LA JUNTA PLENARIA DE LA CASA DE LA CULTURA ECUATORIANA
Considera su obligación puntualizar algunos aspectos sobre el texto de la Ley Orgánica de Cultura, aprobada por la Asamblea Nacional en sesión del 10 del presente mes, sin desconocer los importantes aportes que ésta tiene para la generación de políticas públicas y la coordinación de las entidades y organismos del sector cultural, así como para establecer estímulos en beneficio de artistas y gestores culturales; sin embargo, varias de las normas en ella contenidas se apartan de los principios de autonomía que garantizan la creación y libre expresión de las letras y artes, pese a la declaratoria de respeto a la autonomía de esta institución, que en la propia Ley se menciona, pero que queda invalidada, entre otros, por los aspectos que a continuación se exponen.
En primer lugar, por la expresión contenida en el artículo 151, la cual, al reconocer que la Casa es una entidad con personería jurídica de derecho público, se contradice al señalar que dicha autonomía debería ser “responsable”, término utilizado en el ámbito tecnocrático y no jurídico, que permitiría el control directo por parte del órgano rector del sistema, es decir, el Ministerio de Cultura y Patrimonio, hasta en aspectos de administración interna, propios de una persona jurídica en el pleno sentido del término.
De otra parte, el despojo de las atribuciones hoy vigentes y hasta su denominación, convierte a la Casa Matriz, ahora Sede Nacional, en un simple órgano de enlace de planes, programas y proyectos concebidos desde la rectoría del sistema.
Asimismo, al determinar que en las asambleas provinciales de los Núcleos, en las cuales se deberán elegir al director y a los miembros del Directorio de cada uno de ellos, participen no solo los miembros de la Casa sino también artistas y gestores culturales inscritos, sin selección alguna, en un registro único administrado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio, no hace otra cosa que distorsionar gravemente el carácter de la institución, al permitir que en la elección de sus autoridades intervengan quienes no son miembros de la entidad, y por tanto, desconocen su funcionamiento y su esencia primigenia. Este absurdo jurídico permitiría suponer que en las más altas decisiones de una corporación, de un partido político o de un club deportivo, por ejemplo, puedan participar, con voz y voto, quienes no sean socios, miembros o afiliados a estas entidades. Además, el hecho de que las autoridades de los Núcleos sean elegidas en asamblea, conllevará a que todo tipo de populismo permita que la administración de la Casa pueda estar en manos de los menos preparados, por el solo hecho de haber logrado alcanzar una mayoría. Aunque consideramos fundamental la participación más amplia de la ciudadanía en la vida cultural, y así se lo ha hecho en todos los Núcleos provinciales, esta forma propuesta de concebir la democracia es una de las más propensas a destruir las instituciones y ponerlas al servicio de intereses opuestos a la cultura y al bien común.
La Ley instituye un proceso de asignación de recursos a los Núcleos a través de un mecanismo aparentemente técnico, no solo reglamentado por el Ministerio de Cultura y Patrimonio, órgano político por naturaleza, sino con la posibilidad de convertirse en instrumento para calificar o descalificar la labor de los Núcleos conforme a las conveniencias del órgano rector o para corresponder a intereses políticos y aun partidistas del gobierno de turno, desconociéndose el principio de equidad.
La presencia del Ministro de Cultura y Patrimonio o su delegado en la Junta Plenaria y la del responsable de la unidad desconcentrada zonal del Ministerio de Cultura en los directorios de los Núcleos provinciales, no refleja otra cosa que la injerencia de instancias diferentes a las de la Casa en la toma de importantes decisiones en la administración de la entidad y constituye, además, un retroceso a normas vigentes que han sido la pauta y la fuerza de nuestro quehacer cultural.
Por estas consideraciones nos hemos dirigido comedidamente al señor Presidente Constitucional de la República solicitándole el veto parcial al mencionado proyecto de ley, en la certeza de que compartirá nuestras preocupaciones.
La Casa de la Cultura Ecuatoriana y su Junta Plenaria, al presentar este manifiesto a la ciudadanía, responde al reto histórico, ante la afectación de su institucionalidad, de promover una ley que debe favorecer las actividades culturales en un plano de igualdad y en pleno ejercicio de la libertad, bases esenciales de la democracia, a fin de que este término no pierda sentido o se convierta en simple declaración política.
Una ley, cualquiera sea su contenido y ámbito de aplicación, debe ser concebida para que perdure a largo plazo y no, como ahora, para generar, de inmediato, la posibilidad de reformas y cambios.
A la Casa de la Cultura Ecuatoriana, como lo demuestran setenta y dos años de historia, le fortalecen tanto el espíritu de sus fundadores cuanto el trabajo continuado de los jóvenes intelectuales, artistas y gestores que, en el presente, animan el pensamiento creativo y han legitimado a nuestra entidad como el espacio más representativo de la cultura en todo el territorio nacional.
Raúl Pérez Torres
PRESIDENTE NACIONAL
Gabriel Cisneros
VICEPRESIDENTE NACIONAL
Irving Zapater
SECRETARIO GENERAL
Iván Petroff Rojas
PRESIDENTE NÚCLEO DE AZUAY
Napoleón Yánez
PRESIDENTE NÚCLEO DE BOLÍVAR
Luis Carpio Amoroso
PRESIDENTE NÚCLEO DE CAÑAR
Jorge Ramiro Almeida
PRESIDENTE NÚCLEO DE CARCHI
Edmundo Rivera
PRESIDENTE NÚCLEO DE COTOPAXI
Guillermo Montoya
PRESIDENTE NÚCLEO DE CHIMBORAZO
Luis Serrano
PRESIDENTE NÚCLEO DE EL ORO
María Luisa Gómez de la Torre
PRESIDENTA NÚCLEO DE ESMERALDAS
Magno Bennet
PRESIDENTE NÚCLEO DE GALÁPAGOS
Rosa Amelia Alvarado
PRESIDENTA NÚCLEO DE GUAYAS
Luis Fernando Revelo
PRESIDENTE NÚCLEO DE IMBABURA
Diego Naranjo
PRESIDENTE NÚCLEO DE LOJA
Julio León Bazán
PRESIDENTE NÚCLEO DE LOS RÍOS
Vicente Espinales
PRESIDENTE NÚCLEO DE MANABÍ
Edmundo Marcelo Noguera
PRESIDENTE NÚCLEO DE MORONA SANTIAGO
Olimpo Cabrera
PRESIDENTE NÚCLEO DE NAPO
Nicolás Paucar
PRESIDENTE NÚCLEO DE ORELLANA
Wagner Tello
PRESIDENTE NÚCLEO DE PASTAZA
Luis Rodríguez Reyes
PRESIDENTE NÚCLEO DE SANTA ELENA
Graciela Torres
PRESIDENTA NÚCLEO SANTO DOMINGO DE LOS TSACHILAS
Efrén Gómez
PRESIDENTE NÚCLEO DE SUCUMBIOS
Germán Calvache
PRESIDENTE NÚCLEO DE TUNGURAHUA
Hilario Zhinín
PRESIDENTE NÚCLEO DE ZAMORA
Quito, 21 de noviembre de 2016