Ecuador, territorio de irrevocable vocación agrícola ha enfrentado, a través de su historia, vaivenes naturales y políticos que han marcado épocas de bonanza y depresión en la producción de diversos frutos del país. La actividad cafetalera nacional tiene una historia a momentos estimulante, y a veces oscura, como el propio café que se cultiva en las tierras bajas del litoral ecuatoriano. Entrados los años ochenta, nuestra caficultura experimentaba un auge local importante, al punto que el país llegaba a ser el décimo exportador de café en el mundo. La boyante situación benefició a más de cien mil familias que dependían directa e indirectamente de la actividad en los campos costeños. No obstante, lo que daba una generosa geografía, lo arrebató una mezquina historia. Javier Villacis, Gerente del Proyecto de Reactivación del Café y el Cacao del MAGAP, hace referencia a las causas que cambiaron la situación del sector cafetalero en esa época.
– En 1994 en el gobierno de Sixto Durán Ballén, crea una ley especial para el sector cafetalero y genera un organismo que se financiaba del 2% de las exportaciones. Empezamos a comparar cómo, desde el 1994, cae en picada nuestra producción, al punto que perdemos, hasta hace cuatro años, el 90% de la producción cafetera y desaparece la caficultura del Ecuador. Resulta que la mayor empresa de la cadena del café, -Elaborados del Grupo Noboa-, se da cuenta que puede aprovechar un régimen internacional de importación con cero arancel, y empieza a traer café desde Vietnam, gestiona la legislación y se construye una ley a la medida exacta de los intereses de la empresa.
El grupo económico guayaquileño había encontrado la horma de su zapato impulsando una actividad, mucho más rentable, de traer café de Vietnam a riesgo de que desaparezca el café de producción nacional. Un reducido número de personas habría decidido el destino de cien mil familias que debían migrar, del campo a la ciudad, en busca de nuevas oportunidades de subsistencia ante la situación calamitosa que les agobiaba. Pero no todo era un panorama aciago, al menos, para los gamonales del café.
-En contraposición con el abandono del campo, el Grupo Noboa crece hasta convertirse en la sexta empresa del mundo, como importador y procesador de café soluble. Destrona al café pasado e instaura la costumbre de tomar café soluble de origen vietnamita. Así se produce un shock cultural, social y agrícola en función de los intereses de una empresa, desde 1994 hasta hace cuatro años, fecha en que el café estaba desapareciendo del país, puntualiza Villacis.
Resultaba mucho más práctico comprar a una empresa vietnamita que a cien mil familias ecuatorianas, en una economía de escala con importaciones de 120 millones de sacos de café que entraban al país. Concomitantemente, el grupo Noboa se acogió a un programa internacional que le permitía introducir el producto con cero aranceles.
-Como no te importa el país, ni la sociedad, ni nada, haces lo que te dice tu estado de resultados. De fondo es una miopía grave, porque eso vuelve muy vulnerable a la empresa y se hace una estrategia tonta, y se empieza a importar la peor materia prima del mundo y a solubilizar el peor café del mundo para el mercado de menor poder adquisitivo y de mayor volumen que es el de Europa del Este, un sector que no consume café de especialidad, señala Villacis.
En ese momento, el joven funcionario se hace cargo del Programa de Reactivación del Café y Cacao llevado adelante por el Ministerio de Agricultura. Una decisión no exenta de dudas sobre su propia capacidad de implementar un nuevo enfoque de producción en el sector cafetalero, y que revolucionaría la calidad del producto ecuatoriano. Las cualidades tendrían una estrecha relación con la genética del producto. El técnico ministerial confirmó que la genética impulsada por el Consejo Cafetalero Nacional, COFENAC, entidad privada vinculada al Grupo Noboa, era obsoleta y se había erradicado hacia cuarenta años en el resto del mundo. Comienza una intensa lucha por establecer una nueva legislación para el sector cafetalero que brinde garantías de desarrollo, crecimiento económico y tecnológico, pugna que culmina en febrero del 2015 con la derogatoria de la ley hasta ese momento vigente.
-Lo cierto es que había que hacer cosas obvias y de sentido común, -señala Villacis-, como desbloquear las fronteras a la tecnología. No se habían traído durante 50 años semillas de café al país. Brasil investiga desde hace 100 años y no es nada extraordinario, se trata de selección positiva: el mejor cafecito lo siembras de nuevo. Ese proceso virtuoso es el que no se hizo aquí, por el abandono. Y como el Instituto Nacional de Investigaciones no podía investigar, ya que por ley especial le correspondía a la entidad privada, entonces todo quedó en el aire.
