La sigla de la Central de Inteligencia Americana CIA, siempre es motivo de curiosidad o temor, según se vea, vinculada al lado oscuro de la historia latinoamericana como la oficina estadounidense de mayor injerencia en los asuntos internos del continente. Una reciente revelación periodística de la cadena Telesur, a través del programa Es Noticia, da cuenta de los vínculos de la CIA en el Ecuador mencionando a conocidos personajes de la vida pública del país como sus eventuales agentes asalariados. El video puesto al aire el lunes pasado deja al descubierto, la intervención de la central de inteligencia gringa con personal ecuatoriano reclutado para propósitos de espionaje. El ex experto en seguridad Mario Pazmiño, es el primer nombre que salta a la palestra en calidad de agente que se desempeñó como director de inteligencia en el país y que fuera removido de su cargo por ocultarle al Presidente Rafael Correa que el ataque de Angostura donde murió el líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas FARC-EP, Raúl Reyes, fue un operativo planificado por la CIA. Como evidencia Telesur mostró testimonios que afirman que Pazmiño recibió equipamiento de la Embajada norteamericana en Quito. Pazmiño habría reclutado como agente a Fernando Villavicencio, asesor de ex asambleísta Cléver Jiménez de conocida gestión política opositora al régimen de Rafael Correa.
En la nómina de presuntos agentes ecuatorianos de la CIA revelados por Telesur asoma el director de Fundamedios César Ricaurte, entidad conocida como “una organización que se escuda en la defensa de la libertad de expresión, pero en realidad es un instrumento de las acciones psicológicas de los servicios de inteligencia estadounidense en Ecuador”. Entre las agentes aparece el nombre de Leila Hadad Pérez, Jefa de la CIA en Ecuador durante algunos años. Hadad se encubría en la empresa comercializadora de alfombras Aladino en Quito, lugar donde según el informe se reunía con políticos que ingresaban como falsos clientes para recibir instrucciones de operaciones de inteligencia. Hadad fue expulsada del Ecuador en el 2008, y entre sus misiones consta la de haber conseguido el asilo político de Emilio Palacio, ex periodista del diario ecuatoriano El Universo, ante el gobierno de EE.UU. La nómina femenina incluye a Karen Hollihan, reclutada por la CIA, según el video, en calidad de directora de relaciones públicas del Instituto Interamericano para la Democracia, papel que alternó con acciones organizativas de una red de informantes contra el Estado ecuatoriano.
Historia repetida
La historia de la agencia de inteligencia gringa en el país es extensa. Según documentos desclasificados y testimonios de ex funcionarios, la CIA ha mantenido una operación permanente para intervenir en las decisiones políticas y sociales de Ecuador. La infiltración al Gobierno ecuatoriano, Policía, grupos civiles y ONGs data de los años 60 con el fin de ejercer influencia en las esferas del poder.
En los albores de la década de los 60, posterior al triunfo de la Revolución Cubana, la guerra fría se intensifica en nuestro continente y la CIA establece operaciones permanentes en el país durante el gobierno de José María Velasco Ibarra y su vicepresidente y posterior sucesor, Carlos Julio Arosemena Monroy, quienes fueron presionados por la agencia para que rompieran diplomáticamente con el nuevo Gobierno socialista de Fidel Castro en Cuba. Ambos rechazaron aislar al Gobierno de Castro y fueron derrocados por golpes militares orquestados por la CIA.
En los años setenta la geopolítica estadounidense implementa el Plan Cóndor en la región sudamericana con el fin de oponerse a la amenaza comunista, mediante la eliminación de grupos subversivos operativos en la región. En el contexto de esa gestión de la CIA fueron asesinados los presidentes Omar Torrijos de Panamá y Jaime Roldós Aguilera de Ecuador en los años ochenta por oponerse a las políticas del Pentágono para América Latina. Ambos mandatarios mantenían una política nacionalista en sus respetivos países y de soberanía de sus recursos. Roldós y Torrijos murieron en accidentes aéreos, cuyas investigaciones no llegaron a establecer motivos accidentales del siniestro que costó la vida a los dos líderes sudamericanos.
Las operaciones de la CIA en Ecuador incluyeron siempre control de aeropuertos para constatar la salida de ecuatorianos con destino a los países socialistas y el espionaje de correos internacionales. Según los informes ahora conocidos los espías mantenían una lista detallada de nombres, residencias, sitio de trabajo, números telefónicos, actividades de esparcimiento preferidas, pasatiempos, nombre del cónyuge, información de la escuela de sus hijos, entre otros datos. No obstante, los documentos y testimonios que corroboran estas actividades, la CIA hasta ahora no ha reconocido que su misión en Ecuador era infiltrarse en movimientos sociales, estaciones de radio, líneas aéreas, hoteles, e incluso hospitales. Los testimonios hablan de que los principales blancos de la agencia en esa época eran los grupos de jóvenes socialistas o comunistas en las universidades. La Unión Revolucionaria de la Juventud Ecuatoriana (URJE) era considerada la organización más peligrosa y el blanco primario a ser desestabilizado, al igual que el Partido Comunista del Ecuador.
La CIA hoy
El Gobierno de Rafael Correa manifiesta que los grupos vinculados a la CIA reciben apoyo y ayuda financiera de Estados Unidos, e incluso actúan contra organizaciones de izquierda en el continente. La USAID, Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional y la Fundación para la Democracia NED, son denunciadas como herramientas de los EE.UU para impulsar sus intereses políticos, económicos y sociales. Estas agencias financian a su vez a varios grupos de oposición y medios de información en América Latina con el fin de desestabilizar a los Gobiernos en Venezuela, Brasil y Ecuador. Las nóminas de los reclutados en la actualidad por la CIA en Ecuador incluirían periodistas, funcionarios y personajes públicos, como comunicadores y agentes de medio rango que harían una labor básicamemte desinformadora desde espacios mediaticos opositores.
El lado oscuro de la historia de Latinoamérica ha quedado revelado en el video de la cadena Telesur: cincuenta años de intervencionismo norteamericano en Ecuador hacen que hoy la historia se repita, no solo como farsa, sino a veces como tragedia.