De aspecto sereno, Frei Betto es un hombre que ejerce una decidida influencia en el pensamiento social de una América Latina que vive tiempos inciertos y convulsionados. El entorno regional de beligerancia política y redefiniciones sociales, contrasta con la aparente mesura de su personalidad que cambia, el instante de tomar la palabra para denunciar, proclamar o solidarizarse con la causa de los humildes, perseguidos o condenados de la tierra. Es Carlos Alberto Libânio Christo, conocido como Frei Betto, el teólogo brasileño que «ha aportado con desinterés y eficacia al compromiso de los movimientos libertarios de Latinoamérica». Con una destacada trayectoria como adalid de los derechos humanos, siendo el mismo un perseguido político en su país, Betto fue encarcelado y torturado por la dictadura militar brasileña, por “pensar diferente».
El filósofo y antropólogo cumplió una extensa agenda en Ecuador como portavoz intelectual y humanista, en conferencias y conversatorios que sostuvo con la prensa nacional, eventos en los que confirmó ser un referente de la historia contemporánea. Betto asistió a encuentros en la Casa de la Cultura Benjamín Carrión, en Quito, ante un público ávido de escuchar su palabra sobre la situación del continente latinoamericano en la geopolítica mundial, cuya temática “los bienes comunes y el bien común de la humanidad”, destacó en sus intervenciones.
En un encuentro con la prensa convocado por ASLE, Asociación de Software Libre del Ecuador, Betto elevó su voz solidaria con el huésped de la embajada ecuatoriana en Londres, Julián Assange, que permanece cinco años asilado y en peligro de perder su categoría diplomática ante un eventual gobierno de derecha. El activista destacó que “no hay ninguna razón para negar la justicia a Assange, ni menos el derecho al asilo. Debemos luchar para que esté en libertad, porqué ya es un escándalo que este hombre sea perseguido por hablar la verdad”. Betto señaló que Assange denunció la política de los EE. UU que “hace muy mal a este planeta y a la humanidad con su imperialismo, con su ofensiva bélica e intervención indebida y criminal en muchos países, el bloqueo criminal a Cuba”, y hoy enfrenta riesgo de muerte. Frente a esto dijo “estamos defendiendo el pleno derecho al asilo de Julian Assange, defendemos su libertad de movimiento, libertad de expresión, de merecer ese reconocimiento de haber prestado un gran servicio a la humanidad”.
Consultado por LAPALABRABIERTA, respecto de la futura situación de Assange ante la eventualidad de que un gobierno de derecha en el país revoque su asilo político, Betto dijo, “espero que sea quien sea el gobierno de Ecuador, siga asegurando a Julián Assange el derecho a la vida”. Sobre el futuro político inmediato de la nación sudamericana manifestó “no tener una bola de cristal y no sé qué pueda pasar, espero que pase lo mejor para ustedes, sobre todo para los más pobres”. Betto insinuó que Ecuador debe verse libre de lo que ocurre en Brasil, “que vive un gobierno de derecha muy malo porque quita los derechos a los trabajadores, hace contrarreformas que ofenden los derechos del pueblo, espero que América Latina de un basta a este avance de gobiernos de derecha que han dado un golpe primero en Honduras, después en Paraguay y luego en Brasil”. La exhortación de Betto fue ratificada por David Ochoa, presidente de ASLE, quien concluyó en un llamado “a ambos candidatos a que respeten un asilo integral para Assange y que, próximamente, la justicia sueca, lo antes posible, se haga ver”.
La visita de Frei Betto al Ecuador concluyó con el reconocimiento del Gobierno nacional que otorgó la Condecoración de la Orden Nacional Al Mérito en el Grado de Oficial, a Carlos Alberto Libânio Christo que «ha aportado con desinterés y eficacia al compromiso de los movimientos libertarios de Latinoamérica». El Presidente Rafael Correa señaló que «nos honra tener a quien ha dedicado gran parte de su vida a defender los derechos de los pobres», palabras que Betto replicó señalando, “ahora tenemos muchos desafíos por delante, debemos pensar en el futuro de América Latina. Debemos pensar en la ofensiva de la derecha, en los que defienden al capital y no los derechos de la gente». El vocero de la liberación dejó una estela de esperanza en el pueblo ecuatoriano, enfrentado a los desafíos de defender la vida en democracia, justicia y equidad de cara a la decisión electoral del 2 de abril.