El regionalismo siempre es sinónimo de localismo miope, síndrome de arrogancia que se autoafirma en el desprecio por el otro, el que no es de aquí, como un complejo de falsa superioridad que denota la pequeñez espiritual de quien lo practica. El odio regionalista, versión estrecha del chauvinismo, es la más baja expresión de la xenofobia que alimenta la incapacidad de convivencia nacional. En un país constitucionalmente definido como plurinacional y multiétnico, resulta -por decir lo menos- indignante constatar expresiones de odio regionalista como argumento para descalificar políticamente al contrincante.
Estos días circula en redes sociales un audio difundido en el sitio de YouTube, Forajidos TV, con la supuesta versión del dirigente político de César Monge, director nacional del movimiento CREO, quien se habría referido con incalificables términos a los habitantes de la provincia de Manabí por el hecho de que manifestaron mayoritario apoyo a la candidatura de Lenin Moreno. Los presuntos calificativos que se habrían expresado en el audio -negado por Monge en su cuenta de Twitter- “Manabí provincia de mierda, pobres pendejos montubios de mierda, cómo es posible que hayan sacado un 52%, hijos de puta”, no son sino expresion de incomprensión política de un hecho innegable. Manabí apoyó al candidato oficial en reconocimiento por la acción de las políticas públicas implementadas por el Estado ante la tragedia del grave terremoto -7,8 grados Richter- de abril pasado que azoló a esa región del país. No pudo la campaña de desprestigio a la solidaridad expresada con los manabitas, ni videos tendenciosos, ni falsos testimonios de prensa, empañar la acción responsable y oportuna del Estado que acudió en socorro de miles de damnificados por el terremoto en esa provincia.
El hecho de que los manabitas expresaran rechazo al candidato de la bancocracia, Guillermo Lasso, representante de sectores políticos que históricamente mantuvieron en el olvido a la provincia, no es justificación para que reciban tales agravios e insultos frutos del fanatismo político. El abandono a esa tierra fecunda por parte de gobiernos insensibles e insensatos, es otra manifestación del regionalismo estrecho, egoísmo centralista e indolencia social, cuyos representantes hoy reciben el castigo electoral.
Según cronistas, Manabi -o Manapi-, tierra originaria de la Cultura Manteña, es cuna de ancestros Cancebíes, Apechiniques, Pichotas, Japotoes, Picoazaes, Jarahuas, Machalillas, Pichuncis y Xipaxapas. Por Manabí llegaron al país los sabios de la Misión Geodésica Francesa, presidida por Carlos de la Condamine, cuando el primero de marzo de 1736, desembarcaron en Manta. Hace algunos años el programa La Televisión, conducido por Fredy Ehlers, realizó una campaña que tenía como propósito conocer al ecuatoriano más destacado por sus atributos. En esa ocasión resultó elegido, como era de esperar, Eloy Alfaro, reconocido como el Mejor Ecuatoriano de toda la historia del país. Sobra decir que Alfaro, nacido en Montecristi, es uno de los pilares de la nacionalidad ecuatoriana. Luchador revolucionario liberal al que Ecuador debe los cimientos del Estado laico, instituciones beneméritas como las Fuerzas Armadas, y una obra de infraestructura pública sin precedentes como la construcción del primer ferrocarril que unió a las regiones de la sierra y la costa ecuatorianas. Así como la herencia de un ideario que junto a Juan Montalvo, José Peralta, y otros coidearios suyos, constituye la muestra más insigne del pensamiento nacional ecuatoriano. Precisamente la historia registra un hecho repudiable motivado por el odio político y el regionalismo ciego: Eloy Alfaro fue asesinado en prisión, arrastrado su cadáver por las calles quiteñas y quemado en un sitio entonces descampado, conocido hoy como parque de El Ejido.
Eloy Alfaro Delgado -Presidente de la República del Ecuador en dos ocasiones 1897 y 1906- fue el faro que ilumina a tantos otros paisanos suyos destacados en el campo de las artes como los poetas y narradores José María Egas, Raúl Vallejo, Carol Murillo, Alfredo Cedeño, Horacio Mendoza o Leonor Baquerizo y Vicente Espinales. El creador Elías Cedeño Jerves, autor de esa oración musical llamada Manabí. Y gestores de la imagen cinematográfica Manolo Sarmiento, Mariana Andrade, Fernando Cedeño o Franklin Briones. Los pintores Luis Erazo y Francisco Velásquez Zambrano, entre otros creadores manabitas.
La ciudad de Montecristi, tierra natal de Don Eloy, es también cuna de la Constitución de la República que enuncia y consagra, por primera vez en 2008, los derechos de los ecuatorianos y de la generosa naturaleza del país. Manabí, símbolo del pensamiento y sentimientos revolucionarios de un pueblo ejemplar, recibe el desagravio del Ecuador. Manabí, tierra hermosa cual ninguna, comarca de bellas mujeres y hombres bravíos, donde el nuevo país vio la luz primera.
Audio original en YouTube: https://www.youtube.com/watch?v=gUX6n2jawH0