Brasil es un país con un alto estándar en desarrollo de varietales de café, resistentes a las sequías y a las plagas de la Roya a nivel regional, por lo que su producto resulta altamente rentable. Ecuador comenzó a importar tecnología cafetalera brasilera y a organizar al sector bajo las nuevas políticas del programa de reactivación del producto. En la actualidad el proyecto incluye a 40 mil productores que reciben incentivos a las siembras, tomando en cuenta factibilidad de mercado y realidad ecológica, desarrollo de tecnología y la necesidad social existente en aquellas zonas desbastadas de las provincias de Manabí y Loja.
-Los agricultores, en un comienzo temerosos, –constata Villacis-, comienzan a percibir la nueva realidad: plantaciones de 14 meses que empiezan a producir. Iniciaron cultivando 25 y 30 mil hectáreas, y en este momento están cultivando 70 mil hectáreas nuevas menores a tres años; esto quiere decir que el 70% de las plantaciones cafetaleras de todo el Ecuador son nuevas.
Javier Villacis, Programa de Reactivación del Café y Cacao
Estrategia estatal
La estrategia de la política pública para el sector cafetalero, es concreta: producir todo tipo de café, diferenciar la producción con nuestras ventajas y posicionarnos en el mercado mundial y así aumentar el consumo interno de café molido, fruto del emprendimiento de artesanos que puedan encadenar bien su cadena de producción. Las políticas estatales estimulan la actividad cafetalera que reduce pobreza de manera inmediata, ya que se vende toda la producción. El café es la bebida más consumida del mundo y mucho más comercializada que el petróleo. El tipo de café Especial crece al ritmo de un 8% al año, y el Premium, al 13 % anual en mercados altamente crecientes.
Ecuador produce en la actualidad dos millones de sacos y en los próximos años producirá tres millones de sacos de café. El archipiélago de Galápagos genera un café único en el mundo, lo que permite sacar la primera denominación de origen en un lugar donde se controla todo el proceso por ser un laboratorio natural. Los expertos establecen que existen tres lugares en el planeta donde se puede dar el mejor café: Yemen, Galápagos y Manabí, Ecuador, dadas las condiciones climáticas de temperatura y humedad. La temperatura de la corriente de Humbolt incide en la calidad de nuestro café porque recorre las costas ecuatorianas justo en la época de floración y condensa azucares del fruto. Luego, con un buen proceso de cosecha, se obtiene café diferenciado en zonas bajas. El café simplemente requiere una correcta pos cosecha, fermentado, secado, un tostado adecuado y molido sencillo. La calidad del café depende de la genética y de una temperatura precisa que, en el momento de que la flor se transforme en fruto, hace que la maduración sea lenta y que las azucares, o cerezas, se condensen en la semilla desde donde se extraen los aromas y los sabores cafeteros. La tonelada de café está cotizada en la bolsa a 3 mil dólares, y esto equivale a 140 dólares el saco.
Un renglón importante de la estrategia estatal, es hacer que la gente vuelva a creer en el café. La industria nacional cafetalera enfrenta el reto de sacar nominaciones de origen y hacer articulaciones comerciales directas, al mismo tiempo, madurar los procesos asociativos entre los productores. Recién se crearon nuevas fincas, pero aún no hay un sentido de cooperativismo bien estructurado que pueda generar un encadenamiento directo del productor con el mercado internacional. Ecuador enfrenta desafíos de calidad, asociatividad y encadenamiento comercial para convertir su café en un producto de alta competitividad internacional.
Ante este panorama resulta inaceptable la actitud de cierta prensa que se empecina en mostrar un panorama desolador del sector cafetalero. Un reportaje de Diario La Hora titulado El café ecuatoriano aún vive momentos amargos, graficado con fotos negativas de la plaga de la Roya y campos arrasados por la sequía etc., hace daño al propósito productivo del país, según las autoridades. Los temas relacionados con cambio climático, sequías, mercados, etc., son muy sensibles e influyen en la decisión de los agricultores que se inhiben de emprender su actividad. Javier Villacis considera que el progreso del país se está enfrentando a mafias que no les interesa el bienestar de la gente del campo, por eso es vital la difusión de esperanza y no de malos augurios.
