Una bomba de tiempo lanzó el Director General de la encuestadora BSP MARKET, Blasco Peñaherrera Solah, al desenmascarar entretelones de las negociaciones de pasillo que realiza Guillermo Lasso, en el marco de su campaña a la presidencia de la república, y tratarlo de mentiroso. En una carta fechada en Madrid el 26 de enero del 2017, Peñaherrera le increpa al candidato de CREO: “considero que claramente sufres de un desequilibrio psicológico primario, denominado “disonancia cognitiva”, que no es nada más que la negación de una realidad que contraríe tus ilusiones”. El lapidario diagnóstico se da en el contexto de la polémica que vienen sosteniendo ambos personajes, desde que una encuesta de Market, publicada el 21 de enero, ubicara en tercer lugar de intención de voto a Lasso (16,57%), detrás de Cynthia Viteri (17,98%). En respuesta, Lasso, en el programa Castigo Divino el 23 de enero se habría referido en malos términos a Peñaherrera, reiterando “sus continuos menosprecios hacia las investigaciones de la empresa de análisis político” que éste dirige, acusándolo luego en Twitter de trabajar para los socialcristianos. “El Market o el Blasco dijo que yo sacaría el 11% y saque el 23%, la escopeta le falló”, expuso el candidato.
La batalla política trasladada al campo de las competencias profesionales de las encuestadoras, tuvo otra perla. Peñaherrera en su carta increpa en duros términos a Lasso porque, según el encuestador, el candidato de CREO ha sugerido, “dejando implícito de que yo fabrico encuestas”. Frente a la audaz insinuación, Blasco desafió: “Debo exigirte que aclares o pruebes tus acusaciones en un plazo de 24 horas…Perdiste la objetividad y obnubilaron tu criterio…Sobre el particular, debes saber que me tiene sin el menor cuidado lo que pienses u opines, ya que considero que claramente sufres de un desequilibrio psicológico primario, denominado “disonancia cognitiva”, que no es nada más que la negación de una realidad que contraríe tus ilusiones”. Y concluye la idea con una severa advertencia: “Lo que no puedo permitir, ni a ti ni a nadie, es que pongas en tela de duda el profesionalismo de mi trabajo”.
Disonancia cognitiva o mentira consonante
Monedita de dos caras, diría el pueblo para referirse a quienes padecen lo que el célebre psicólogo León Festinger, llama la disonancia cognitiva: esa sensación desagradable causada por sostener dos ideas contradictorias al mismo tiempo. Esos dos pensamientos que están en conflicto y que hacen a una persona decir una cosa y hacer otra. El propio León Festinger, junto a su colega James Merrill Carlsmith, realizó un estudio que demostró que la mente de los embusteros resuelve la disonancia cognitiva “aceptando la mentira como una verdad”. En pocas palabras, la teoría de la disonancia cognitiva establece que cuando se tiene dos ideas opuestas al mismo tiempo, se actuará sobre la que causa la menor distorsión a su ego. Ya Cynthia Viteri, en medio del debate convocado por la Cámara de Comercio de Guayaquil días pasados, puso el ejemplo de que Lasso ofrece un millón de empleos, pero despidió de su banco a cientos de trabajadores. Frente a semejante acusación, Lasso respondió que no la atacaría ni se defendería, en claro conflicto con la realidad que le enrostraba ese instante su contendora electoral. ¿Otra disonancia cognitiva del candidato de la banca?
La carta de Peñaherrera concluye con un ataque frontal a Lasso, acusándolo de “infiel a Cedatos”, encuestadora de la que Lasso ha sido cliente: “Algo te pasa Guillermo a mí me dijiste que trabajabas con CEDATOS y una empresa internacional. Ahora lo niegas. Las verdades a medias son mentiras al cuadrado”. Y para demostrar sus palabras, el siguiente dardo “destapa las negociaciones de pasillo” en que incurrió Lasso: “dices que podrías mencionar a mil personas que hablen mal de mí porque no me creen” –escribe Peñaherrera en la carta a Lasso- “¿Por qué motivo pediste que me reúna con Cesar Monje, Presidente de CREO, en el hotel Dann Carlton, el día 5 de enero del 2017, a las 7h30 horas, para “contratar” mis servicios para las últimas cinco semanas de campaña?“ Y continua: “Y si puedes nombrar a mil personas que hablan mal de mí, ¿por qué insistes en contratarme, a través de Fernando Coronel, Gerente General de tu campaña, quien me visitó en mis oficinas ubicadas en la Av. 12 de octubre y Francisco Salazar, edifico Coronel, piso 13, a las 17h58, el mismo día 5 de enero, para insistir en que tu deseabas que trabaje para ti las últimas cinco semanas de la primera vuelta?”
A renglón seguido, moraleja final, le ofrece una retahíla moralista, increpándolo porque sus actos y palabras se han alejado de los principios del Opus Dei: “El cristiano no calumnia ni miente, no tiene una doble vida. Con la esperanza de que cualquiera sea el resultado de las próximas elecciones vuelvas a encontrar tu camino y con gran decepción causada por tus contradicciones, ofensas, negaciones de la verdad”. Por sus obras -en disonancia cognitiva con sus palabras-, los conoceréis. Como dice el pueblo, monedita de dos caras.