos hidrológicos del agua; entonces, como parte de las medidas de adaptación al cambio climático el ministerio de Ambiente, junto al Ministerio de Agricultura, estamos recuperando tecnologías ancestrales de manejo del agua que había desde los Paltas, consistente en siembra y cosecha de agua, tajamares y otros mecanismos para cosechar agua y usarla en riego para evitar la degradación de suelos.
El cuanto, al estímulo para la conservación de la naturaleza, se han instituido algunos premios o menciones…
Tenemos toda una serie de incentivos. El Punto Verde es uno de ellos en que más de cien empresas tiene ese reconocimiento, entre otras, el aeropuerto de Quito, en prácticas de separación de basura, en tema de ahorro de agua y energía, en calidad ambiental, es decir todos esos parámetros. En industria, es el buen uso de la materia prima, no desperdicio de material, el buen uso del agua, todo eso otorga puntos y a la empresa que obtiene un cierto puntaje se le entrega este certificado del Punto Verde. Estamos pensando hacer lo mismo en la industria maderera, y estudiamos con ellos establecer incentivos económicos.
En cuanto a estudios de vulnerabilidad y reglamento especial en zonas marino costera ¿qué existe en vigencia?
El tema marino costero es una prioridad para nosotros, estamos trabajando en la conservación del manglar, a través de concesiones de uso, hemos puesto en alerta a los camaroneros para que ayuden a conservar el manglar. Hace poco, en sobre vuelo por el golfo de Guayaquil, pude ver la destruición de los manglares que en esa provincia es absolutamente increíble. Cuando vas por el rio no lo ves, pero ahí se acabó todo mas allá de los bordes, no hay nada. Lo poco que queda de manglar es lo que las comunidades han logrado conservar.
¿Cuáles son los puntos por resolver en materia ambiental, hay conflictos pendientes?
Tenemos muchos desafíos, seguimos en diálogo permanente, el combate a la corrupción dentro y fuera del ministerio. Hemos visto casos de corrupción en la entrega de licencias ambientales y de permisos forestales. Eso queremos erradicar de raíz. Se nos vienen 250 proyectos mineros y ese es un desafío importante para nosotros, y tenemos que aplicar una idea muy clara y seria de cómo proceder en el marco de la ley. Los indígenas plantean el tema de la consulta previa vinculante y ese es un tema que le corresponde al Estado. Otro asunto es el tema de dragados donde no tenemos un reglamento y cada quien draga como le da la gana,eso no puede ser.
¿Cuál es el mensaje del Ministerio a la comunidad, para que se inserte en esta defensa de la naturaleza?
Hoy, 2 de agosto, es el Día de la Huella Ecológica, del sobregiro ecológico -usted y yo pasamos sobregirados (ríe)- el sobregiro quiere decir que el planeta ha consumido el día de hoy lo que debió haber consumido hasta el 31 de diciembre. El Ecuador todavia tiene superávit, es decir, la huella ecológica es un indicador que mide el consumo de recursos naturales y la disponibilidad de esos recursos para la gente.
El mensaje de la huella ecológica nos obliga a pensar qué necesitamos cambiar nuestros hábitos de consumo, nuestro modelo de producción. Hago un llamado a la ciudadanía a que pensemos en esto, que son cosas que podemos hacer en el día a día, en la casa, en la escuela, en el trabajo. Mi llamado es a repensar en el modelo de desarrollo que queremos para este país.
Fotografías Leonardo Parrini