-Empezamos a generar muchos viveros, individuales, comunitarios, macro viveros por todos lados, no hay provincia en el Ecuador que no tenga café. Hay cien mil hectáreas cafetaleras en el país. El rendimiento empieza a crecer. En café Arábico duplicamos de 4 a 8 quintales, en Robusta café costero, pasó de 5 quintales a 11 quintales anuales. El café que trajimos produce a los 24 meses y con podas adecuadas cada siete años, la plantación puede durar toda la vida.
No obstante, un reportaje emitido por la cadena de televisión Ecuavisa, producido por la reportera Merlyn Ochoa, es considerado perjudicial por las autoridades del Ministerio de Agricultura.
-El reportaje mostró un panorama desolador de muerte de plantas, de un vivero que hace dos años que se dejó abandonado por parte del productor; es un caso rarísimo, porque muy pocos abandonan un vivero que le costó mucho a ellos y al Estado. Cuando se crea un vivero lo asesoramos y lo hacemos junto con el productor y la comunidad, otorgamos la funda, al semilla, insumos, sistema de riego pequeño y le damos inventivos. Cuando tienes un vivero, es como una cuna con cientos de bebes y hay que darles el biberón, sino se muere. La responsabilidad en el reportaje de Ecuavisa era del productor. Lo que trata de evidenciar el canal es la quema de montaña que, si bien es cierto está mal, es una práctica generalizada y ancestral que cuando vas a sembrar maíz quemas la montaña, no quemas el café sino la montaña. Esto no tiene nada que ver con el cambio climático, es una práctica que está ahí y maneja con los cultivos extensivos. Ellos asocian este vivero y toman fotos de plantas que han sido víctimas de sequía, seguramente, por descuido y abandono, y lo que más me molesta es que me hacen una entrevista de media hora en donde les cuento esta historia y sacan solo cuando hablo de la plaga que nos afectó y se produjo hace tres años y dicen que se perdieron 13 mil hectáreas en el reportaje.
Villacis aclara que la Roya se instala en la hoja, la reseca y hace que la planta no produzca, pero no mata a la planta, ya que se fumiga para prevenir. El Ministerio de Agricultura llevó a cabo una campaña de emergencia y logró detener la plaga en 13 mil hectáreas con fungicidas y, simultáneamente, sembró varietales resistentes a la plaga con material genético brasilero. La cartera de Estado considera que existe una problemática de falta de representatividad social de más de cien mil familias que trabajan en la cadena productiva del café. Es un sector que debe mejorar su organización, pero como la política del sector estuvo durante años en manos privadas, entonces se les dijo, simplemente, mejor váyanse del país a trabajar a los campos de Murcia, España. Esa es la historia que hay detrás y que nos ha dolido mucho, señala Villacis.
-Estamos pidiendo derecho a réplica a Ecuavisa, pero me duele porque hablé con la periodista y traté de hablarle al corazón como ecuatoriana y le dije que a mi políticamente no me hace daño, porque yo no soy político, soy un técnico del Magap. Le dije que cualquier cosa negativa que ella saque, lo que logra es poner nerviosos a 40 mil productores que están trabajando directamente con nosotros, son productores que tienen planta y cuando escuchan muerte y desolación les va a dar miedo sembrar ahora. Ecuavisa y el horario triple A donde se pasó, tuvo una deliberada mala intención de sembrar inestabilidad, y en un sector donde hemos tenido los mayores resultados en la historia de este país, no solo en este gobierno. Políticas estructurales de cambio de cultivos perennes no han existido en esta historia. Para nosotros el reportaje televisivo fue un insulto al alma para los 40 mil productores.
El Programa de Reactivación de Café y Cacao del MAGAP cuenta con 350 agrónomos y operadores privados en organizaciones llamadas Minga Café y Minga Cacao, donde confluyen aproximadamente cinco mil personas laboralmente activas. El trabajo es realizado en las comunidades con asistencia del Ministerio que les dota de equipos, brinda asesoramiento técnico y remunera con salarios dignos. Se han invertido 22 millones de dólares en 4 años, en la financiación del proyecto que tiene la potencialidad de generar hasta mil millones de dólares en los próximos años. Esta es la nueva realidad de un sector agrícola del país que ha vivido cuarenta años de soledad en el abandono. Hoy día, complementariamente, los proyectos de salud, educación y vialidad llevados adelante por el Estado, influyen en la actividad cafetalera y permiten hablar de sostenibilidad en un tema de conjunto, como sostenibilidad social integral de la agroindustria cafetalera. El signo de un tiempo de cambio, con aroma de esperanza en un país que requiere de mejores días.