El hambre en el mundo, una realidad lacerante que desafía la conciencia humana, no ha sido superada. Según informe de la ONU, el estado mundial de la inseguridad alimentaria del 2015 afecta a más de 785 millones de personas en el planeta. La promesa del Objetivo del Milenio para el 2015, reducir a la mitad el número de personas que carecen de alimentos, sigue sin cumplirse. El factor hambre que afecta a las poblaciones de los llamados países en vías de desarrollo, ni los logros en la agricultura al incrementar los rendimientos por área y disminuir ciclos de producción, han permitido solucionar este problema que refleja una mala distribución de riqueza y erradas decisiones políticas.
La preocupación de la humanidad por satisfacer la demanda alimenticia crece cada día, «se estima que la población mundial aumentará en los próximos 25 a 30 años en más de 2.500 millones de habitantes hasta llegar a los 8.500 millones, y se requerirá mejorar el rendimiento de los cultivos de manera eficiente y sostenible. Según la teoría de Malthus, el crecimiento de la población es geométrico y el crecimiento de los recursos alimenticios es aritmético. Sensible a este principio estadístico, el Fito mejoramiento apunta a obtener nuevas variedades vegetales de alto rendimiento por hectárea para recolectar más cosecha y beneficiar a mayor cantidad de usuarios, obtener variedades más resistentes a enfermedades y amigables con el ambiente; y, de este modo, contribuir a mejorar la seguridad alimentaria en el país.
En la perspectiva de una alimentación segura de sobrevivencia cotidiana con alimentos adecuados, se efectúan diversos procesos. Jorge Campana, Director de Obtenciones Vegetales del IEPI, manifiesta que para obtener beneficios de una nueva variedad mejorada (Fito mejoramiento), existen varias alternativas como por ejemplo la polinización y el cruce de plantas de la misma familia, rescatando las mejores cualidades de cada especie. El programa de Fito mejoramiento procura precautelar las características originales de semillas nativas o heterogéneas en bancos de germoplasmas que conservan las condiciones primigenias de las especies.
Otro de los objetivos fundamentales del Fito mejoramiento, consiste en reducir ciclos de producción con nuevas variedades vegetales más resistentes y, al mismo tiempo, disminuir el uso de químicos, contribuyendo a la salud de la población y a la descontaminación del ambiente. Al realizar un Fito mejoramiento se pretende incrementar la productividad de las plantas, tener variedades que se adapten al ambiente y que tengan mayor posibilidad de defensas ante condiciones negativas de tipo biótico (Plagas) como abiótico (Condiciones Climáticas adversas). El Fito mejoramiento tradicional resalta características en las especies para tener un mejor aprovechamiento, está relacionado además con inspecciones y pruebas de miles de plantas para identificar la calidad, para incrementar la tolerancia a enfermedades, mejorar el valor nutricional, tolerancia a herbicidas y de las condiciones ambientales adversas.
Gestión de la Unidad de Obtenciones Vegetales
La Dirección de Obtenciones Vegetales del IEPI brinda protección en cumplimento de los derechos de las personas que crean una nueva variedad vegetal. El mencionado derecho de obtentor se lo consigue, a través de un proceso técnico científico que busca la protección contra el uso indebido de la nueva variedad vegetal creada. En ese proceso, la nueva especie es sometida a un riguroso examen de DHE que determina la Distinción, Homogeneidad y Estabilidad de la nueva variedad confirmando su condición vegetal exclusiva. El derecho de obtentor otorgado tiene un alcance territorial determinado a un área o región prestablecida.
-Los beneficios de este derecho son evidentes: la nueva variedad vegetal no puede ser reproducida ni comercializada ilegalmente, es decir, sin la debida autorización aprobada por el obtentor, recomendamos que la inscripción se la haga con códigos de letras o números para denominar a la nueva especie, aclara Jorge Campana.
El capítulo de Obtenciones Vegetales del Código Ingenios, propuesto en el marco del nuevo proyecto de ley de propiedad intelectual, impulsa la invención e investigación en un país que registra bajos índices de actividad investigativa que se refleja en el número de solicitudes de Derecho de Obtentor, por ejemplo para inscribir especies ornamentales, corresponde en un 96% a personas extranjeras y solo un 4% a obtentores nacionales con variedades de rosas y flores de verano, en el área industrial se registra una solicitud de Derecho de Obtentor de una variedad de eucalipto. Es mínimo el porcentaje de solicitudes ingresadas en cuanto a variedades alimenticias como arroz, soya, frejol, maní, cebada, trigo entre otras.
– Es indispensable incentivar una cultura de mejoramiento vegetal, en el ámbito empresarial y académico. Se requiere trabajar en investigación y en derechos de protección que, a la larga, dan un rédito moral y profesional, concluye Jorge Campana.
Países históricamente agrícolas, como es el Ecuador, debería ser un referente en este tema. Contamos con los insumos necesarios, para disminuir la dependenc la urgencia de garantizar nuestra seguridad alimentaria nacional.