Se agitó el avispero electoral. La decisión del Partido Social Cristiano de nombrar a Cinthia Viteri precandidata presidencial, agitó el parsimonioso cálculo político que han venido haciendo los distintos sectores a 8 meses de las elecciones presidenciales y parlamentarias de febrero del 2017.
Viteri aceptó la nominación convencida de que en las elecciones presidenciales habrá una segunda vuelta electoral, debido a que –según sus cálculos-, el descontento por la crisis económica le pasará factura a quien corra por Alianza País, lo que impediría un triunfo oficial en la primera vuelta. La propuesta socialcristiano tiene asidero en un sondeo de intención de voto de Informe Confidencial, según el cual, Viteri aparece disputando la preferencia electoral: Jorge Glas: 27%, Guillermo Lasso: 14, Cynthia Viteri: 12%. Dicha encuesta hace pensar a los socialcristianos que Jorge Glas, eventual candidato de Alianza País, no resultaría electo presidente en la primera vuelta: es improbable que un candidato que hoy tiene 27% suba al 40% necesario para que no exista una segunda vuelta”.
El anuncio público del PSC-MG de proponer a Viteri como candidata socialcristiana, se da luego de una reunión mantenida en Guayaquil, que lideró el alcalde Nebot, quien ha insistido en que no optaría por una postulación presidencial y que se mantendría como alcalde de Guayaquil hasta mayo del 2019. Los socialcristianos esperan que la postulación de Viteri se sume a otras precandidaturas que puedan proponer el resto de integrantes de la Unidad de Progreso y Libertad. La llamada Unidad se formó por cabildeo entre movimientos de diferente ideología y la integran Avanza, de Ramiro González; SUMA, del alcalde de Quito, Mauricio Rodas; Podemos, del prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, entre otros.
Viteri ha calculado que la crisis se agravará pasándole factura electoral a quien represente al oficialismo, por eso su eje de campaña es la prioridad de tener respuestas a la crisis económica. Idea concordante con el PSC que augura que el Estado está regando la crisis a los gobiernos seccionales o GADs.
Reacciones
Las reacciones de sectores opositores al régimen, no se hicieron esperar. El prefecto del Azuay, Paúl Carrasco, -del grupo político Podemos y uno de los líderes de La Unidad-, dijo que no apoyará a Cynthia Viteri como candidata presidencial, y manifestó que el candidato debería ser Jaime Nebot, actual alcalde de Guayaquil.Nebot replicó que lo importante es que la Unidad de gente de distintas regiones, de distintas ideologías, cuajó en lo que tiene que cuajar: los conceptos. ¿Cuáles conceptos?: la crisis se agrava y eso marcará la derrota de Alianza País. Ya no venden la idea de salvar la democracia y la libertad,puesto que a la gente que tiene hambre y necesita empleono se le puede hablar de libertades.
Guillermo Lasso, por su parte,no quiere ningún entendimiento con los socialcristianos, porque –según él- dicho apoyo lo hizo fracasar en las elecciones del 2013. Andrés Páez, puesto en la Asamblea por el movimiento CREO, abandonó esa posición y se declaró candidato presidencial por un movimiento propio, en evidente muestra de inconsistencia de principios: no voy a sentarme al lado ningún correísta -dijo en referencia a Ramiro González- y no permitiremos la impunidad de Correa y su gobierno.Nebot reveló a la prensa que entre Páez y González -ex militantes de la Izquierda Democrática- existe un grave problema personal.
El avispero electoral agitado por aspiraciones de poder, figuraciones personales y cabildeos nocturnos, no muestra ninguna propuesta consistente como plataforma electoral. La ausencia de principios,evidencia la pobreza política de la partidocracia que pretende regresar al poder. La fanesca opositora tiene ingredientes disimiles: solo los une el odio a Rafael Correa y su afán de recuperar privilegios. Siempre resulta más difícil unirse en contra de algo; y la posibilidad de un candidato único contra el régimen es cada día más complicada. En el avispero político se imponen ambiciones personales, ante la falta de objetivos comunes y de una propuesta con visión de país.