Esta historia se remonta a la década de los años sesenta, cuando la familia Isaías de migrantes libaneses dedicados a la venta de telas, llegó a ser un poderoso clan económico que adquiría el banco La Filantrópica, -bautizado luego como Filanbanco-, que llegaría a constituirse en el banco más grande del Ecuador.
En tiempos en que los banqueros imponían las reglas en la captación de dinero, -luego de que el gobierno de Sixto Duran Ballén eliminara los controles al sistema financiero en 1993-, los bancos autorizaron créditos, sin garantías, para sus empresas vinculadas. Entre las empresas del grupo Isaías había compañías agrícolas, azucareras, distribuidoras de vehículos, medios de comunicación por cable, 70 estaciones de radio y las estaciones de televisión Telecentro y Gamavisión, adquiridas a la familia Pérez Perazo, dueña de diario El Universo de Guayaquil.
En días en que Filanbanco llegó a ser el primer banco ecuatoriano, otras entidades competían en el mercado financiero como el Banco de Guayaquil, entidad en la que el joven bachiller Guillermo Lasso alcanzó el puesto de jefe departamental, debido a que su cuñado era el propietario de la empresa bancaria. Con el tiempo, Lasso, se convierte en dueño del Banco de Guayaquil, gracias a que su cuñado socio de los hermanos Isaías en varios negocios, entregó el banco al joven aprendiz de banquero.
Como representante de la banca, Lasso ocupó cargos públicos en cuatro gobiernos a fines de los años noventa. En medio de la crisis del feriado bancario, Lasso se desempeñó como asesor del gobierno de Yamil Mahuad que autorizó recursos financieros para el salvataje de Filanbanco de los hermanos Isaías. Las cifras captadas por el banco guayaquileño quebrado, ascendieron a 1,3 billones de sucres y 439 millones de dólares, recibidos en los últimos tres meses de 1998 como crédito de liquidez otorgado por el Banco Central. No obstante, el banco quebró y los créditos otorgados a los hermanos Isaías por el gobierno de Mahuad, eran pagados con obras de arte, propiedades sobrevaloradas y empresas ficticias.
Las relaciones de Yamil Mahuad con la banca se inician en su campaña electoral en 1997 con el aporte económico de banqueros como Fernando Aspiazu Seminario, Banco del Progreso; Danilo Carrera Drouet y Guillermo Lasso Mendoza, Banco de Guayaquil; Ernesto Noboa Bejarano; Ernesto Estrada (Hijastro de Luis Noboa Naranjo y, en esa época yerno de León Febres Cordero. Reportes de agencia Andes señalan que solo entre Danilo Carrera Drouet (emperador del Comité Olímpico Ecuatoriano, presidente del Directorio del Grupo Financiero Guayaquil, Gerente del Banco Central, titular del Ministerio de Industrias, durante la última dictadura militar, y Presidente de la Junta Monetaria en el interinato de Fabián Alarcón) y Guillermo Lasso Mendoza, los dos principales del Banco de Guayaquil en esa época, sumaran 1.027 millones de sucres como aporte a esa campaña electoral.
El atraco bancario
El gobierno de Mahuad en 1999 congeló 1.840 millones de dólares en el sistema bancario privado; 681,1 millones en la banca off shore y se estima que alrededor de $ 145 millones retenidos en las sociedades financieras, cooperativas y mutualistas. En el año 2000 Filanbanco cierra sus puertas dejando en la zozobra a miles de clientes a los que se les congeló sus depósitos y ahorros, mientras los hermanos Isaías huían a Miami sin dar la cara a los depositantes. Fueron casi tres millones los ecuatorianos que vivieron el drama del exilio a EE. UU, España e Italia, luego de que fueron arruinados por el feriado bancario y el consiguiente congelamiento de sus cuentas personales. La historia registra además la muerte de más de cien personas que perdieron el patrimonio y el sustento de sus familias.
Los banqueros fugados fueron objeto de juicios por delitos financieros, malversación de fondos públicos y de los depositantes y condenados a ocho años de reclusión. La deuda de los ex propietarios de Filanbanco asciende a 776 millones de dólares. Mientras que el costo total del salvataje a 16 bancos quebrados por mal manejo de sus dueños, fue de 8.600 millones de dólares que el Estado asumió como pérdidas.
Aunque Guillermo Lasso y sus allegados se empeñen en negar la vinculación del banquero en el feriado bancario y en la crisis financiera de Ecuador en 1999, los hechos demuestran otra cosa. En su oportunidad el presidente de Ecuador, Rafael Correa, declaró que el banquero Guillermo Lasso, tiene responsabilidad política en el feriado bancario, el congelamiento millonario de depósitos, de 1999: “Indudablemente, así quiera tapar el sol con un dedo, el señor Guillermo Lasso tuvo responsabilidad política en el feriado bancario. Porque no me va a decir que un banquero de su trascendencia, parte del gobierno de (Jamil) Mahuad, no supo nada del feriado bancario. No solo eso, acepta el superministerio de Economía, después de congelar los depósitos y renuncia dos días antes que se declare la moratoria de la deuda externa, porque no estaba de acuerdo que se deje de pagar la deuda”. El Mandatario recalcó que el haber pertenecido al gobierno de Mahuad, y ocupar el cargo de superministro de Economía siendo banquero, hace a Lasso responsable político del congelamiento de depósitos, calificado como la mayor estafa en la historia del país. Esta historia tiene un epílogo: el banquero que protagonizó el feriado bancario, es ahora candidato a la Presidencia de la República del Ecuador.