La Casa de la Música fue el escenario del encuentro sostenido por 80 músicos, compositores e intérpretes, con personal del Instituto Ecuatoriano de la Propiedad Intelectual IEPI, para intercambiar experiencias sobre el uso, funcionamiento, retos y oportunidades del Derecho de Autor y la Gestión Colectiva en el ámbito musical del país. La iniciativa de la editorial musical Flotar contó con la participación de un panel de profesionales de varios sectores de música y expertos de propiedad intelectual que reflexionaron sobre la participación de las sociedades de gestión en el desarrollo de la industria musical y la propuesta legislativa del Código Orgánico de la Economía Social de los Conocimientos, la Creatividad y la Innovación -Código Ingenios- aprobada en segundo debate el día de ayer en la Asamblea Nacional.
El respeto a los derechos de los artistas -según Karin Jaramillo, Directora Nacional de Derechos de Autor y Derechos Conexos-, supone “la asociatividad y desprecarización” en las relaciones contractuales de la actividad creativa de músicos y compositores. Esta situación incide directamente en el desarrollo de la industria musical, por tanto es vital “priorizar los derechos de los artistas y autores, esto se logra mediante el desempeño óptimo de las sociedades de gestión, y no es sólo un tema de control por parte del Estado”, señaló la funcionaria. Consecuentemente, el IEPI “trabaja en reforzar y promover buenas prácticas y transparencia de las entidades que gestionan estos derechos”.
Por su parte, el radiodifusor de EXA FM, Álvaro Rosero, se refirió al mecanismo de retribución económica que las radios dan a los artistas, según la programación, a través de las sociedades de gestión colectiva, recalcando la importancia del monitoreo de los medios para garantizar el pago a los artistas ecuatorianos que, actualmente, es un proceso que algunos consideran deficiente.
El cantante Juan Fernando Velasco puso énfasis en el desconocimiento que, en general, existe respecto de los derechos de autores y músicos, así como el rol de las sociedades de gestión en el país. El artista también destacó la participación del gremio en la construcción de la nueva ley de propiedad intelectual: “Los músicos que participamos en la construcción del Código Ingenios, trabajamos sobre estos temas para que en la nueva legislación se le retribuya al creativo”, acotó.
La nueva ley debatida y aprobada en la Asamblea Nacional, contempla rubros que corresponden a regalías base a los autores musicales con las que se busca desprecarizar al sector. El Código Ingenios propone que de no existir un contrato, legalmente se debe reconocer un porcentaje a los titulares de las obras musicales, independientemente de que las partes acuerden libremente los términos de la formalización de la relación. De este modo se busca “agilizar económicamente también a otros sectores vinculados y profesionalizar al sector para un manejo eficiente de sus relaciones, conducentes a la monetarización de los derechos”, manifestó Karin Jaramillo. La actual tendencia mundial es que las sociedades de gestión garanticen un mayor equilibrio en favor de los autores. En esa perspectiva, en el Ecuador, el Código Ingenios no solo obliga a las sociedades de gestión a rendir cuentas, sino también a capacitar a sus beneficiarios sobre su labor, fomentando la actividad creativa de los socios, a la vez que las prácticas inherentes al objeto social, deberán ajustarse a la realidad nacional.
En referencia a la propiedad intelectual, José Fabara, productor independiente, señaló que “los músicos al ser dueños de sus obras deberían ser libres de exponer su obra en cualquier lugar”. De allí la importancia de una fluida relación de los autores con las sociedades de gestión encargadas de monitorear el uso de las obras que representan.
Una de las conclusiones del encuentro hace referencia a una cuestión de fondo: la importancia de promover el empoderamiento en la labor creativa y en los procesos de asociatividad, para que se garantice un reparto justo de las ganancias de los músicos ecuatorianos y su participación equitativa en los procesos al interior de las sociedades, cuya gestión debe beneficiar al sector asociado que representan.