El ex presidente de Ecuador, Rafael Correa, días antes de salir del país con destino a Bélgica concedió una entrevista al periodista Orlando Pérez, en el espacio Enclave Política para la cadena Telesur. En un diálogo ágil de más de media hora de duración, el mandatario estableció su posición frente a la actual coyuntura del país. Tardó tres semanas en desmantelar su oficina en el Palacio de Carondelet, desde donde ejerció el poder durante 10 años en una presidencia ininterrumpida de la que “no extraño casi nada, ante la emoción de pasar más tiempo con mi familia”, reconoció Rafael Correa.
El periodo de una década denominado Revolución Ciudadana se caracterizó, según Correa, por “un cambio en las relaciones de poder”, al cabo del cual el presidente reconoció que “siempre hay el peligro de que los grupos de poder vuelvan a tomarse el poder”. Porque no hay obra ni persona trascendente, sin contradictores. Más aún en el nivel de la política ecuatoriana en el que se encuentran muy pocos elementos respetables, afirmó el ex presidente. A eso se suma la acción de los medios informativos que amplifican a los “mentirosos, en su opinión publicada, ¡no pública!”, en una batalla en la que “no hemos enfrentado partidos de derecha, sino sus herramientas hegemónicas: los medios”, concluyó Correa.
Evaluando la reciente campaña electoral que vivió el país, el ex mandatario señaló que él no fue el principal objetivo del ataque opositor, lo fueron Glas y Moreno, en una contienda en la que no hubo “una ilusión movilizadora”, bajo el error de querer separarse de la revolución ciudadana.
SOSTENIBILIDAD DE LA REVOLUCIÓN CIUDADANA
Consultado si la revolución ciudadana tendrá sostenibilidad sin su presencia, Rafael Correa dijo que “se está cometiendo varios errores desde el poder, tratando de diferenciarse de nuestro gobierno, lo cual es tremendamente injusto, ingrato y mediocre”. En ese sentido, se pretende pasar de las líneas rojas, como por ejemplo “el pacto con Bucaram, la peor escoria de la política ecuatoriana, hay un pacto muy concreto. Nosotros nacimos contra el reparto del Estado, cual botín de piratas, a los Bucaram se les ha dado el CNEL.”.
Correa fue confrontado con una opinión de Lenin Moreno, emitida días antes, en el sentido de que “si dejo Alianza País, no me volveré afiliar en otro partido, porque ha sido maravilloso. Todo eso se lo debemos agradecer a Rafael Correa, independiente de que tengamos diferencias. Lealtad conmigo si, pero no se olviden la lealtad que le deben a nuestro líder Rafael Correa”. El ex mandatario respondió: Yo le diría a Lenin, con mucho cariño, no me quiera tanto compadre. Obras son amores. Todo el mundo puede hablar bonito y esta semana ha habido un cúmulo de contradicciones y ataques innecesarios a nuestro gobierno, deslegitimación, desaires, pero gratuitos.” Que haya discrepancias en un movimiento no significa que haya división, somos un movimiento democrático, se está pasando de ciertas líneas rojas, afirmó Correa.
El ex presidente denunció que existe la clara estrategia de tratar de diferenciarse del gobierno que presidió: Yo también voy a diferenciarme de este gobierno, porque jamás voy aceptar que se haya hecho un pacto con Bucaram. Está tratando de contentar a la oposición, al final no va a contenta a nadie”, señaló Correa. El ex presidente fustigó duramente a “las personas que no tienen principios, ni valores” y buscan dialogar con los que “ultrajaron a la república con sus vulgares componendas”. Son los mismos que critican su liderazgo, pero “los líderes son altamenge necesarios. Los mediocres satanizan los liderazgos, satanizan todo lo que les haga sentirse más pequeños”.
Sobre el panorama político internacional, Correa expresó que existe una estrategia en marcha para Ecuador, tomada desde Brasil, que trata de desacreditar a los gobiernos progresistas. Sin embargo, dijo, que dado “el primitivismo de Trump, hace que la izquierda latinoamericana se cohesione y sepa asumir a su enemigo y no estar peleando entre nosotros”. Esa estrategia fue asumida por los medios informativos opositores a los gobiernos progresistas, como empresas con fines de lucro o fines políticos. “Yo nunca he visto tan prostituida a la libertad, que como cuando se refiere a libertad de prensa”, concluyó Correa.
El ex mandatario, Rafael Correa, viajará las próximas horas a Bélgica, país donde residirá con su familia y trabajará en la Fundación de Pensamiento Político Eloy Alfaro que está en formación, y desde donde estudiará la realidad nacional. Una realidad que ya vive un cambio en las relaciones de poder.
Vea la entrevista en Telesur:
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