Verás cómo quieren en Chile al amigo cuando es forastero… ¿el viejo verso de la conocida canción chilena Si vas para Chile, se queda corto ante la realidad de un Chile xenófobo? Un país que desde 2002, ha visto cómo la inmigración ha aumentado en un 123%, un ritmo explosivo para una nación cuya población de inmigrantes legales apenas alcanza el 2,3%. A medida que avanza la contienda electoral que elegirá presidente de Chile el próximo año, posiciones excluyentes en contra de los extranjeros se hacen sentir con mayor fuerza en la xenofobia de algunos candidatos. El derechista Sebastián Piñera, favorito en las encuestas, ha dicho que “las bandas de delincuentes que hay en Chile, como las que clonan tarjeta, son de extranjeros”. Y agregó en una declaración de prensa: “Nuestro país en el norte tiene frontera con Argentina, Bolivia y Perú y recordemos que Bolivia y Perú están entre los países de mayor producción de drogas en el mundo, en esto no puede haber ninguna ingenuidad, ni ninguna debilidad”.
Chile, país con casi 18 millones de habitantes, tiene al menos 500 mil extranjeros registrados en su territorio. El 66% de los inmigrantes en Chile oscila entre los 20 y 50 años de edad. Las mujeres son el 52,6% de los foráneos, mientras que los hombres alcanzan el 47,4% de los que arribaron al país y se quedaron a vivir. Los ecuatorianos en territorio chileno representan el 4,7 de los extranjeros afincados en la tierra de las empanadas y el vino tinto.
Ante esa realidad, Chile se muestra dividido en cuanto a la aceptación de lo foráneo. Una encuesta recientemente revelada por Cadem-Plaza Pública, señala que el 85% de los chilenos “cree que se debe expulsar a los inmigrantes que cometan delitos”, mientras que siete de cada diez nacionales (75%) “está de acuerdo en establecer restricciones para los inmigrantes”. En contraste, el 91% de los consultados estima que “los hijos de los inmigrantes deben recibir salud y educación”, mientras que ocho de cada diez chilenos está de acuerdo que se promueva el arribo de médicos extranjeros, siempre que “hayan cursado en universidades de prestigio”. Según un artículo de la ley de extranjería modificada el año recién pasado, en Chile está permitido un nuevo tipo de visa “por motivos laborales”. Esta disposición permite a los extranjeros obtener una visa de residencia, siempre que tengan una visa laboral amparada en un contrato de trabajo, sin necesidad de mostrar un pasaje de regreso a su país de origen. Anteriormente el trabajador extranjero debía completar, al menos, 2 años en el goce de una visa de trabajo amparada en un contrato laboral, para optar a una residencia permanente.
Históricamente, Chile no ha sido un país de inmigrantes, ya que solo registra un 4% de extranjeros a comienzo del siglo XX, entre los que se cuentan alemanes y croatas que se afincaron en el sur del país. La dictadura de Pinochet, -entre 1973 y 1980-, hizo descender drásticamente las estadísticas inmigratorias que se registraron en apenas un 0.7% de población extranjera en territorio chileno para el año 1982 con una cifra neta de 83 mil foráneos. El regreso a la democracia, en la década de los años ochenta, mostró a un país más hospitalario y habitable; consecuentemente, la cifra de extranjeros que llegaron a Chile aumentó hasta alcanzar los índices actuales. En el nuevo milenio la cifra llegó a 200 mil extranjeros viviendo en Chile en el 2002. Los peruanos encabezan la lista con 130 mil habitantes (31,7%) procedentes de ese país, seguidos por un 16,3% de argentinos, 8,8% de bolivianos, 6,6% de colombianos y 4,7 de ecuatorianos. En el año 2015, un total de 48 mil inmigrantes recibieron el permiso de residencia en Chile, mientras que a 158 mil les fue otorgada una visa temporal.
No a la xenofobia
La contienda electoral ha estimulado los argumentos políticos de corte xenófobo que pretenden representar un presunto sentir de los chilenos. No obstante, ante los argumentos de la derecha tradicional de restringir a los foráneos en territorio chileno, Ricardo Lagos, ex presidente socialista que busca la reelección ha manifestado: “lo peor sería que en nuestro país usáramos estos temas como banderas políticas cuando hay que abordarlos con la seriedad que tienen”. En tanto el postulante independiente, Alejandro Guillier, periodista que sigue de cerca, a solo 3 puntos de Sebastian Piñera en las preferencias de las encuestas electorales, ha expresado que “la mayoría de la gente tiene prejuicio, porque piensa en la inmigración ilegal”. La presidenta Michelle Bachelet no ha quedado al margen de la controversia sobre los extranjeros en su país y ha manifestado: Los migrantes son un aporte para Chile. Habrá que tomarlo en cuenta…si vas para Chile.